sábado, 11 de diciembre de 2021

Hechizados y Hechizadores (o la Casa y el Cerebro)

De Edward Bulwer-Lytton (1803-1873) quizás la obra que a todos más nos suene sea Los últimos días de Pompeya; sin embargo, y revisando la elegante y concisa introducción que hace en este pequeño relato su también traductor Arturo Agüero Herranz, descubrimos a todo un prolífico y ecléctico best seller de la época, que tocó varios temas considerados antecedente de géneros del siglo XX como la novela policíaca, el terror, la fantasía e incluso la ciencia ficción; asi como también serviría de influencia de grandes escritores y grandes obras que vendrían un siglo después de su muerte.

Intelectual de gran prestigio en Inglaterra (incluso se le llegó a ofrecer la corona griega), fue íntimo amigo de Charles Dickens y ejerció de parlamentario durante once años. También es importante destacar la gran afinidad que tuvo siempre por el ocultismo y las hermandades secretas, asunto que manifiesta tanto en esta obra como, en mayor medida en Zanoni, el secreto de los inmortales, publicado en España por la editorial Valdemar.

La casa y el cerebro es, más que una novela corta, un relato breve en la pura tradición de cuento de fantasmas victoriano. Es una obrita de la que Lovecraft en “El horror en la literatura” considera el mejor relato de casa encantada jamás escrito. El narrador, trasunto claro de Lytton, cuenta en primera persona como causalmente topa con una casa en Oxford Street muy barata para alquilar, el motivo es que ningún inquilino es capaz de aguantar dos noches en ella por los horrores fantasmales que hacen éstos huyan despavoridos al día siguiente…el protagonista, hombre valeroso, amante de los misterios y estudioso de lo sobrenatural aceptará gustoso el alquiler de la vivienda junto con su perro y su imperturbable sirviente.

Como se puede comprobar es un esquema tipo del relato de fantasmas y casa encantada, sin embargo, el talento y la trascendencia de esta obra radica en que Lytton le da una vuelta de tuerca total, tanto argumentalmente como temáticamente, con una serie de elementos, que no vamos a desvelar, que colocan a La casa y el cerebro como una joya de gran valor literario, antecedente claro no sólo de la novela de terror moderna sino de la de ciencia ficción, creando una historia tan espeluznante como conspiranoica y alucinada.

Entre sus ideas está la más que clara influencia cronológicamente anterior de la novela gótica (el Melmoth de Maturin), así como también inmediatamente después los relatos (el conde Magnus) del mejor narrador (que no narradora) de cuentos de fantasmas victorianos como fue MR James.

Lytton aquí no hace el clásico enfrentamiento ciencia/superstición, no sé hasta que punto históricamente hablando era posible hacerlo…es más, en ningún momento el autor utiliza la palabra ciencia o método científico para armarse de argumentaciones con el fin de luchar con la amenaza sobrenatural.

Por el contrario,- y esto no significa que la trama se pierda en el porque sí o en la mera fabulación terrorífica-, el protagonista expone dentro del conocimiento, cultura o saber de la época (¡que inquientante para el londinense dieciochesco el descubrimiento de la electricidad!), de manera interesante y sin quedar para nada ridículo, su visión de lo sobrenatural. Y precisamente esto es lo que hace al relato tan encantador y subyugante que el propio Lovecraft, coleccionista de lo ideológica y estéticamente trasnochado, le apasionase tanto, y nosotros lo gocemos por igual.

Las breves escenas de horror, en cien páginas no da para tanto, Lytton las convierte en descripciones más alucinógenas y oníricas que reales, esto le favorece a la trama, ya que, sin perder los elementos clásicos de cualquier cuento de miedo (crimen no resuelto, habitación escondida…), le saca punta en una especie de largo epílogo final donde nos muestra su gran afición por las sociedades secretas y las personas que tienen un poder especial que las hace estar por encima de los demás. Es innegable que estos temas en los últimos tiempos no han parado de fabricar tochos superventas de mayor o menor calidad y que aquí Lytton lo sintetiza en unas pocas páginas creando al lector el placer de desvelarle un misterio para darle otro mucho mayor. Esto, querido lector, no es nada fácil conseguirlo y convierte a La casa y el cerebro en una obra sencillamente magistral. Para terminar quiero resaltar la gran labor de Impedimenta, una editorial pequeña que esta publicando, como éste, una serie de tesoros de autores olvidados o por descubrir, y dirigidos a quienes nos gusta la buena literatura, tanto con mayúsculas como con minúsculas. Asimismo agradecer el formato y el cuidado y buen gusto en la edición de este cuento perturbador y memorable, que recomiendo de compra y lectura obligada por todo aquel que se considere conocedor de la mejor literatura de terror clásico como por todos los amantes de las buenas historias de fantasmas.

Y como aquél que dice, los mejores perfumes vienen en frascos pequeños.

Nacho Trigo


Fuente:

https://impedimenta.es/archivos/2245


Edward Bulwer-Lytton

Edward George Earle Bulwer-Lytton, primer barón Lytton (Londres, 25 de mayo de 1803–Torquay, 18 de enero de 1873), fue un poeta, novelista, dramaturgo, político y periodista británico. Lytton fue un popular escritor de su tiempo que acuñó frases como «La pluma es más fuerte que la espada» y «Perseguir al todopoderoso dólar». Hoy se recuerda mejor su tópico: «Era una obscura y tormentosa noche...».

Hijo menor del general William Earle Bulwer, de Heydon Hall y Wood Dalling (Norfolk), nació en Londres el 25 de mayo de 1803. Tuvo dos hermanos: William (1799-1877) y Henry (posteriormente Lord Dalling, 1801-1872). El padre de Bulwer murió cuando el muchacho tenía cuatro años de edad. Su madre, Elizabeth Barbara, hija de Richard Warburton Lytton, de Knebworth (Hertfordshire), se estableció en Londres tras la muerte de su esposo. Bulwer, que era delicado y neurótico, dio pruebas de un talento precoz y fue enviado a varios internados, donde siempre estaba descontento, hasta que en el centro de un tal Mr. Wallington en Ealing encontró en su maestro a un oyente comprensivo y admirativo. En 1822 ingresó en el Trinity College, Cambridge, pero enseguida se trasladó al Trinity Hall. En 1825 ganó un premio de poesía, la Chancellor's Medal for English Verse. Al año siguiente se licenció en Artes, publicando un librito de poemas: Weeds and Wild Flowers. Pasó brevemente por el ejército y, contra los deseos de su madre, contrajo matrimonio con Rosina Doyle Wheeler. Su madre, entonces, le retiró la asignación económica, y Lytton tuvo que ponerse a trabajar. En 1836, tras una tormentosa relación, se separó de su mujer. Tres años más tarde ella publicaría una novela en la que caricaturizó a su marido. Estos ataques se prolongarían durante años.

En 1831 resultaría elegido para el Parlamento, puesto que conservó durante nueve años. Su carrera política se prolongó en el tiempo, y no hizo más que prosperar, haciéndole merecedor, entre otros nombramientos, del de Secretario de Estado para las Colonias (1858).

Su carrera literaria se inició en 1820, con sus primeros poemas. Escribió en una gran variedad de géneros, incluyendo ficción histórica, misterio, novela romántica, ocultismo y ciencia-ficción.

De sus relatos macabros, como la novela Zanoni o los cuentos "Strange story" y "La casa y el cerebro", señaló H. P. Lovecraft, en su ensayo El horror sobrenatural en la literatura, que «pese a sus fuertes dosis de retórica y de hueco romanticismo, el éxito de sus escritos es innegable merced a su habilidad para tejer una cierta clase de singular encantamiento».

sábado, 25 de septiembre de 2021

Hasta Pronto

Queridos oyentes de "La Nebulosa Ecléctica", por motivos laborales y profesionales he decidido suspender la publicación de nuevos episodios en el podcast. Será durante una larga temporada ya que de momento no dispondré de tiempo para seguir adelante con este proyecto. 

