domingo, 26 de noviembre de 2017

La Aventura de los Conquistadores

El 12 de octubre de 1492 el almirante Cristóbal Colón, al mando de tres navíos y un puñado de aventureros, soldados y clérigos, descubría la realidad de un nuevo continente que recibiría más tarde el nombre de América. Aquella tierra se convirtió de inmediato en el paraíso prometido para miles de esforzados soñadores, ávidos de aventura y fuerte emociones, como de riqueza y posición social. Hombres que, en todo caso, constituyeron una avanzadilla prodigiosa que abrió los caminos necesarios para el conocimiento y colonización de un Nuevo Mundo, lo que supuso un cambio trascendental para la historia de nuestra civilización.

Esta historia comienza con un viajero. Un viajero cuyo origen es incierto, aunque muchos aseguran saber que era Genovés, o Portugués, Catalán, o Gallego incluso. Un viajero con un proyecto fantástico: llegar a oriente navegando hacia occidente.
El viajero no llegó a China, pero descubrió un nuevo mundo.
Cebrián nos narra la historia del viajero, y también la de todos los que le siguieron al nuevo mundo.

El libro es una larga cabalgata a través de los primeros años de la conquista y colonización de la América Española. Primero Colón, su increíble aventura, su alzamiento y su desgracia. Después Alonso de Ojeda, el terrible masacrador de indios. Tras las andanzas de Ojeda seguiremos la navegación de dos grandes cartógrafos: Juan de la Cosa y Américo Vespuccio, y luego volveremos a tierra firme, pero esta vez tras Rodrigo de Bastidas, hombre de empresa.

América se pobló de seres extraordinarios: Ponce de León, que buscó la fuente de la inmortalidad, Vasco Núñez de Balboa, que buscó el mar, mas allá del Istmo de Panamá. Pero tal vez los mas extraordinarios fueron tres locos, dos de ellos se lanzaron a la conquista de sendos imperios con apenas un puñado de locos mas locos que ellos: Hernán Cortés y Francisco Pizarro. México y el Perú. El tercero decidió demostrar de forma práctica que la tierra era redonda. Fernando de Magallanes, inició el primer viaje alrededor del mundo. Juan Sebastián Elcano lo terminó.

Y tras ellos muchos más: Francisco de Orellana, Gonzalo Jiménez de Quesada, Lope de Aguirre, Antonio de la Hoz Berrio, Pedro de Valdivia, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Juan de Garay. Todos ellos hombres excepcionales, a su modo, aventureros sin escrúpulos algunos, ambiciosos otros, visionarios todos. En busca de una vida mejor, al menos para ellos.

De la mano de Juan Antonio Cebrián, autor de La aventura de los godos y La aventura de la reconquista. La cruzada del sur, entre otros, descubra en estas páginas cómo se vivió semejante peripecia a bordo de la Pinta, la Niña y la Santa María; los sueños de inmortalidad de Ponce de León; el empuje aventurero de Núñez de Balboa; la rebeldía y carisma de Hernán Cortés; la tenacidad de Francisco Pizarro y, sobre todo, la ilusión de aquellos conquistadores en la búsqueda de su Grial particular. Déjese llevar por el entusiasmo, reúnase con salvajes indios e inhóspitos o maravillosos paisajes, intérnese por selvas desconocidas y viaje a un escenario virgen dispuesto para el asombro. Sin duda, La aventura de los conquistadores se convertirá en sus manos en un auténtico descubrimiento.

Juan Antonio Cebrián es albaceteño, nacido en 1965. Poco se puede decir de un hombre tan sobradamente conocido. Locutor de radio, periodista, escritor, director de la colección literaria Breve Historia. Actualmente se le puede escuchar en “La Rosa de los Vientos”, de Onda Cero Radio, y se le puede leer, además de en sus múltiples obras, en el dominical de “el Mundo”.

Y entre esas múltiples obras que hemos comentado podemos citar “Pasajes de la Historia” y “Pasajes de la Historia II. Tiempo de Héroes”. Además de títulos tan sugerentes como “Pasajes del Terror. Psicokillers: Asesinos sin Alma”; “Enigma: de las Pirámides de Egipto al Asesinato de Kennedy” o “El Mariscal de las Tinieblas. La Verdadera Historia de Barba Azul”.

El estilo con el que esta escrito el libro es ágil, fácil de leer, de hecho son mas de doscientas páginas que se leen de un bocado. El tono es de aventuras, amable e ilusionado. Introduce al lector en el mundo de los protagonistas. Lo hace pasar sed con Ponce de León, Esperar al Inca en Cajamarca junto con Pizarro, o Avistar de nuevo tierras españolas con Elcano y sus escasos acompañantes. A lo largo de sus páginas la acción se sucede a un ritmo vertiginoso. A veces novelado, a veces la propia historia, pura y seca, es ella sola como una novela. Es un libro con el que muy difícilmente se va a aburrir el lector. Aunque tal vez, solo tal vez, se vea apabullado por la gran cantidad de nombres, de personas y de lugares, que se suceden a veces de una forma demasiado constante.





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