domingo, 2 de febrero de 2025

El Merodeador en la Ciudad al Borde del Mundo

El Merodeador en la Ciudad al Borde del Mundo es un relato de ciencia ficción del escritor estadounidense Harlan Ellison , publicado por primera vez en su antología de 1967 Dangerous Visions . Fue concebido como una continuación de un relato de Robert Bloch , « Un juguete para Juliette », que también aparece en la antología.

Se trata de la continuación, dentro de la antología Visiones peligrosas, del relato de Robert Bloch Un juguete para Juliette. Sin embargo, aunque empieza donde Bloch pusiera el punto final a la suya, la historia de Ellison puede ser leía de manera totalmente independiente, aparte de desarrollar un estilo, expresión e intenciones totalmente distintas a las del relato inspirador. Un asesino psicópata del siglo XIX es secuestrado y transportado al futuro, reclamado por una sociedad decadente y estilizada a un tiempo, ávida de sensaciones nuevas que experimentar. Sus secuestradores han decidido implantarse en su cabeza para experimentar subjetivamente los horrendos crímenes que el asesino ha realizado (realizará) en el pasado.

Sin embargo, algo sale mal: el asesino escapa al control mental de sus captores e inicia una violenta masacre en la estilizada ciudad del futuro, desmembrando ciudadanos y coleccionando corazones.

La ambición y la complejidad estilística del relato de Ellison es muy superior al sencillo cuento de Bloch, que a su lado parece casi tradicional.

Ellison trata de construir un estudio sobre el mal en el individuo y en la sociedad, comparando la mente enferma del psicópata con las motivaciones sádicas de la ciudad del futuro que imagina. En el proceso, toca puntos realmente interesantes y los giros argumentales efectivamente propician cierta perspectiva desde la que se realiza una prospectiva de nuestra sociedad actual.

Podía haber sido mejor pulido, quizás; tal vez algunos aspectos hubieran merecido mayor atención una vez que se han planteado premisas tan interesantes; pero en cualquier caso, es una narración notable que trata de escapar de los epígonos del género, algo que Ellison deseaba ofrecer con su antología.

Es un relato amargo, en el que Jack descubre que le han traído sólo para experimentar de forma vicaria sus pensamientos y sensaciones en el acto del asesinato, y en el que Jack, paradójicamente, descubre su propia soledad, desesperación e inutilidad de lo que suponía una misión divina y que queda reducida al absurdo.

Se trata de un cuento con una rara perspicacia psicológica, y mientras el género ha repetido hasta la saciedad la figura del asesino psicópata, nunca después se ha llegado tan lejos en este intento de entender (que no justificar) lo que pasa en la mente del asesino y, sobre todo, la actitud de un público que, en el fondo, siente una extraña atracción por los actos del Destripador.

Ellison, en ocasiones, tiene unos manierismos que pueden resultar cargantes. Sin embargo, es un autor que asume riesgos y que plantea recursos estilísticos propios suficientes y únicos como para hacer que sus relatos (apenas ha escrito novelas) en primer lugar no dejen indiferente, y en segundo, resulten experiencias que ningún otro puede transmitir. Incluso en sus peores relatos, Ellison pone valores y recursos redimentes. Algo que no es habitual.


viernes, 24 de enero de 2025

La Partida de Ajedrez

La Partida de Ajedrez (Moxon's Master) —a veces traducido como El amo de Moxon— es un relato fantástico del escritor norteamericano Ambrose Bierce (1842-1914), publicado originalmente en la edición del 16 de abril de 1899 del periódico San Francisco Examiner, y luego reeditado en la antología de 1910: ¿Pueden estas cosas existir? (Can Such Things Be?). Es sin duda uno de los cuentos de Ambrose Bierce más destacados, donde se narra la historia de un robot, o mejor dicho, de un autómata, con una gran destreza para el ajedrez, así también como para ejercer el mayor grado de crueldad sobre su creador.

En este contexto, "La Partida de Ajedrez" es probablemente uno de los primeros relatos de robots en plantear la superioridad de la inteligencia artificial sobre la humana, y no solo en el estrecho pero fascinante terreno del ajedrez, sino además en el de la criminalidad. En esencia, se trata de uno de los mejores Ambrose Bierce de aquellos años.

El maestro, Moxon, que crea un autómata que juega al ajedrez, se jacta ante el narrador de que, aunque las máquinas no tienen cerebro, aún pueden pensar y demostrar inteligencia o mente y, por lo tanto, deben ser tratadas como hombres de carne y hueso. Después de una discusión exhaustiva sobre lo que significa "pensar" y cuál es la naturaleza de la "inteligencia", el narrador abandona la casa de Moxon confundido.

El narrador regresa a la casa de Moxon más tarde, en medio de una tormenta, para saber más. Entra en secreto y encuentra a Moxon jugando al ajedrez con un autómata. Moxon gana la partida. Esto agita al autómata, que lo mata en un ataque de ira. Un rayo cae en la habitación. La casa queda envuelta en llamas. El narrador pierde el conocimiento.