Así pues, hago desde este momento un punto y aparte en la vida de este espacio que ha permanecido fiel a su cita con la literatura y que tantos gratos momentos me ha proporcionado. 

Seguro que volveré a subir más audios, pero esta vez con un carácter más ocasional, mientras tanto, seguid disfrutando de estas 350 historias cuidadosamente escogidas para "Cuentos y Relatos", otros 84 relatos pertenecientes al "Club del Relato" y 51 "Cuentos Inolvidables" todos ellos pertenecientes a esta casa: La Nebulosa Ecléctica. Quiero daros a tod@s sinceramente las gracias por vuestro apoyo y permanecer ahí fieles a la escucha, espero no se haga demasiado largo el retorno. Un enorme abrazo de este que pone la voz a todos estos audios,


Jose María Teruel (Jota)


¡Hasta pronto!


viernes, 24 de septiembre de 2021

Los Análogos

A los criminales se les aplica un simple tratamiento de acondicionamiento mental, una terapia de aversión. Cuando el cleptómano extiende su mano para agarrar un bolso, el condicionamiento se activa y se siente mal, triste y asustado. No logra completar su intento de robo. Cuando el violento golpeador levanta los puños para golpear, se estremece como un niño y deja caer los brazos.

Como era de esperar, comenzó a aplicarse a delitos menores y luego simplemente a actos insociables. A medida que se vuelve omnipresente, se vuelve profundamente peligroso, pero para entonces ya es demasiado tarde.

Nuestra sociedad cambia más allá del reconocimiento. En este nuevo mundo, todos estamos condicionados. Todos tenemos nuestros angelitos para guiarnos en cada uno de nuestros pasos y estamos inclinados a la rueda de nuestros gobernantes. Casi todos, eso es. Hay uno o dos cuyos ángeles parecen estar ausentes. Uno o dos poseídos por demonios.

Arthur es uno de esos. Está luchando contra sus demonios día tras día porque si alguna vez se desliza, morirá.

"Los Análogos" es un relato de ciencia-ficción escrito en 1952 por el escritor norteamericano Damon Knight especializado también en el género fantástico. Los relatos de este sorprendente autor ya forman parte de los clásicos más influyentes del género.


domingo, 19 de septiembre de 2021

Gevaudan

Un relato de Roberto Bayeto incluido en la antología Transfórmate o muere, de Territorio Extrañer.

https://dentrodelmonolito.com/category/podcast/territorio-extraner


 

 —¿Usted cree en el destino, capitana?

—No.

—¿No le dice nada que su apellido sea Maigret y el mío Simenon? ¿Ha leído novelas sobre el inspector Maigret? Las escribió…

—Sé quién las escribió, pero no las he leído, no me interesa ese tipo de literatura.

—Se las recomiendo.

—¡Gracias, pero no!

Era un martes de otoño y diluviaba. El comandante de Lozére había enviado un teniente para investigar dos asesinatos en una zona remota de lo que antes fuera el condado de Gévaudan, y este transfirió un archivo con el parte sobre las víctimas. Después de varias reuniones entre los mandos de la Policía Nacional, el inspector general dio la orden a la capitana Astrid Maigret de que se encargara del caso. Lo que ella nunca hubiera imaginado era que la enviarían con un escritor de novelas de horror, o al menos eso creyó hasta que le aclararon que Simenon era un experto en la historia de “La Bête du Gévaudan”, un supuesto licántropo que asesinó a más de cien mujeres y niños entre 1764 y 1767.

—No necesito un experto en historias de licántropos, señor, puedo encontrar todo lo que necesito en internet… —le había asegurado Astrid al Inspector Bredeteau. 

—La orden viene de arriba.

—¿De cuánto arriba?

—De tan arriba que da vértigo, capitana. El agente literario de este asesor con el que la envío es el hermano del director general. ¿Le parece que puedo discutir tal orden?

—Me parece que no, señor. No sería inteligente para su próximo ascenso.

—¿Está ironizando, capitana?

—Usted sabe que eso está fuera de las facultades de esta oficial, señor.

—Una respuesta adecuada a su grado e inteligencia funcional. —El inspector general alzó su dedo, como si olvidara algo importante—. Y una cosa más, capitana, si no lo más significativo de todo esto: no tendrá apoyo de la capital. Faltan tres meses para las elecciones nacionales y el gobierno no quiere publicidad negativa. Estos asesinatos de características similares a los que ocurrieron hace siglos pueden levantar polvareda, así que estará sola con el asesor, tendrá apoyo mínimo de la policía local y no puede existir nada de prensa, ¿entendió? Es un tema de seguridad nacional. Si tiene que meter a los que se inmiscuyan tras las rejas hasta que el presidente sea reelegido, hágalo. Yo me haré cargo después de las posibles consecuencias.

—¿Por qué yo?

—Porque resolvió el caso del caníbal de Toulouse, y por la discreción con la que llevó a cabo la investigación. El director general lo tiene muy presente y le pareció que usted es la adecuada para resolver estos crímenes.


viernes, 10 de septiembre de 2021

El Pulgar del Ingeniero

"El Dedo Pulgar del Ingeniero" es uno de los 56 relatos cortos sobre Sherlock Holmes escrito por Arthur Conan Doyle. Fue publicado originalmente en The Strand Magazine y posteriormente recogido en la colección Las aventuras de Sherlock Holmes.


Argumento

Un ingeniero, llamado Victor Hatherley, dio lugar a la aventura de Sherlock Holmes titulada The Adventure of the Engineer's Thumb (El dedo pulgar del ingeniero). El relato tiene lugar en 1889. El doctor Watson acaba de casarse, ha abandonado Baker Street, y se dedica al libre ejercicio de su profesión. Al tener su consulta cerca de la estación de Paddington, atiende a muchos empleados de los ferrocarriles. Uno de éstos, una mañana de verano, trae a su consulta a un curioso paciente, así descrito por el doctor Watson: "Entré en mi consultorio, y me encontré con un caballero que estaba sentado junto a la mesa. Iba modestamente vestido con un traje de mezclilla, y había dejado su gorra sobre mis libros. Tenía envuelta un pañuelo en una de sus manos, en el que se veían manchas de sangre por todas partes. Era joven, de no más de veinticinco años, según mi cálculo, y tenía el rostro muy varonil; pero estaba muy pálido..." Cuando Watson se entera de que no se trata de un accidente, recurre a su amigo Holmes, que le pide un relato completo.

Victor Hatherley es un joven y emprendedor ingeniero hidráulico, que a la muerte de su padre se ha instalado por su cuenta, sin demasiado éxito. Un tanto desesperado y a punto de tirar la toalla, aparece un extraño individuo que se presenta como el coronel Lysander Stark y le hace una sorprendente proposición. Debe viajar esa misma noche a Berkshire, para revisar una prensa hidráulica y a cambio recibirá cincuenta guineas. A pesar de las dudas que le ofrecen el aspecto del coronel y las intenciones que en él adivina, tentado por su oferta, la acepta. Su decisión le obliga a protagonizar una rocambolesca aventura, en la que pierde un pulgar y está a punto de perder la vida. Holmes se hace cargo de la situación y, una vez más, deja asombrados a Watson y al inspector Bradstreet de Scotland Yard, por la rapidez con que resuelve el caso. Pero demasiado tarde, ya que los malhechores han escapado. Por desgracia, el lector se pierde un hipotético y apasionante enfrentamiento entre el malvado Fritz -el falso coronel Stark- y Sherlock Holmes. Al final, el ingeniero se lamenta ante un eufórico Holmes: "–He perdido mi dedo pulgar y he perdido mis cincuenta guineas de honorarios. ¿y qué he ganado? –Experiencia -le dijo Holmes echándose a reír-. La experiencia puede tener para usted un valor indirecto. no debe sino ponerla en palabras para ganar por todo el resto de su vida fama de excelente compañero."


lunes, 6 de septiembre de 2021

El Cuentacuentos

Mi nombre es Carmen y voy a intentar explicar a través de estas palabras lo que sucedió en mi pueblo con la esperanza de que no caiga en el olvido. Hoy hace justo un año de que todos mis vecinos desaparecieron. A quien pueda leer estas páginas quiero avisarle de que carezco de todas las respuestas y de que quizá nunca las obtenga.

