¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (en inglés: Do Androids Dream of Electric Sheep?) es una novela corta de ciencia ficción del subgénero ciberpunk del autor Philip K. Dick (1928-1982) publicada inicialmente en 1968. Fue adaptada libremente por Ridley Scott en la película Blade Runner de 19821 y posteriormente a su vez en su continuación Blade Runner 2049 de 2017. Dick murió en 1982, antes de que se estrenara la película de Ridley Scott.
La acción se sitúa en un mundo lleno de polvo radiactivo después de una guerra nuclear que terminó matando a la mayoría de los animales, esto lleva a que la gente tenga animales eléctricos. El protagonista es Rick Deckard, un expolicía y experto cazador de androides renegados, tarea a la que él mismo se refiere como retirar. En la historia tendrá que retirar a un grupo de androides de última generación, modelo denominado Nexus 6, que tienen como peculiaridad ser casi idénticos a seres humanos, que han llegado hasta la Tierra huyendo desde una colonia espacial debido a las terribles condiciones a las que estaban sometidos.
La novela, uno de los clásicos del autor, trata temas como el impreciso límite entre lo artificial y lo natural, la decadencia de la vida y la sociedad, y aborda diversos problemas éticos sobre los androides. También, dado su estética y descripciones de un mundo destruido, abandonado, donde la tecnología es omnipresente, dentro de la ciencia ficción se la puede enmarcar en el subgénero ciberpunk.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? transcurre en 1992 (2021 en algunas ediciones más recientes de la novela), varios años después de la lluvia radioactiva provocada por la Guerra Mundial Terminal, que destruyó gran parte de la tierra. Este polvo radiactivo que contamina gran parte de la tierra no se había originado en ningún país y no había sido previsto, y sin embargo, se había ido extendiendo hasta abarcar gran parte del globo.
Como consecuencia, las Naciones Unidas alientan y animan a la gente a emigrar a colonias fuera de la tierra para preservar a la raza humana de los efectos del polvo radiactivo producido por la guerra. La ONU utiliza medios como la televisión para promover la emigración, mediante frases como «¡Emigra o degenera! ¡Elige!». Uno de los incentivos es que cada familia que decida emigrar recibirá un androide sirviente hecho a medida. En la novela el término «androide» es usado generalmente para referirse a seres artificiales de composición biológica –«Androide Orgánico» según el libro—, sin embargo en la ciencia ficción moderna el término ha llegado a significar a máquinas no-biológicas, p. ej.: los robots.
Las personas que permanecen en la tierra viven en ciudades caóticas donde la radiación causa enfermedades y daña sus genes. Todos los animales están en peligro de extinción: el polvo radiactivo ha matado todas las aves y diezmado a las otras especies animales.
Tener y cuidar un animal se considera un símbolo de estatus social y una responsabilidad moral, dependiendo en la rareza de la especie. Los animales se compran y venden tomando como referencia el último número de la revista Sydney de aves y animales; los animales figuran allí con el precio del último ejemplar vendido. El alto coste de los animales reales hace prohibitivo para la mayoría de las familias tener uno así que eligen adquirir uno artificial para mantener su posición social. El protagonista de la historia, Rick Deckard, tenía una oveja que murió de tétanos y la remplazó por una réplica eléctrica del animal para mantener las apariencias. Las empresas encargadas de crear, reparar y atender animales eléctricos gozan de popularidad en esta sociedad. Preguntar si el animal del vecino es eléctrico se considera descortés, más aún que averiguar si los dientes, el pelo o los órganos internos de una persona son genuinos.
Los androides son usados en colonias humanas, principalmente la de Marte, pero muchos de ellos huyen a la tierra para escapar de la soledad del planeta rojo y para ser libres de la esclavitud a la que los someten los humanos. Se los fabrica con elementos completamente orgánicos y son físicamente indistinguibles de las personas. Funcionarios como Deckard rastrean y «retiran» androides fugitivos que generalmente se hacen pasar por humanos pues su estadía en la Tierra está prohibida. Luego de ser retirado se realiza una análisis de médula a los restos del androide para comprobar que no se haya asesinado a un ser humano. Debido a diferencias en el nervio vago, un androide puede suicidarse con sólo contener la respiración.
Es necesario para los cazadores de recompensas aplicar test como el de empatía de Voigt-Kampff para diferenciar humanos de androides. El test mide la reacción y el movimiento de los ojos en respuesta a disparadores emocionales, muchos de los cuales involucran maltrato a los animales. Como los androides no pueden sentir empatía, su respuesta emocional es significativamente diferente a la de los seres humanos, ya sea que en intensidad o en tiempo de respuesta. El test de Boneli, algo más sencillo, mide la velocidad de respuesta del Arco Reflejo que se produce en los ganglios superiores de la columna vertebral.
Otro de los instrumentos de la novela es el «Órgano de Ánimos Penfield», llamado así por el neurólogo Wilder Penfield, que induce emociones en los usuarios. El usuario puede marcar un número y experimentar de forma automática cierto humor o emoción. Ejemplos incluyen: «Conciencia de las múltiples posibilidades que el futuro me ofrece» (481), «Reconocimiento satisfactorio de la sabiduría superior del marido en todos los temas» (594), «Deseos de ver la televisión, no importa lo que haya» (888), «Descanso reparador y merecido» (670) y «Deseo de marcar» (3). Muchos usuarios tienen un programa diario de ánimos.
El icono cultural más significativo de la tierra es el «Amigo Buster», el jovial presentador del «talk show» de humor «El Show del Amigo Buster», que hace simultáneamente un programa de radio y televisión 23 horas al día, de donde algunos personajes en la novela infieren que se trata de un androide. Buster ataca frecuentemente en sus programas el mercerismo.
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