El narrador se despierta en una habitación de hospital donde Haley, el sirviente de Moxon, le dice que lo salvó de una muerte inminente. Haley corrobora los detalles. Sin embargo, el narrador se pregunta si lo que vio fue real.

Moxon declara que la inteligencia es endémica en todos los objetos animados e inanimados. Esta teoría se conoce como panpsiquismo . El filósofo griego Tales y William James defendieron esta visión. La mente es inherente a todo el universo y al ser.

La historia alude al ajedrecista de Johann Maelzel , un autómata que podía desafiar a los humanos a partidas de ajedrez. El dispositivo había sido inventado por Wolfgang von Kempelen . El "fez rojo" en la historia es una referencia a esta figura, conocida como el Turco. Edgar Allan Poe había escrito un análisis del autómata que jugaba al ajedrez en 1836, " El ajedrecista de Maelzel ", ofreciendo una explicación de cómo se lograba la ilusión.

El tema principal de la historia no es sólo si las máquinas pueden pensar como lo conocemos, sino si pueden igualar o incluso superar a los seres humanos. ¿Puede el autómata pensar porque tiene inteligencia y puede jugar un juego desarrollado por humanos como el ajedrez? Moxon sostiene que sí puede. Además, el autómata se enoja y se vuelve homicida después de perder. Estas son emociones típicamente atribuidas a los seres humanos. Este es el factor desconocido o X en la historia. Al pensar, ¿el autómata también adquiere otros rasgos, como las emociones? Al igual que en los humanos, ¿estos convierten al autómata en alguien que tiene libre albedrío y que es impredecible?

Por último, el título sugiere que el autómata es el "amo", no Moxon. Esto plantea la cuestión de si la inteligencia del autómata puede llegar a ser potencialmente superior a la de su creador, el humano Moxon. Este es el peligro futuro al que alude la historia. El autómata se convierte en el amo del hombre.


viernes, 17 de enero de 2025

La Ciudad Ociosa

La Ciudad Ociosa (The Idle City) es un relato fantástico del escritor británico Lord Dunsany (1878-1957), publicado en la antología de 1910: Cuentos de un soñador (A Dreamer's Tales).

Si bien es cierto que La ciudad ociosa es uno de los mejores relatos de Lord Dunsany, también es justo decir que es uno de los menos conocidos de su obra. Recién obtuvo su merecido reconocimiento como verdadero clásico del género en 1940, cuando el escritor argentino Jorge Luis Borges lo incluyó en la mítica colección: Antología de la literatura fantástica.

En La Ciudad Ociosa, Lord Dunsany demuestra una vez más por qué algunos lo consideran el precursor de Kafka, y sobre todo por qué llegaría a influenciar poderosamente a autores de la talla de J.R.R. Tolkien, H.P. Lovecraft y Úrsula K. Le Guin, entre otros. Sin duda hubo de ser Dunsany devoto lector de "Las mil y una noches", y el relato «La ciudad ociosa» es una magnífica prueba de ello. Su planteamiento es bien sencillo: para entrar en una ciudad desconocida, los viajeros deben pagar el portazgo con un cuento, que a la noche servirá para aplacar la tristeza del rey por su difunta esposa. Con esta vaga premisa, las siete páginas que siguen están ocupadas por cuatro supuestos apólogos, de enseñanza incierta. Al final el narrador vuelve a tomar la voz para enunciar su pretendida moraleja (“Cuán poco tiempo habla el hombre y cuán vanamente además. Y cuánto tiempo calla.”), que se tiñe de ironía al contraste con la ociosidad del propio cuento, así como con la de todo el libro. Porque ese “contar ocioso” tiene para Dunsany la importancia de una actitud estética.

El cuento se divide en tres historias contadas por los viajeros a las puertas de la ciudad. La primera historia describe cómo una ciudad abandonó a sus dioses antiguos y ahora la mitad adora a Dios mientras la otra mitad sigue a los dioses. La segunda historia habla de nubes que creían ser montañas y de gusanos que creían ser todo lo que existía. La tercera historia trata sobre unos gatos que viven en un antiguo templo en Roma.


viernes, 10 de enero de 2025

La Bestia con Cinco Dedos

La Bestia con Cinco Dedos (The Beast with Five Fingers) es un relato de terror del escritor inglés William Fryer Harvey (1885-1937), publicado originalmente en la antología de 1919: El nuevo Decameron (The New Decameron); y desde entonces reeditado en numerosas colecciones, entre ellas: Un siglo de thrillers (A Century Of Thrillers); Historias de fantasmas (Ghost Stories); Cuentos para contar en la oscuridad (Tales To Be Told in The Dark); Archivos del mal (Archives of Evil); 65 relatos para temblar de miedo (65 Great Spine Chillers); El libro de los cuentos de terror de Penguin (The Penguin Book Of Horror Stories); El libro de horror de Wordsworth (The Wordsworth Book Of Horror Stories). Es uno de los mejores cuentos de William F. Harvey, relata la historia de una mano autónoma, que mediante un ardid consigue ser amputada de su cuerpo para buscar venganza por sí misma.