El motivo de esto es que el último capítulo de esta historia aún no ha concluido. Lo hará poco después de que concluya estas líneas, pero por si acaso no tengo ocasión de volver a escribir nada más, quiero poneros en alerta, pues quién sabe, quizá algún día os podáis encontrar con El Cuentacuentos y más os vale saber de antemano algo sobre él y evitar que se repita lo que aquí sucedió.


viernes, 3 de septiembre de 2021

Aquí Estoy Planchando

“Aquí estoy planchando", en presente continuo. La vida sigue, y ella se ocupa de planchar, de alisar las arrugas, de ocultar el deterioro que resulta de tantos usos y lavados. Ella alisa las arrugas con el calor de la plancha. Es probable que con el paso de los años las arrugas se trasladen de las ropas a su cuerpo, que se inclina sobre la tabla de planchar y realiza la labor, quizás planchando a cambio de un pago o quizás para los miembros de su hogar: el relato apenas da un indicio de que ella plancha para ganarse la vida. Y en una oración, que incluye una cita de su hija mayor, se revela que ella está parada y planchando todo el tiempo, hasta muy tarde en la noche. Este relato otorga el derecho de voz a la mujer, a la madre, y su monólogo configura una realidad frecuentemente ocultada y las circunstancias que dieron origen a la configuración de esa realidad. Circunstancias que, mayormente, no se ven. Como un papel recortado; o quizás como esos árboles que crecen en direcciones tan extrañas que es imposible entenderlas sin saber cuál es el ángulo del sol que los ilumina desde arriba y les ha permitido crecer así, sin entender la curva precisa del suelo, sin saber nada acerca de las ramas que existieron y fueron podadas. 

Al finalizar la lectura del relato, lo que queda –lo que sabemos- es a través de la negación: muy poco acerca de la muchacha, y menos aún acerca de la vida de la mujer que fue madre. Lo que se enfatiza es aquello que suele quedar afuera,  los asuntos aparentemente transparentes, la historia eliminada en el montaje. Si la hija se convertirá en una comediante exitosa, todo este asunto muy probablemente será omitido de su historia, que quedará reducida a una oración sobre su infancia. La madre suele preguntarse para qué sirve contar un relato, qué importancia tiene que ella recuerde, y por qué son importantes las circunstancias, “¿Por qué empiezo por ahí? Ni siquiera sé si importa, o si explica algo”. Sin embargo ella sigue, y cuenta acerca de una vida de restricciones.  Tillie Olsen (1912-2007) fue una escritora judeo-norteamericana, famosa por su libro “Silences” [Silencios], en el que colecciona silencios; colecciona causas del silencio de algunos escritores; piensa sobre las circunstancias que impidieron que algo ocurra, que impidieron que mujeres y hombres se expresaran, que impidieron la literatura. 

Con una sutileza que se manifiesta también en este relato, Olsen ve la potencialidad y las posibilidades, e intenta señalar qué  impidió que estas se concretaran. Las circunstancias que hicieron que un árbol crezca como lo ha hecho, es todo lo que tenemos, como los silencios; y coleccionar y señalar dichas circunstancias es como intentar detener la plancha e impedir que el hierro caliente alise las arrugas  –recordando, frente a éste, que no somos criaturas indefensas.


lunes, 30 de agosto de 2021

Sin Trampa ni Cartoon

Hoy es mi cumpleaños, dicen. He soplado una vela en una tartaleta apta para diabéticos que sirven en esas ocasiones. Voces desentonadas y rotas, como ánforas de excavación arqueológica, han intentado un "cumpleaños feliz" que no ha llegado a culminar. Eso ha sido tras el puré y las albóndigas, todo del mismo color y sabor, propuestas nada sorprendentes del menú de hoy, como todos los miércoles. 

Después las cuidadoras han ido recogiéndonos para reposar en las habitaciones o salir un rato al jardín, en espera de la hora de visita. A mi me da igual, no espero a nadie. Me iré a dormir. 

Al pasar por el vestíbulo, de camino a la galería de habitaciones, me he parado en el espejo de la consola. He querido comprobar que los dientes no tienen ningún residuo, y que mi pelo está bien peinado. Tiendo a pasarme la mano una y otra vez por el cabello, aún ensortijado pero blanco y raído, como las mantas de mi cama. 

Ya nada queda. Nada de mi pelo corto a lo Bob cut, con algún caracolillo agraciando mi frente despejada. Dos líneas onduladas se dibujan ahora en lugar de mis labios rojos y carnosos, maquillados profusamente cada vez que salía a escena. Mis piernas, que ahora arrastro con unos pies calzados con unas zapatillas de paño, eran torneadas entonces y sabían llevar unas medias de nylon negro con costuras impecables, rectas como la moral que sobrevino pocos años más tarde. Un lunar en mi mejilla, 
resaltado con lápiz negro. Unas cejas arqueadas y perfiladas, muy finas. Esos vestidos cortos que realzaban mis curvas y que volvían locos a mi amantes y sobre todo a mi creador y mecenas. Ese cuerpo, ese, es ahora una masa amorfa, un cilindro contenido en batas de poliéster, de colores tristes, propios de los días de la Gran Depresión. Siento que me estoy desdibujando. 


Tillie Olsen

Tillie Lerner Olsen (Wahoo, 14 de enero de 1912 - Oakland, 1 de enero de 2007)​ fue una escritora estadounidense, destacada por ser una de las primeras feministas y por haber dado voz a la clase obrera americana.

Tillie Olsen, de familia de inmigrantes rusos, nació el 14 de enero de 1912. Sus padres, Samuel e Ida, eran activistas políticos en la revolución de 1905 y se vieron obligados a huir a Estados Unidos cuando su padre escapó de la prisión. Allí, se inscriben en el partido socialista, donde su padre será secretario durante un tiempo.

Tillie era la segunda de seis hermanos, todos recibieron una educación política. En 1927, Tillie tuvo que dejar los estudios para empezar a trabajar y, en 1930, se inscribe en el Partido Comunista. A mediados de los años 30, se asocia a la Young Communist League y encuentra trabajo en la redacción del New Masses y del Daily Worker. Fue detenida en 1932 y 1934 por participar en manifestaciones junto a sindicalistas y repartir panfletos. En los años 60, tuvo la oportunidad de trabajar como escritora en varias universidades americanas, como el Amherst College, la universidad de Stanford, el MIT y el Kenyon College.

A lo largo de su vida, recibió numerosos premios literarios y seis laurea honoris causa, y las becas National Endowment for the Arts y Guggenheim.​ También recibió el Rea Award for the Short Story en 1994.

Murió el 1 de enero de 2007.

Tillie Olsen comenzó una novela con solo 19 años, donde trataba los retos de las circunstancias sociales y políticas de su tiempo y los de su propia vida. En 1934 se publicó el primer capítulo, en The Partisan Review, lo que le valió el interés de la editorial Random House. Dejó el libro de lado para dedicarse al trabajo, sus hijos y el cuidado de su casa, aunque fue publicado, inacabado, en 1974 con el título de Yonnondio: From the Thirties.

Su primer libro publicado fue Tell me a Riddle, en 1961. Era una colección de cuatro historias cortas, unidas entre sí por los personajes de una familia. La obra fue galardonada con el premio O. Henry Prize en el mismo año.

Aunque Tillie Olsen publicó pocos libros, su obra fue muy influyente por el tratamiento de las vidas de las mujeres y la pobreza. Su trabajo recibió un gran reconocimiento por su actividad social y política. La influencia de Olsen en la ficción feminista americana ha sido a veces traducido en una interpretación simplista de su trabajo.


viernes, 27 de agosto de 2021

Un Destripador de Antaño

En la aldea gallega de Tornelos vive Minia, una adolescente huérfana que reside en un molino junto a sus tíos, Juan Ramón y Pepona, y sus primos, Melia y Andrés.

