Un Juguete Para Juliette (A Toy for Juliette) es un relato de terror del escritor norteamericano Robert Bloch (1917-1994), publicado en la antología de 1967: Visiones peligrosas (Dangerous Visions).
Es sin duda uno de los relatos de Robert Bloch más extraños, narra la historia de una joven especializada en maltratar de un modo particularmente cruel a los juguetes que le obsequia su abuelo.
Ahora bien, ni Juliette ni sus juguetes son, digamos, normales. Nada lo es en este extraordinario cuento de Robert Bloch. El abuelo es, en realidad, un viajero del tiempo que extrae sujetos de distintas épocas para que sean prisioneros de su nieta. Sin embargo, el último «juguete» se muestra reacio a someterse a su destino. En su tiempo se lo conoció como Jack el Destripador. No es la primera vez que Robert Bloch recurre a este misterioso hombre que rondaba por las calles de Whitechapel. Ya lo había hecho en Afectuosamente suyo, Jack el destripador (Yours Truly, Jack the Ripper), de 1962. Y si bien es cierto que Un juguete para Juliette incorpora algunos elementos típicos de la ciencia ficción, la presencia de un Jack el Destripador capaz de moverse a través del tiempo para perpetuar sus crímenes se mantiene en ambas historias.
El relato parte de una imagen candorosa (una bonita joven, apenas una niña que se despierta en su habitación de espejos) que se convierte de forma inesperada en un pequeño ejercicio de sadismo y perversión que recuerda algunos de los más retorcidos relatos de Edgar Allan Poe (aunque sólo en su aspecto de crueldad retorcida; el relato de Bloch es mucho más fresco y dinámico).
Robert Bloch, autor de Psicosis (una novela discreta que dio origen a un clásico cinematográfico, pero que contenía una vuelta de tuerca en la literatura de terror de la época, es decir, el asesino psicopático), escribió también un relato famoso en el mundo anglosajón, Suyo Afectísimo, Jack el Destripador (Yours Truly, Jack the Ripper), que representaba un aggiornamento de una de esas figuras que conforman el pozo mítico colectivo que todos compartimos y conocemos aun sin haber hecho el menor esfuerzo por leer, ver u oír los detalles particulares de ese personaje. Cuando hablamos de Jack el Destripador, todos sabemos a quién nos estamos refiriendo. Al serle pedido un relato para la antología Visiones Peligrosas, en esta petición se formuló específicamente que incluyera esta figura.
Acostumbrado a trabajar con símbolos extremos, Bloch decidió llevar la figura de Jack a un futuro lejano y confrontar a este sádico "¿justiciero?" con un símbolo sadiano, una Juliette heredera del personaje creado por el que algunos denominan "el divino marqués". Tras este sorprendente giro, el relato da una vuelta de tuerca más y presenta un final inesperado... o que, en la antología Visiones peligrosas de Harlan Ellison, habría sido inesperado si el mismo Ellison no se hubiera empeñado en dar en su prólogo todas las pistas necesarias para anticipar el final. En todo caso, un buen relato.