Adrian Borlsover es un anciano ciego, amable y querido, extraordinariamente hábil con las manos. Esto le permite hacer cosas asombrosas, como percibir el color de los objetos simplemente pasando los dedos sobre ellos. Dos años antes de su muerte, Adrian desarrolló la habilidad psíquica de la escritura automática. Cuando se dormía, su mano agarraba un bolígrafo y comenzaba a escribir cosas que no eran propias de él.

Su sobrino, Eustace Borlsover, se queda con él para ayudarlo. En una visita, su tío parece diferente, como deteriorado y temeroso. Una noche, Eustace coloca un lápiz y una libreta en blanco junto a la mano del tío Adrian mientras este duerme. La mano arrebata el lápiz y comienza a escribir sola.

Más tarde, Adrian muere y Eustace recibe una caja que contiene la mano cortada junto con una carta de las personas a cargo del entierro. Afirman que recibieron una carta que modificaba el deseo del viejo de ser incinerado. Aparentemente, Adrian solicitó ser embalsamado, con la mano cortada y enviada a Eustace. Por supuesto, la mano está animada por una voluntad perversa; es capaz de escabullirse, escalar cosas, escribir mensajes insidiosos... y matar. "La Bestia con Cinco Dedos" de William Fryer Harvey es un gran relato de terror sobre una mano autónoma, astuta y malvada.

Poco antes de la muerte de Adrian Borlsover, decíamos, éste se volvió prolífico en la escritura automática, pero los mensajes del otro lado parecían estar dirigidos a Eustace. Cuando el anciano muere, su autónoma mano derecha usa su caligrafía para fingir una petición moribunda del anciano: que la mano se cortara del cadáver y se la enviara a Eustace. Realmente no sabemos qué tipo de entidad manipula la mano. William Fryer Harvey ni siquiera se molesta en insinuarlo. Sabemos que el viejo Adrian está ciego, pero también que poseía una voluminosa biblioteca. ¿Quién sabe qué libros ocultos leyó antes de perder la vista, tal vez invocando a una fuerza misteriosa del más allá?

De todos los relatos sobrenaturales de W.F. Harvey, este es posiblemente el mejor de todos, incluso por encima de Calor de agosto (August Heat) y A través de los páramos (Across the Moors). Es un clásico del género sobre un hombre atormentado por la mano cortada y animada de su pariente fallecido. Si esto suena familiar, debería: fue la inspiración para la película: La bestia con cinco dedos (The Beast with Five Fingers) de 1946; y la remake de Oliver Stone de 1981: La mano (The Hand).

En una primera lectura, La bestia con cinco dedos es una historia definitivamente extraña, pero que posee algunos elementos que bordean la frontera con lo absurdo [por suerte, sin caer nunca al precipicio]. Por ejemplo, el personaje principal, Eustace, responde de manera muy extraña a la presencia de la mano animada; y cuando se embarca en una misión para capturarla parece más molesto que horrorizado. La reacción de Eustace me pareció refrescante. Quizás sus actos no sean tan comunes como la respuesta genérica de «gritar y huir» de las películas de terror [solo para ser atrapado eventualmente], y ahí radica tanto la extrañeza que genera, como su plausibilidad. En realidad, no sabemos cómo podría reaccionar alguien ante un horror sobrenatural semejante. No obstante, esto produce cierta resistencia en el lector habituado a ver personajes que se horrorizan, se desmayan o directamente pierden la cordura.

William F. Harvey es uno de esos autores del género de terror injustamente descuidados. Escribió varias obras maestras menores de lo siniestro donde suele evitar los clichés; y eso, quizás, lo condujo por un camino de sutileza, de moderación, que lo mantuvo alejado del éxito comercial. Al igual que M.R. James, William Fryer Harvey no regurgita el material digerido a medias; confía en el lector para que recoja sus sugerencias y haga con ellas lo que le parezca.

Por otro lado, a diferencia de James, la prosa de William F. Harvey es mucho más sencilla y moderna, careciendo del tono gótico, casi académico, de los maestros británicos de la época, como E.F. Benson. A propósito, a diferencia de Benson, quien se convirtió en una fábrica literaria [era capaz de producir cinco libros al año], William Fryer Harvey publicó solo diez libros en su vida y, en consecuencia, evitó la monotonía y el deterioro de calidad que arruinó la ficción de muchos autores más «exitosos».

William Fryer Harvey no tiene problemas en sondear las profundidades de lo inquietante para producir relatos escalofriantes. La bestia con cinco dedos es típico del estilo suave y engañoso del autor, que incorpora momentos astutos de humor entre las sombras de lo siniestro. Uno de los toques más efectivos de este relato en particular es la forma en que el autor le permite al lector estar un paso por delante del protagonista. Si bien durante algún tiempo el joven Eustace parece no ser completamente consciente de la terrible amenaza que se ha desatado sobre él, William F. Harvey le permite al lector ser completamente consciente del peligro en el que se encuentra.

Para finalizar, como dato curioso mencionaremos que W.F. Harvey se desempeñó como cirujano en la Primera Guerra Mundial. Fue condecorado por su valentía en 1918 después de realizar una amputación de emergencia a un hombre atrapado a bordo de un destructor. La bestia con cinco dedos fue publicado un año después.