Con el negocio en decadencia, Pepona se dirige hacia Compostela para pedir un perdón de renta al señor del lugar. En el camino se encuentra con su amiga Jacoba, quien viaja para que un boticario, Don Custodio, cure a su marido con un ungüento hecho con untos de moza con el que, parece ser, hace mucho dinero.

Es la historia de un rumor, de una leyenda que se genera en torno a los ingredientes que emplea un boticario para elaborar sus medicinas. Más allá del relato tremendista, el interés de esta historia consiste en que su autora consiguió hilvanar un argumento a partir de tipos, motivos y elementos provenientes de la literatura tradicional. Serán esos elementos los que se analizarán en el presente artículo, que se encamina, además de al estudio de un relato de Pardo Bazán, al análisis intertextual entre el cuento y otros géneros de la tradición oral.

La gran escritora Emilia Pardo Bazán escribió este cuento largo en el año 1890, aparecido por primera vez en la publicación “La España Moderna”.

Tras una introducción con citas a Ernst Theodor Amadeus Hoffman y a Victor Hugo vía Quasimodo, la autora gallega nos invita a ser valientes y a penetrar en “la zona de la sombra del alma”.

El relato, ambientado en los inicios del siglo XIX, destaca, además de por la maestría narrativa y léxica de Pardo Bazán (probablemente la mejor narradora femenina en español de la historia), por la atmósfera de horror gótico en un ambiente rural gallego muy bien definido en aspectos de paisaje, conducta, costumbres…

La protagonista es una especie de Cenicienta convertida en mártir de la ignorancia y la maldad en un vínculo entre religión y superstición.

La escritura de Emilia es maravillosa, fluida a pesar del énfasis en el detalle, de las minuciosas descripciones.

Su realismo, aquí con la referida atmósfera gótica y con base de leyenda, posee trazos de ironía y lírica de influencia cervantina con creación de personajes singulares, con cuerpo.

El relato parece tener como fin el peligro de la superstición y la ignorancia propagado por el imaginario colectivo, convirtiendo en crimen un chisme, una difamación, una mentira… la estupidez como instrumento de tragedia.


lunes, 23 de agosto de 2021

Un Tipo Peculiar

(A Santos Gómez. Padre, amigo, maestro. In memoriam).

Miguel Gómez


      «Un cigarrito, y subo», se dijo Fabián, recién regurgitado de las entrañas del hospital.

      Se fumó tres,  encendiendo cada uno con la brasa del anterior.

      Según pisaba la colilla del último sobre la gravilla del suelo, todavía rebuscó dentro de la cajetilla aplastada de su bolsillo, a la desesperada, por si se le había escapado alguno. Calculó que tenía que estar vacía, y vacía la encontró. Recogió las colillas del suelo, y las metió en la cajetilla. Fueron a parar a una  papelera al lado del banco que ocupaba. No tuvo que levantarse para alcanzarla.

      Tendría que subir ya. Con los cigarrillos se le habían acabado las excusas para seguir ahí sentado. Su padre descansaba en una habitación de la cuarta planta tras una yincana de pruebas, de acá para allá, por todo el hospital, durante toda la noche. Un vial de lorazepam, sumado al cansancio de la excitación nerviosa pasada, lo habían puesto fuera de la circulación por unas horas.

      A medida que la noche avanzaba y la camilla de su padre era transportada por las entrañas del recinto, los diagnósticos que Fabián recibía acerca de lo que pasaba no dejaban de empeorar. Desde la primera hipótesis, una bronquitis mal curada, se había llegado a un cáncer de pulmón, cuya gravedad definitiva estaba por determinar, pero que tenía un mal pronóstico.


jueves, 19 de agosto de 2021

La Casa de los Deseos

La Casa de los Deseos (The Wish House) es un relato fantástico del escritor británico Rudyard Kipling (1865-1936), publicado originalmente en la edición de octubre de 1924 de la revista MacLean’s Magazine, y luego reeditado en la antología de 1926: Débitos y créditos (Debits and Credits).

La Casa de los Deseos, quizás uno de los cuentos de Rudyard Kipling menos conocidos, narra la historia de dos mujeres —en el oscuro dialecto de Sussex— y una casa con propiedades asombrosas. Según dicen, la casa es capaz de cumplir cualquier deseo, no importa cuán improbable éste pueda ser. Sin embargo, cambiar el destino implica también cambiar el recorrido que nos lleva hasta él, de modo tal que incluso el deseo menos egoísta, como evitarle un gran dolor a un ser querido, puede hacer que este recaiga sobre nosotros. Aceptarlo o no ya no es una cuestión de deseo, sino de voluntad.

Kipling en muchos de sus cuentos abordó lo sobrenatural, que siempre se revela gradualmente, a diferencia de los cuentos de Poe. En La Casa de los Deseos una mujer refiere a otra mujer una historia mágica y dolorosa; ambas son demasiado humildes para el asombro; aceptan lo increíble con la misma resignación con que aceptan los hechos cotidianos.


martes, 17 de agosto de 2021

If

 

«Si... » (originalmente "If—") es un poema escrito en 1895 por el autor inglés Rudyard Kipling que conforma las reglas del comportamiento británico. Está escrito en un tono paternal, como un consejo para el hijo del autor, John.​ «Si...» es un ejemplo literario del estoicismo de la época victoriana.

Fue publicado por primera vez en el «Brother Square Toes», capítulo de Rewards and Fairies, colección de poemas y relatos de Kipling de 1910. Como también ocurriera con Invictus, obra de William Ernest Henley, se trata de una memorable evocación del estoicismo de la era victoriana. Su reconocimiento internacional queda patente por el gran número de versiones y parodias que ha inspirado, así como por la amplia popularidad que todavía hoy tiene especialmente entre los británicos (tal es así que fue votado el poema favorito de los británicos en una encuesta organizada por la BBC en 1995). Uno de sus versos, «If you can meet with Triumph and Disaster and treat those two impostors just the same» («Si te encuentras con el Triunfo y la Derrota y a estos dos impostores los tratas de igual forma») está escrito en la pared de la entrada de jugadores de la pista central del torneo británico de tenis de Wimbledon. El poema completo fue leído por Roger Federer y Rafael Nadal para un vídeo promocional de la final masculina de Wimbledon de 2008.

Según el propio Kipling en su autobiografía Something of Myself, publicada póstumamente en 1937, el poema fue inspirado por el Dr. Leander Starr Jameson, quien en 1895 lideró una incursión de las fuerzas británicas contra los Bóeres en Sudáfrica, que por ello fue llamada la «Incursión de Jameson».3​ Este evento incrementó las tensiones que finalmente desembocaron en la Segunda Guerra Anglo-Bóer. La prensa británica, sin embargo, retrató a Jameson como un héroe en medio del desastre.

«Si...» ha sido traducido a numerosos idiomas. Es digno de destacar la traducción al idioma birmano, la lengua hablada en la ciudad en la que se desarrollaba otra obra maestra de Kipling, «Mandalay». Fue traducido por la ganadora del Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi. Otro ganador del Premio Nobel, el yugoslavo Ivo Andrić, también tradujo dicho poema a su lengua madre.


sábado, 14 de agosto de 2021

La Recepcionista

4.623 “le acompaño en el sentimiento”. 3.233 “siento mucho su pérdida”. 2.025 “vamos a echarle de menos”, 1.902 “era una gran persona” y un gran puñado de “comparto su dolor”. 

