jueves, 29 de marzo de 2018

La Nariz

Este cuento trata de un hombre que se levanta un día y advierte que ha perdido su nariz. Más tarde se la encuentra por la calle y descubre que ésta ha desarrollado su propia vida social y que incluso ha alcanzado un estatus más alto que el suyo.

"La Nariz" es un relato breve, un cuento que nos narra la historia de un funcionario de medio pelo de la administración rusa que un día despierta y nota que su nariz se ha salido de su cara, que simplemente no se encuentra ahí donde naturalmente debería estar, habiendo en su reemplazo nada más que la lisa piel, “como si se tratase de un panqueque” nos dice el mismo narrador. Esto es extraño, pero es el juego que nos propone el autor para inmiscuirse en la intimidad cotidiana del protagonista, evitando además las fuertes censuras del régimen de la época y logrando caricaturizar, al mismo tiempo, a la sociedad peterburguesa. El protagonista se extraña y desespera, debe cumplir con las formas que su cargo le obliga y claramente la falta de nariz produce un menoscabo en su apariencia de funcionario reputado. Considérese la valoración extremada que se poseía del aparato burocrático y, por ende, de la carrera de funcionario público, de las formas y maneras, además de comportamientos sociales que exigía. Pues bien, la narración no se queda sólo en aquel extraño hecho. Prontamente nuestro protagonista -el asesor colegiado Kovaliov- emprende la búsqueda de su nariz, enterándose que esta ha adquirido una vida social propia, ha asumido un cargo en la administración pública como funcionario, un funcionario incluso de mayor rango que él mismo. Kovaliov le sigue el paso, se exaspera, no sabe cómo afrontarlo debido a su menor rango social –todo un contrasentido considerando que se trata de su propia nariz- y finalmente pareciera ya haber abandonado toda posibilidad de una vida normal para cuando un policía llega un día cualquiera y le retorna su nariz. Días después esta aparece adherida nuevamente en su rostro, y Kovaliov vuelve a su vida ordinaria de funcionario, como si aquella vida en San Petersburgo fuese todo lo que siempre hubiese deseado.

En este cuento el absurdo y el sinsentido son el principio y el final, punto de partida y resultado. El mayor Kovaliov pierde su nariz. Ese mismo día por la mañana, un barbero se encuentra entre el pan del desayuno una nariz y la reconoce como la de uno de sus clientes, que es precisamente, el Mayor Kovaliov. Asustado, sospecha y teme haber sido él mismo quien se la cortó, en estado de embriaguez. La arroja por lo tanto bajo el puente del Río Neva. El Mayor Kovaliov, sin su propia nariz, sale  a la calle y advierte que éstase pasea en una carroza por la ciudad con unifome de gran funcionario. A pesar de sus vanos intentos, la nariz no responde a las peticiones de volver  a su lugar físico de origen, proclamando su autonomía. Finalmente, a la mañana siguiente el Mayor se despierta con la nariz en su sitio y todo retorna a la normalidad.

Gogol traduce en una esfera satírico/ cómica una situación trágica: la de un gran funcionario , que por un día, teme por su carrera y sus matrimonio a causa de la fuga de su propia nariz. Como señala Galarza Ballester:  “El entorno en el que se mueven los personajes es real, no obstante, en este relato abunda el absurdo… El disparatado absurdo resulta ser el aspecto unificador del mundo exterior. Por tanto “lo grotesco no es en Gogol una simple violación de la norma, sino la negación de todas las normas abstractas, inmóviles, con pretensiones a lo absoluto y lo eterno”. Este cuento es un desacato al Statu Quo, y, además por la genial trama desopilante.

Los relatos comúnmente denominados “de San Petersburgo”, momento en que Gógol hace este giro ya mencionado y comienza a reflexionar sobre la vida del hombre común y corriente, no ya de las grandes batallas bélicas o hazañas heroicas como era el común denominador literario hasta entonces, el hombre inserto en esta gran ciudad rusa. Hay un antes y un después en la literatura desde que nacen este conjunto de relatos, hay una fantasía en Gógol, un humor,todo ello que conduce a un realismo severo en cuanto al fondo. Sí, porque por muy nariz desprendida sobre la que hablemos, desde acá el hombre se ha convertido en objeto material de análisis, inspiración, estudio. Borrón y cuenta nueva, hay muy pocos sobre los que se pueda decir que han redefinido todo el arte: Gógol es uno de ellos. Borrón y cuenta nueva. Una explosión en la que el arte dejó de mirarse el ombligo y, en cambio, permitió que la vida misma se colara de lleno entre sus líneas.






