Orgullo y prejuicio (en inglés, Pride and Prejudice), publicada por primera vez el 28 de enero de 1813 como una obra anónima, es la más famosa de las novelas de Jane Austen y una de las primeras comedias románticas en la historia de la novela. Su primera frase es, además, una de las más famosas en la literatura inglesa: «Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.»
Es una novela de desarrollo personal, en la que las dos figuras principales, Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, cada uno a su manera y, no obstante, de forma muy parecida, deben madurar para superar algunas crisis, aprender de sus errores para poder encarar el futuro en común, superando el orgullo de clase de Darcy y los prejuicios de Elizabeth hacia él.
Es una de las obras más conocidas de la literatura inglesa, gracias a innumerables ediciones, algunas películas (como Orgullo y prejuicio, de 2005), reescrita incluso en forma de un musical de Broadway (1959).
La novela describe poco más de un año en la vida de un pequeño grupo de jóvenes en el campo cerca de Londres en el cambio de siglo (del XVIII al XIX), durante el reinado de Jorge III.
En el centro de esta sociedad se encuentra la adorable y muy alocada familia Bennet, con sus cinco hijas casaderas, de entre 15 y 23 años (de mayor a menor: Jane, Elizabeth, Mary, Kitty y Lydia). La señora Bennet ve el matrimonio como única esperanza para sus hijas, pues tras la muerte del señor Bennet las jóvenes quedarán abandonadas a su suerte cuando Williams Collins (primo de las muchachas y heredero de todo, debido a que la propiedad forma parte de un mayorazgo) tome posesión. El mayorazgo sólo se transmite por linaje masculino, de manera que, al fallecimiento del padre, la madre y las hijas perderán la mayor parte de la fortuna y el derecho a habitar la propiedad. La señora Bennet está muy emocionada por las noticias de la llegada de un hombre soltero "de considerable fortuna" (cinco mil libras anuales) al vecindario: Charles Bingley. El señor Bingley ha alquilado la finca Netherfield, donde planea establecerse temporalmente con sus dos hermanas, la señorita Bingley y la señora Hurst, así como su cuñado, el señor Hurst. La señora Bennet espera casar a alguna de sus hijas con el señor Bingley.
Poco después, Bingley y su grupo, que ahora incluye a su amigo íntimo, Fitzwilliam Darcy, acuden a un baile público en el pueblo de Meryton. Al principio, Darcy suscita admiración debido a su elegante figura y sus ingresos de diez mil libras al año. No obstante, rápidamente los vecinos lo consideran orgulloso, alguien que los desprecia como socialmente inferiores. De hecho así lo considera la familia Bennet, cuando Elizabeth Bennet oye a Darcy declinar la sugerencia de Bingley de que la saque a bailar, pues no la encuentra suficientemente hermosa para merecer su atención. Este comentario la hiere en su orgullo y aprovecha cualquier ocasión para hacer uso de su ingenio, permitiéndose ironías que bordean lo admisible en una joven. Bingley, por su parte, resulta muy agradable, baila con varias de las jóvenes disponibles en el lugar, pero desde el principio muestra una decidida admiración por Jane Bennet, la mayor de las hermanas. Deseosa de animar esta unión tan ventajosa, la señora Bennet intenta forzar que Jane y Bingley se puedan encontrar juntos. Para su dicha, después del primer baile Jane es invitada a Netherfield (casa alquilada por Bingley) en donde enferma de neumonía, por lo que Elizabeth camina hasta allí a cuidarla; esto provoca burlas por parte de las hermanas de Bingley, pero despierta cierta admiración en Darcy, que no puede dejar de mirarla. Durante los días siguientes, conversan mucho mientras ella se encuentra cuidando a su hermana enferma y casi siempre terminan discutiendo, lo cual molesta a Elizabeth y provoca que Darcy la admire por su ingenio y viveza, además de sus expresivos ojos.
Poco después del baile, el señor Collins, quien heredará el patrimonio Bennet, visita a la familia. Collins es una figura cómica, un clérigo pomposo y bufón cuya idea de una tarde amena es leer a sus primas los Sermones de Fordyce;1 se complace en mencionar continuamente el nombre de su gran patrona, la condesa Lady Catherine de Bourgh. Siguiendo la imperiosa sugerencia de Lady Catherine de que debe casarse, Collins ha decidido compensar su papel en el futuro empobrecimiento de sus primas casándose con una de ellas.
Durante una velada, el señor William Lucas sugiere a Elizabeth como compañera de baile para Darcy y ésta lo rechaza, debido a que él anteriormente había expresado que no bailaría con ella; sin embargo, durante un segundo baile celebrado en Netherfield él le pide un baile y ella acepta. Durante el baile discuten fríamente y Elizabeth (Lizzy) cada vez le soporta menos. Por su parte, Darcy cada vez la admira más, aunque no deja de notar el terrible comportamiento de sus hermanas menores, su madre (que se la pasa jactándose de que Jane se casará con Bingley) y su padre, lo cual hace que la desestime como posible pareja. El señor Collins propone matrimonio a Elizabeth, pero ésta lo rechaza tajantemente. Aunque la señora Bennet intenta promover el matrimonio, el señor Bennet, quien no siente gran simpatìa por su sobrino, apoya la decisión de su hija favorita.
Mientras tanto, Elizabeth empieza a sentirse atraída de un oficial recientemente llegado, el señor George Wickham, que afirma que ha sido privado de su legítima herencia nada menos que por el señor Darcy, con lo que se fortalece la reprobación de Elizabeth, dados los prejuicios que tiene hacia él. Después que Elizabeth rechaza al señor Collins, éste se casa rápidamente con Charlotte Lucas, la mejor amiga de Elizabeth, quien acepta su ofrecimiento con una estimación realista de sus opciones, dado que ya ha cumplido 27 años y sólo tiene una pequeña dote.
El señor William Lucas sugiere a Elizabeth como compañera de baile para el señor Darcy.
Para este momento, la opinión que la gente del sector tiene de Darcy ha decaído enormemente, en parte por la actitud fría que todos los lugareños ven en él, pero mayormente porque Wickhan ha hecho de dominio público las injusticias que asegura Darcy ha cometido contra él, además de revelar cualidades reprobables que conoce tras haber vivido cerca de él tantos años. Cuando Bingley decide repentinamente marcharse de nuevo a Londres desilusionando a Jane y solo explicando a través de una carta; por parte de la señorita Caroline Bingley, aclarando en el primer párrafo que pasarían todo el invierno en Londres; en casi toda la carta se encontraban elogios hacia la señorita Georgiana Darcy. Aun con esto Elizabeth mantiene sus sospechas de que el señor Darcy tuvo algo que ver en el asunto.
Elizabeth visita a Charlotte, que vive ahora bajo el dominio de la tía de Darcy, Lady Catherine, una mujer acostumbrada a imponer su voluntad sobre la vida del resto. Estando con ellos, Darcy visita a la condesa y se aloja en su casa en la propiedad vecina, Rosings. Elizabeth y Darcy se ven obligados a verse muy frecuentemente. Sin embargo, un día el Coronel Fitzwilliam, primo de Darcy, durante una conversación con Elizabeth revela que oyó decir a éste que libró a un buen amigo de un matrimonio inconveniente, lo que confirma las sospechas de la joven respecto a su responsabilidad en las penas de su hermana.
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