He aquí la receta exacta de la muerte. Concretamente de la mía. Miro atrás y ahora veo claramente quienes han sido mis asesinas silenciosas, las auténticas responsables de mi muerte en vida. Me resulta curioso a la vez que terrorífico cómo éstas aparentemente inocentes cinco frases, repetidas día a día, pudieron volverme una especie de zombi. Palabras, no eran más que palabras. ¡Y pensar que seguimos creyendo en su inocencia, tal vez por intangibles, por etéreas, cuando en verdad su peligrosidad es mucho mayor que un cuchillo bien afilado o el polonio 210! Cierto es que eran palabras de consuelo, simple apoyo emocional que no ha dejado de salir a borbotones de mi boca durante los últimos veinte años que llevo trabajando aquí. Día tras día, familia rota a familia rota, he estado acompañando los sentimientos de todos los que me rodeaban sin ni siquiera conocerlos. Y no, no hablamos aquí de sentimientos agradables, de los que contagian felicidad y alegría, sino los más incómodos y taciturnos que emanan de la siempre durísima despedida a un ser querido. 

Y es que, pensándolo bien, quizá la responsable de todo esto haya sido yo misma. Dicen que ya desde niña fui siempre demasiado responsable. Que en los días amables de colegio, la caligrafía se convirtió en todo mi mundo, que no dejaba de practicar cada minuto que encontraba para conseguir una letra impecable. Asimismo parece que enfrentaba todas las demás tareas con las que me tocó lidiar a la vez que crecía, ya que éstas siempre te imitan, creciendo cuando tú lo haces y decreciendo cuando empiezas a menguar. Sé bien de lo que hablo.  


martes, 10 de agosto de 2021

Batard

Bâtard (Bâtard) es un relato fantástico del escritor norteamericano Jack London, publicado en 1902 bajo el título: Diablo, un perro (Diable, a dog), y reeditado en 1904 para la revista The Cosmopolitan, donde adquirió su forma definitiva.

Bâtard -significa Bastardo en francés- narra la historia de Black Leclère y Bâtard, dos demonios encarnados en un hombre y en un híbrido perro-lobo, quienes se odian intensamente, aunque, en apariencia, mantienen la típica relación entre hombre y perro.

Muchas colecciones de cuentos ubican a Bâtard como un relato de hombres lobo, lo cual no es del todo preciso. Bâtard es un híbrido hijo de un lobo y una husky, aunque posee todas las cualidades nefastas de los licántropos, ya que su espíritu proviene del mismísimo averno.

Black Leclere evita las oportunidades de vender a su perro infernal, porque sospecha que éste lo asesinará. Por el otro, Bâtard se rehúsa a escapar de su amo. En el fondo sabe que la ocasión de cebarse en su sangre está cerca. Como decíamos, Bâtard significa Bastardo en francés. También suele utilizarse para referirse al diablo en su formato canino.



viernes, 6 de agosto de 2021

El Miedo

El cuento titulado “El miedo” se publicó por primera vez el 27 de enero de 1902 en el periódico El Imparcial. Valle-Inclán lo incluyó, apenas sin variantes, en todas las ediciones de los Jardines (Jardín umbrío y Jardín novelesco) hasta la última de 1920. Además fue pródigamente reproducido en numerosos periódicos y revistas de la época. Si contamos la inclusión del cuento en Flores de almendro, una cuidada e importante recopilación de todas las novelas cortas y los cuentos publicados en libro, realizada por Juan B. Bergua en 1936, dos meses después de la muerte de don Ramón, pero que había merecido su visto bueno, “El miedo” fue editado veinte veces en vida de Valle-Inclán.La mayoría de los cuentos de Jardin umbrío se presentan en una forma narrativa que participa de los rasgos estructurales de lo que conoce como Memorias: relatos con presencia del narrador, escritos en primera persona, aunque esto no signifique que sea una persona pura, es decir el propio autor, puesto que eseyo es tan inventado como cualquier otro personaje de ficción. Es este el tipo más corriente de narración, la narración a posteriori, es decir, relatos que miran el pasado a partir del presente. Esto sucede en “El miedo”: la narración de un suceso pasado contada en primera persona por un yo ficticio desde una larga distancia temporal y espacial. Cuando el que narra es el propio protagonista de la fábula, como en el cuento que nos ocupa, nos encontramos con lo que en narratología se conoce como un relato autodiegético. Y hay que resaltar que en nuestro caso la participación del protagonista es continua y fundamental en el relato y que todo el suceso se focaliza únicamente a través de sus ojos.

La acción se desarrolla según el esquema clásico de presentación, nudo y desenlace. La presentación o introducción, muy breve, ocupa la mitad del primer párrafo, y es una declaración del anciano yo narrador-protagonista previa a los hechos que se van a narrar. El nudo, la parte central y la mas extensa, cuenta el incidente que provoca el pánico al protagonista, origen del título del cuento, durante su vigilia en la capilla del pazo solariego. En la página y media final, sobreviene el desenlace: el conflicto se resuelve drásticamente protagonizado por la figura, llena de empaque y autoridad, del Prior de Brandeso. Una breve conclusión pone término final al cuento; se trata de la reflexión moral del narrador-protagonista con una referencia a la muerte que enlaza con la introducción y configura el carácter circular o cerrado del relato.

Destaca en “El miedo” la cuidadosa y morosa presentación de la escenografía en la que se va a desarrollar la acción: la capilla del pazo de Brandeso, con el retablo, el sepulcro y la lámpara, descritos con prosa recamada en un juego de luces y colores, de joyeles, de túnicas bordadas de oro, de áureos racimos muy al gusto decorativista parnasiano y que se contraponen a las sombras ambientales del recinto. Las sensaciones auditivas y visuales cobran singular relieve, especialmente aquellas que van a servir para conseguir una atmósfera de misterio, tétrica y sobrecogedora en aquel ambiente húmedo y crepuscular de la capilla tenebrosa y resonante, apenas iluminada por la luz de la lámpara (elemento varias veces recurrente), los rezos que resonaban hondos y tristes, los murmullos, los suspiros, el viento que mecía la cortina de un alto ventanal, la luz de la luna pálida y sobrenatural…

Esta ambientación crepuscular es una preparación previa, magistral y cuidadosamente elaborada y recreada, para sumergir al lector en un escenario propicio a la aparición de fenómenos inexplicables en el desarrollo y posterior desenlace de los acontecimientos; ambientación que se rompe hacia la mitad del cuento, en el instante preciso en que suenan los gritos de las niñas en la capilla y el protagonista se despierta sobresaltado.

Tres son los personajes del relato. El protagonista, futuro granadero del rey, es muy joven -apenas le apuntaba el bozo- y aparece parco en palabras, sumiso y obediente, inexperto, inseguro, temeroso y cobarde. Como ya hemos indicado es, al mismo tiempo, el narrador de la historia que, desde la vejez, refiere un suceso que se le ha quedado indeleblemente grabado. Aquel hecho y las rotundas palabras finales del Prior, siempre presentes, le sirvieron para nunca más sentir miedo y sonreír a la muerte como a una mujer en su larga y valerosa vida de militar.

La madre del protagonista, la señora del pazo, es apenas sugerida mediante breves pinceladas más narrativas que descriptivas, pero que manifiestan una personalidad fuerte y segura que, sin la presencia del marido supuestamente difunto, dirige y decide el futuro de su hijo, organiza su confesión, se muestra muy piadosa y, en definitiva, desencadena los hechos que provocan el terror del protagonista. Las niñas son personajes desdibujados con una función simplemente decorativa -como las rosas que han recogido en el jardín para adornar el altar- con sus vestidos albos, sus sombras blancas, sus cabelleras sueltas. En el momento crucial del relato estos personajes, la madre y las niñas, desaparecerán de la escena para dejar solo al joven protagonista, sobrecogido por el horror y el miedo.

