sábado, 20 de enero de 2018

Burbujas

"Burbujas" es una historia protagonizada por Ramón Sánchez, un hombre de alrededor de cuarenta años que ha llegado a un punto en que se replantea su vida, después de que en el trabajo lo cambien de puesto y de sufrir un importante ataque de lumbalgia. A partir de esos dos incidentes, y a lo largo del cómic, nuestro protagonista inicia una etapa de reflexión sobre su vida en particualr y la vida en general, las relaciones entre hombres y mujeres, la amistad, sus sentimientos, deseos y sueños inclumplidos, y finalmente intentará rehacer su vida familiar y recuperar la comunicación con su esposa e hijos. Así, casi toda la obra está formada por diálogos o monólogos protagonizados por Ramón donde desarrolla estos temas, recurriendo a abundantes dosis de imaginación para ello, ya que a nuestro protagonista le relaja hablar con los peces de un acuario (a lo que alude la cubierta del cómic), se imagina hablando con su padre fallecido, o se imagina a sí mismo como un burro o imaginarse a sí mismo como si fuera Robert Mitchum (caracterizado como en La noche del cazador o El Dorado).

"Con una expresividad gráfica maravillosa, Daniel Torres nos cuenta una historia conmovedora, al tiempo que desternillante y melancólica, sobre el sentido de la vida, la felicidad y los sueños. Una verdadera delicia." -- Rosa Montero, autora de El corazón del tártaro, citada en la faja que acompaña al cómic.

El nuevo trabajo de Daniel Torres, creador de Roco Vargas y uno de los españoles más internacionales, ahora en formato novela gráfica. Las 280 páginas de la novela gráfica están formadas en su práctica todalidad por páginas de historieta, y no incluye prólogo ni extras (más allá de una página final con los créditos del cómic donde se incluye una biografía del autor).

A nivel formal, comentar que Torres utiliza en prácticamente todas la obra (salvo algunas páginas puntuales) una rejilla de viñetas de 3x2 (tres filas por página y dos viñetas por fila), una plantilla base con las que hace combinaciones según sus necesidades, con viñetas dobles o cuatruples, ocupando dos filas, o viñeta a página completa en algunas ocasiones, y con frecuencia usando tres filas con una única viñetas doble por fila.

Es la historia de un tipo gris que tiene una epifanía viendo una pecera. Y la de ese tipo gris que se da cuenta de que le hubiera gustado ser carpintero. Y la de ese mismo tipo gris que atraviesa por una crisis vital. Y también la de su familia, la de un amigo filósofo con alma de Piolín, la de unas vértebras que hablan, y la del poder (o debilidad) de la memoria. Definir "Burbujas", la última obra del dibujante valenciano Daniel Torres ('Opium', Roco Vargas) es difícil, pero sea cual sea la respuesta se trata, sin lugar a dudas, del mejor trabajo de uno de los grandes del tebeo español de todos los tiempos y de una obra condenada a cosechar más de un premio.

Decir que esta novela gráfica es su obra más personal es una redundancia teniendo en cuenta que, desde hace años, Torres sólo dibuja por placer, pero reconoce que, por primera vez, "ha habido momentos en los que me he dejado llevar por los personajes y ni yo mismo sabía lo que iba a pasar en la página siguiente". Siendo como es, meticuloso hasta el extremo, ha sido un cambio. "Esta vez", dice, "casi he sido un lector de mi propia obra".

Cuenta que dos han sido los motivos que le han llevado a "Burbujas". "El primero es técnico y de puro egoísmo, ya que quería hacer algo que me permitera salirme del formato de 48 páginas que obliga a crear una historia y recortarla hasta encajarla, y ahora quería hacer un guión sin tijeras, que tuviera exactamente las páginas que hiciera falta para contar la historia como me diera la gana".

El otro, más personal, es que "tengo 50 años y he querido plasmar una de esas crisis vitales por las que todo el mundo pasa en algún momento, sobre todo cuando te das cuenta de que tienes ya un recorrido y, si no te espabilas, lo que te queda es ir cuesta abajo".

"Burbujas" es una historia surrealista con claros tintes autobiográficos, "lo que no quiere decir que yo sea Ramón Sánchez, el protagonista, sino que todo es real: o me ha pasado a mí, o alguien me lo ha contado, lo he leído...". Es, además, la obra en la que más licencias estilísticas y narrativas se ha permitido para lograr plasmar en dibujos un tipo de diálogo interior a muchas voces plagado de metáforas (mítica, la de la batalla de sexos con aires de I Guerra Mundial), de frases lapidarias dignas de cualquiera película de serie B, y de sorpresas en la definición de los personajes (atención al retrato de los hijos, los más frikis y los únicos cuerdos).





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