El tercer personaje es el Prior de Brandeso, una especie de monje-soldado en el que, frente a la cobardía y el miedo del futuro granadero, se evidencian la autoridad y el poder del mundo eclesiástico y la impasibilidad y firmeza del militar ante una situación terrorífica -había sido Granadero del Rey en sus años juveniles. Uno de los aciertos del cuento es la magistral irrupción del Prior, su presentación y su actuación. Impresiona la figura segura y llena de empaque, rodeado de sus lebreles; con el vuelo de sus hábitos talares blancos. La voz grave y solemne, los gestos decididos e intransigentes, dinamizan la acción y la precipitan rápidamente hasta el obligado enfrentamiento del joven protagonista con la pavorosa situación. La reacción de este y las palabras tajantes del inflexible clérigo ponen punto final a la escena. Se trata, pues, de una figura poderosa que llena con toda su fuerza la escena y la dota de un dinamismo que contrasta con la situación anterior más estática El componente dialógico, la rapidez de la acción y la tensión explican el tono fuertemente dramático de esta última parte de “El miedo”.

El cuento “El miedo” participa de la voluntad de estilo característica de cualquier obra literaria de Valle-Inclán. Hay, por lo tanto, un cuidado estilístico que se percibe desde el comienzo hasta el punto final, pero no se aprecia, tanto como en otras obras de esta primera etapa, la preeminencia formal sobre la fábula contada. Prima aquí la historia en sí, y el estilo únicamente pretende potenciarla, estar al servicio de ella. La descripción de la capilla, -el lugar, el ambiente y el momento- está, como ya hemos indicado, literariamente muy cuidada, pero como una preparación de la escenografía para enmarcar en ella la situación dramática posterior, es decir, en función del desenlace del cuento, mucho más directo y efectivo.

En el conjunto de la narración predominan las frases cortas, y en el uso de las figuras retóricas se distinguen varios símiles o comparaciones (“labrado como joyel de reyes”; “que parece al mensajero de la muerte”; “albos como el lino de los paños litúrgicos”; “las estrellas se encendían y se apagaban como nuestras vidas”), alguna metáfora (“la luz de la lámpara…tenía el tímido aleteo de pájaro prisionero”), personificaciones (“la tarde agonizaba”; “una sombra que rezaba”) y el uso muy abundante del grupo binario de adjetivos (“la faz de la luna, pálida y sobrenatural…”; “Una voz grave y eclesiástica”; “La voz …trémula y asustada”; “Arrogante y erguido”; “El hueco, negro y frío”;. “Hueco y liviano son”; “árida y amarillenta calavera”). Curiosamente el uso del triple adjetivo, tan característico del estilo de Valle, en este cuento sólo se aprecia en tres ejemplos (“los lados del rostro iguales, tristes y nazarenas”; “La capilla era húmeda, tenebrosa, resonante”; “Los rezos resonaban…hondos tristes y augustos”).

“El miedo” es una narración que manifiesta las características propias de todo buen cuento literario: la concentración e intensidad, la tensión, la unidad de efecto de la que hablaba Poe y el contundente golpe final. Está considerado como uno de los mejores y más famosos cuentos de su autor y por esta razón ha sido incluido frecuentemente en las antologías de la obra de Valle-Inclán y en las principales selecciones de relatos españoles del siglo XX”.


Miguel Díez R. (mikdiez@gmail.com).

https://narrativabreve.com/2014/01/analisis-cuento-valle-inclan-miedo.html



Ramón María del Valle-Inclán

Ramón María Valle Peña (Villanueva de Arosa, 28 de octubre de 1866-Santiago de Compostela, 5 de enero de 1936), también conocido como Ramón del Valle-Inclán o Ramón María del Valle-Inclán, fue un dramaturgo, poeta y novelista español, que formó parte de la corriente literaria denominada modernismo. Se le considera uno de los autores clave de la literatura española del siglo xx.

Novelista, poeta y autor dramático español, además de cuentista, ensayista y periodista. Destacó en todos los géneros que cultivó y fue un modernista de primera hora que satirizó amargamente la sociedad española de su época. Estudió Derecho en Santiago de Compostela, pero interrumpió sus estudios para viajar a México, donde trabajó de periodista en El Correo Español y El Universal. A su regreso a Madrid llevó una vida literaria, adoptando una imagen que parece encarnar algunos de sus personajes. Actor de sí mismo, profesó un auténtico culto a la literatura, por la que sacrificó todo, llevando una vida bohemia de la que corrieron muchas anécdotas. Perdió un brazo durante una pelea. En 1916 visitó el frente francés de la I Guerra Mundial, y en 1922 volvió a viajar a México.

Respecto a su nombre público y literario, Ramón del Valle-Inclán es el que aparece en la mayoría de las publicaciones de sus obras, así como en los nombramientos y ceses de los cargos administrativos institucionales que tuvo en su vida. El nombre «Ramón José Simón Valle Peña» solo aparece en los documentos de la partida de bautismo y del acta de matrimonio. Como Ramón del Valle de la Peña solo firma en las primeras colaboraciones que realiza en su tiempo de estudiante universitario en Santiago de Compostela para Café con gotas. Semanario satírico ilustrado. Con el nombre de Ramón María del Valle-Inclán se le encuentra en algunas ediciones de ciertas obras de su época modernista,​ así como en un texto igualmente de su época modernista, que responde a una particular «autobiografía».​ No solo él mismo toma a veces este nombre durante esta época literaria, sino que también Rubén Darío igualmente así le declama en la «Balada laudatoria que envía al Autor el Alto Poeta Rubén» (1912).​ Por otra parte, tanto en la firma ológrafa que aparece en todos sus textos manuscritos, como en el membrete del papel timbrado que utiliza, solo indica Valle-Inclán, a secas.

lunes, 2 de agosto de 2021

El Escarabajo de Oro

"El Escarabajo de Oro" es un cuento del escritor estadounidense Edgar Allan Poe. Fue traducido al castellano y publicado por primera vez en junio de 1843, en el Philadelphia Dollar Newspaper, después de que Poe ganase un concurso de relatos cortos convocado por el propio periódico, que además estaba premiado con 100 dólares. Su lenguaje es sencillo pero con muchas alusiones a obras de otros autores, a citas de autoridad, y un criptograma.

La aventura ocurre en el siglo XVIII, en la isla de Sullivan, Carolina del Sur. El narrador relata un suceso de la amistad que entabló con William Legrand (un hombre solitario), quien vivía en la isla con un ya liberado sirviente llamado Júpiter. En una de sus visitas a su amigo Legrand, el melancólico hombre le comentó que había encontrado un escarabajo que parecía de oro. Legrand dibujó el insecto en un pergamino y lo entregó a su amigo para que lo observara, pero su allegado solo atinó a decir que el dibujo parecía una calavera. Legrand, malhumorado, tomó el pergamino y lo examinó; finalmente guardó el pergamino en un cajón. Su amigo, al percatarse del estado de ánimo de Legrand, decidió marcharse.

Después, el amigo recibió la visita de Júpiter, el cual le comentó que su amo estaba enfermo porque se comportaba de una forma extraña; además, expresó que parecía obsesionado con el escarabajo de oro y que tal vez su comportamiento se relacionaba con la picadura de ese animal. Legrand envió con Júpiter una nota a su amigo, en donde le comentaba que no se sentía bien y que por favor le fuera pronto a ver.

Cuando regresaron a la cabaña de Legrand su amigo constató el alterado estado mental de aquel solitario, enseguida Legrand le mostró el escarabajo y le propuso que lo acompañara a una expedición que haría con Júpiter, a él le pareció absurda la idea pero de todas formas, lo acompañó. Después de dos horas de recorrido llegaron al lugar en el que deseaba estar Legrand (durante la caminata Legrand no ofreció explicación alguna, actitud que preocupaba cada vez más a su amigo) en aquel sitio pidió a Júpiter que trepara en un árbol llevando con él al escarabajo, Júpiter subió y encontró una calavera, Legrand le indicó que por el ojo izquierdo de la calavera dejara caer el escarabajo (Júpiter realizó lo ordenado) y excavaron ¡Por fin después de un rato encontraron unos esqueletos y un baúl que contenía un tesoro!.

Legrand le recordó que la noche en que él dibujó el escarabajo de oro en el pergamino y se lo enseñó, su amigo afirmó que parecía una calavera, Legrand observó de nuevo el pergamino y se percató de que la figura que su amigo miraba, era efectivamente una calavera, pero que él no la había dibujado… le cuenta que observó con detenimiento el pergamino, recordó que lo encontró en la playa cerca del escarabajo y lo utilizó para envolver al animal; analizó que en la época de los piratas utilizaban pergaminos y el símbolo empleado por estos era una calavera; por esta razón concluyó que el pergamino podía ser una guía para encontrar un tesoro escondido. También recordó que la imagen de la calavera apareció cuando su amigo acercó el pergamino al calor del fuego producido por la chimenea y se le ocurrió que si lo acercaba de nuevo al calor tal vez aparecerían más datos para aclarar el enigma; efectivamente así sucedió.

El pergamino reveló más información que analizó y descifró en poco tiempo. Para Legrand la explicación de los cadáveres en la fosa indica que el pirata (Kidd) dueño del tesoro, asesinó a sus cómplices para proteger el secreto de la ubicación del botín. Finalmente Legrand le confiesa a su amigo que la idea de dejar caer a través del ojo de la calavera el escarabajo, era una forma de castigarle por pensar que él estaba loco.

El mensaje decodificado y traducido es el siguiente:


"Un buen cristal en el hostal del obispo en la silla del diablo

cuarenta y un grados y trece minutos nororiente y por el norte tronco principal

séptima rama lado oriental disparar el ojo izquierdo de la cabeza de muerto

una línea de abeja del árbol a través del tiro quince metros fuera."


En el inicio, aparece un planteamiento: se narra la visita del narrador a Legrand, su relato del descubrimiento que ha realizado y cómo le pide ayuda al narrador mediante la carta de Júpiter. En el nudo trata sobre la empresa para encontrar un supuesto tesoro que ha encontrado William Legrand. En el desenlace, por su parte, se narra cómo encuentran ese tesoro y cómo Legrand revela al criado y a su amigo las pistas de la ubicación del tesoro, y a quién pertenecía.

El relato influyó a unos pocos escritores de misterio y aventuras. Entre ellos, a Robert Louis Stevenson en La isla del tesoro; Montague Rodhes James en El secreto del abad Thomas, Arthur Conan Doyle en El ritual de los Musgrave e Isaac Asimov en The key.


jueves, 29 de julio de 2021

Anselmo

El siguiente texto escrito por Raúl Valiente García, es la versión extendida del relato ganador del Primer Premio del XXVII concurso de narraciones cortas "Villa de Torre Pacheco" celebrado en el año 2020. Una versión reducida de dicho relato fue la que se presentó a concurso.


      Tras sesenta años fumando, su respirar sibilante enturbiaba las sombras difusas de los recuerdos. Ese jadeo perpetuo y el hábito de fumar eran presencias que, pese a intentarlo incontables veces, no había conseguido dejar atrás, aunque Anselmo era consciente de que no siempre su pecho sonó de esa manera, con el silbido agudizándose cada año transcurrido, con cada cigarro consumido. Más derrumbado que sentado, acariciado por el sol y la brisa, recordaba con claridad su juventud, lejana ya. Entonces respiraba vigorosamente y sus recias inspiraciones se imponían a la tierra que trabajaba de sol a sol, abriéndola en canal con su azada. En aquel pasado, el mundo entero se hacía a un lado ante su ímpetu y cualquier desafío estaba a su alcance. María, su mujer, no supo ni quiso resistirse a aquella energía animal, primaria, que la preñó cuatro veces antes de cumplir los veinticinco. A pesar de esa fortaleza, Anselmo, igual que ella, nunca superó la muerte del segundo de sus hijos, arrasado por una enfermedad hoy ya sometida. Así y todo pelearon, unas veces ganaron, otras perdieron y cada noche, apretujados en la cama, repasaban el saldo que arrojaban sus desvelos. Con prudencia, esquivaron casi siempre los números rojos en el balance de su matrimonio y supieron encauzar a los tres hijos restantes, aventurándose menos de lo deseado. Dejaron el pueblo una vez, es cierto, pero no tardaron en volver a cobijarse bajo las sábanas de las que habían desertado apenas dos años antes, congraciándose con las tierras de las que renegaron y con unos padres que no comprendieron su huida. 


lunes, 26 de julio de 2021

¡Oh Capitán! ¡Mi Capitán!

¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! (en inglés: Oh Captain! My captain!) es un poema de Walt Whitman escrito en homenaje a Abraham Lincoln, presidente de EE.UU., después de su asesinato en 1865. Se publicó por primera vez el mismo año en un apéndice adjunto a la última versión de Hojas de hierba, su obra maestra.




Texto y traducción

El poema original

O Captain my Captain! our fearful trip is done;
The ship has weather’d every rack, the prize we sought is won;
The port is near, the bells I hear, the people all exulting,
While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring:

But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.

O Captain! my Captain! rise up and hear the bells;
Rise up—for you the flag is flung—for you the bugle trills;
For you bouquets and ribbon’d wreaths—for you the shores a-crowding;
For you they call, the swaying mass, their eager faces turning;

Here Captain! dear father!
This arm beneath your head;
It is some dream that on the deck,
You’ve fallen cold and dead.

My Captain does not answer, his lips are pale and still;
My father does not feel my arm, he has no pulse nor will;
The ship is anchor’d safe and sound, its voyage closed and done;
From fearful trip, the victor ship, comes in with object won;

Exult, O shores, and ring, O bells!
But I, with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
Traducción al español

¡Oh, Capitán, mi Capitán! Nuestro azaroso viaje ha terminado;
El barco capeó los temporales, el premio que buscamos se ha ganado;
Cerca está el puerto, ya oigo las campanas, todo el mundo se muestra alborozado,
la firme quilla siguen con sus ojos, el adusto velero tan audaz.

Pero, ¡Oh, corazón! ¡Corazón! ¡Corazón!
Oh, se derraman gotas rojas
en la cubierta donde yace mi Capitán
caído, frío y muerto.

¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Levántate y escucha las campanas;
levántate —por ti la enseña ondea— por ti suena el clarín;
por ti son las guirnaldas y festones —por ti se apiñan gentes en la orilla;
por ti claman, la inquieta masa a ti se vuelve ansiosa.

¡Escucha, Capitán! ¡Querido padre!
Te pongo el brazo bajo la cabeza;
Un sueño debe ser que en la cubierta
hayas caído frío y muerto.

Mi Capitán no contesta, están sus labios pálidos e inertes;
Mi padre no es consciente de mi brazo, no tiene pulso ya ni voluntad.
El barco sano y salvo ha echado el ancla, el periplo por fin ha concluido;
del azaroso viaje, el barco victorioso regresa logrado el objetivo.

¡Exultad, oh, costas!, y ¡sonad, oh, campanas!
Mas yo, con paso fúnebre recorro
la cubierta donde yace mi Capitán
caído, frío y muerto.

viernes, 23 de julio de 2021

Los Cicerones

El hecho central que se encuentra en cada artículo, entrada de enciclopedia y ensayo sobre Robert Aickman es que se refirió a su ficción como "historias extrañas". Nunca dejó en claro lo que eso significaba. Sin embargo, lea lo suficiente de su trabajo y el término se define a sí mismo.

Lo que hace que una historia sea "extraña", en el sentido de Aickman, es su ambigüedad no resuelta. Los eventos que describe pueden ser el resultado de lo sobrenatural, o explicables en términos cotidianos, o un relato simbólico de conflictos inconscientes; el lector nunca recibe suficiente información para sacar una conclusión definitiva. Esto es lo que hace que los escritos de Aickman sean tan poderosos como incómodos. A los fanáticos de las tramas ordenadas no les gustarán. Es probable que el resto de nosotros seamos absorbidos.

“Los Cicerones” es la perfecta y concisa introducción a Aickman. Un turista británico llamado John Trant está de vacaciones en Bélgica, no por amor a los gofres o por su deseo de poner a prueba sus habilidades holandesas, sino casi por accidente, “porque Bélgica estaba cerca y era tarde en la temporada, y porque nunca había estado allí ". Nos enteramos de que tiene 32 años, es soltero y se ve a sí mismo como bastante normal, excepto quizás en la forma sistemática en que organiza sus viajes. Esto es todo lo que aprendemos sobre Trant, pero es suficiente; tenemos la impresión de un hombre bastante superficial que vive según el reloj. Eso es lamentable para él, porque en las historias de Aickman los horarios bien definidos tienen la costumbre de ir irremediablemente mal.

A lo largo de "Los Cicerones" aparecen tres motivos. Nos los presentan casi de inmediato:

El primero es el silencio . Trant se sorprende repetidamente por lo poco natural que es la catedral, especialmente porque otras iglesias belgas que ha visitado han estado llenas de actividad.

El segundo motivo es el arte . A veces, "Los Cicerones" casi se lee como una serie de extractos de un catálogo de museo, uno en el que las pinturas son predominantemente representaciones medievales de martirios, y gráficos además. La acción también es como la de ver una exposición: detenerse, mirar, seguir.

El tercer motivo es la subjetividad de los puntos de vista . A lo largo de "Los Cicerones", Trant ve cosas que parecen de una manera cuando se ven desde cierto ángulo, pero que resultan ser radicalmente diferentes una vez que cambia de posición. Hay un ejemplo alarmante de esto desde el principio.

Estos motivos pueden dar a los lectores la idea de que algún tipo de orden oculto subyace a los eventos de la historia. Sin embargo, no estoy revelando nada cuando digo que la naturaleza de esta orden no les será revelada. Renuncia a eso antes de entrar.

Además, para señalar la increíblemente obvia: no son cicerones en “La Cicerones,” cuatro de ellos, de hecho. Se experimentan mejor dentro del contexto de la pieza.

Aickman sigue siendo un escritor de culto no solo por la naturaleza inusual de lo que escribió, sino también porque su trabajo es la antítesis de la ficción de terror convencional tal como se ha practicado durante los últimos cuarenta años. Sus historias son sutiles y asumen inteligencia por parte del lector. Aickman permanece fuera de sintonía con las tendencias editoriales comerciales en casi todos los sentidos, y esa es su fortaleza.

Finalmente, me gustaría dejarles con una cita de "Los Cicerones". Captura el tono de esta historia y la de los escritos de Aickman en general:

¿Qué es eso?" preguntó Trant, tomando la iniciativa y señalando. Justo al otro lado de la cripta, como parecía, y ahora visible para Trant por primera vez a través del bosque de columnas de colores, había algo que parecía parpadear y relucir con luz.

“Eso es al final”, respondió el niño. "Estarás allí pronto".


miércoles, 21 de julio de 2021

Robert Aickman

Robert Fordyce Aickman (27 de junio de 1914 - 26 de febrero de 1981) fue un escritor y conservacionista inglés . Como conservacionista, cofundó la Inland Waterways Association , un grupo que ha preservado de la destrucción y restaurado el sistema de canales interiores de Inglaterra . Como escritor, es mejor conocido por su ficción sobrenatural , que describió como "historias extrañas".

El escritor de su obituario en The Times , citado por Mike Ashley , dijo: "... su logro más sobresaliente y duradero fue como escritor de lo que él mismo llama 'cuentos extraños'. Les aportó su inmenso conocimiento de lo oculto, conocimientos psicológicos y una riqueza de antecedentes y caracterización que clasifican sus historias con las de MR James y Walter de la Mare ". El propio Ashley escribió: "Los escritos de Aickman tienen un gusto adquirido como los vinos finos. No tengo ninguna duda de que su trabajo siempre será desconocido para la mayoría de los lectores, y tal vez él lo hubiera querido de esa manera. Escribió lo que y cómo quiso, por expresión, no por popularidad. En otra de sus cartas me dijo: "He recibido una gran estima, pero nunca un gran éxito comercial, y por lo general me pregunto si alguna vez se volverá a publicar algo mío". ... Es asombroso que alguien de la estatura de Aickman tenga dificultades para vender su trabajo. Quizás ahora, demasiado tarde para el beneficio de Aickman, alguien tenga el sentido común de publicarlo ". Desde entonces, esta situación ha sido remediada por un extenso programa de reimpresiones de Aickman 's trabajo de Tartarus Press ,Faber y New York Review Books Classics.

lunes, 19 de julio de 2021

Aeternum

 Esta noche tengo frío, demasiado quizás. Hacía muchos siglos que no sentía nada igual. Ahora no soy más que un ser maldito, un hombre marginado por aquellas mismas personas que en su día me amaron. Por desgracia, y tras sufrir un cruel abandono, me transformé en un alma solitaria que ha vagabundeado entre océanos de brumas. En estos años he visto cómo se destruían las pocas esperanzas que tenía depositadas en la vida. Hace mucho frío, tanto que está sorbiendo hasta el tuétano de mis castigados huesos. Apenas puedo mover ya mis miembros. ¿Qué es la muerte sino un estado transitorio en el que el cuerpo se descompone mientras los gusanos devoran sin piedad cada rincón de las entrañas? Es una liberación para todos, salvo para mí, que reniego de mi pasado. Incluso los niños, las almas más puras que hay bajo el firmamento, no se acercan a mí desde la noche de los tiempos. ¡Yo los maldigo a todos y al que siempre se mostró tan magnánimo con ellos! Maldito sea también mi destino, un castigo que no quisiera ni el criminal más abominable que haya caminado sobre la faz de la tierra. ¿Y del amor? ¿Qué es lo que puedo decir? ¿No tenía acaso derecho a enamorarme de alguien que me salvara de mis pecados? ¡Qué no hubiera dado yo por acariciar los suaves cabellos de una mujer, mientras el viento nos arrastraba hacia el abismo! Ojalá hubiese podido besar la cálida mejilla de un rostro delicado ante el arrebatador sonido de las olas del mar. 

Yo, que tanto amé y que tantos sueños perseguí, ahora no soy más que un pálido recuerdo que se agita inerte sobre la tierra árida que me rodea. De entre todas las mujeres que conocí, sólo hubo una que logró penetrarme en lo más hondo de mi alma. Ella fue la única que no huyó horrorizada de mí, y, a pesar de mi condición inmortal y de que aquella pobre muchacha no pudiera estar a mi lado más que unos años, hicimos un intento desesperado por seguir juntos. Al principio sentí una dicha inmensa y creí que todos los sufrimientos padecidos habían merecido la pena tras descubrir un alma tan pura y noble. 


miércoles, 14 de julio de 2021

La Pata de Palo

Voy a contar el caso más espantable y prodigioso que buenamente imaginarse puede, caso que hará erizar el cabello, horripilarse las carnes, pasmar el ánimo y acobardar el corazón más intrépido, mientras dure su memoria entre los hombres y pase de generación en generación su fama con la eterna desgracia del infeliz a quien cupo tan mala y desventurada suerte. ¡Oh cojos!, escarmentad en pierna ajena y leed con atención esta historia, que tiene tanto de cierta como de lastimosa; con vosotros hablo y mejor diré con todos, puesto que no hay en el mundo nadie, a no carecer de piernas, que no se halle expuesto a perderlas.

Érase que en Londres vivían, no ha medio siglo, un comerciante y un artífice de piernas de palo, famosos ambos: el primero, por sus riquezas, y el segundo, por su rara habilidad en su oficio. Y basta decir que ésta era tal, que aun los de piernas más ágiles y ligeras envidiaban las que solía hacer de madera, hasta el punto de haberse hecho de moda las piernas de palo, co grave perjuicio de las naturales.

Acertó en este tiempo nuestro comerciante a romperse una de las suyas, con tal perfección, que los cirujanos no hallaron otro remedio más que cortársela, y aunque el dolor de la operación le tuvo a pique de expirar, luego que se encontró sin pierna, no dejó de alegrarse pensando en el artífice, que con una pata de palo le habría de librar para siempre de semejantes percances.