Nikolai Gogol

Nikolái Vasílievich Gógol; Soróchintsy, Gubernia de Poltava, Imperio ruso, (20 de marzojul./ 1 de abril de 1809greg.-Moscú, 21 de febrerojul./ 4 de marzo de 1852greg.) fue un escritor ruso de origen ucraniano. Cultivó varios géneros, pero fue notablemente conocido como dramaturgo, novelista y escritor de cuentos cortos. Su obra más conocida es, probablemente, Almas muertas, considerada por muchos como la primera novela rusa moderna.

Gógol nació en Soróchintsy, en la gubernia de Poltava, actualmente Ucrania, en el seno de una familia de la baja nobleza rutena. Algunos de sus antepasados se identificaban como parte de la nobleza polaca (Szlachta), debido a la influencia cultural polaca de las clases altas rutenas. Su propio abuelo, Afanasi Gógol, escribió en documentos censales que sus «antepasados, de apellido Gógol, pertenecen a la nación polaca». Sin embargo, su bisabuelo Jan Gógol, tras haber estudiado en la Academia de Kiev-Mohyla (o Kyiv-Mohyla, en ucraniano), institución de fuertes raíces ucranianas y ortodoxas, se trasladó a la parte oriental de Ucrania, más vinculada culturalmente a Moscovia, y se estableció en la región de Poltava, dando lugar a la línea familiar de los Gógol-Yanovski. El propio Gógol consideraba la segunda parte de su apellido «un añadido polaco artificial», usando sólo la primera parte, Gógol. Su padre murió cuando el joven Nikolái tenía 15 años de edad. Las profundas creencias religiosas de la madre sin duda debieron influir en la visión del mundo de Gógol, muy condicionada también por su entorno familiar de baja nobleza en un medio rural. Se trasladó a San Petersburgo en 1828 y allí trabajó en un modestísimo empleo de burócrata de la administración zarista. En 1831, conoció a Aleksandr Pushkin, que le ayudó en su carrera como escritor y se hizo amigo suyo. Más adelante, impartió clases de historia medieval en la Universidad de San Petersburgo de 1834 a 1835. Escribió diversos relatos breves cuya acción transcurre en San Petersburgo, como La avenida Nevski, el Diario de un loco, El capote y La nariz. Este último sería adaptado como ópera por Dmitri Shostakóvich. Sin embargo, sería su comedia El inspector, publicada en 1836, la que lo convertiría en un escritor conocido. El tono satírico de la obra, que comparte con otros de sus escritos, generó una cierta controversia, y Gógol emigró a Roma.

lunes, 26 de marzo de 2018

Una Voz en la Noche

"Una Voz en la Noche" (The Voice in the Night) es un relato de terror del escritor inglés William Hope Hodgson (1877-1918), publicado en la edición de noviembre de 1907 de la revista Blue Book Magazine. Posteriormente sería editado en la antología de 1914: Hombres de aguas profundas (Men of the Deep Waters).

La ficción del prolífico Hodgson, a veces brillante, tiene la virtud de comunicarnos una sensación de misterio y terror que se sostiene página tras página, y no es difícil imaginar que estamos apoyados en el pretil de popa, con el viento agitándonos el cabello y las olas rompiendo sobre el casco del buque, observando con ojos asombrados esa enorme región de algas, salpicada de extraños seres monstruosos, que se extiende a nuestro alrededor. 

Posiblemente sea William Hope Hodgson (15 de noviembre de 1877 - 19 de abril 1918) el escritor que mejor haya sabido aunar en sus cuentos el ambiente marino y la atmósfera sobrenatural. La mayoría de sus relatos cortos se desarrollan en el mar, un mar casi siempre extraño, hosco y desconocido, lleno de presencias fantasmales o monstruosas, y de hombres empequeñecidos por lo que se desarrolla a su alrededor, por las fuerzas desatadas de la naturaleza o por los poderes incomprensibles de lo antinatural. Es este probablemente uno de los mejores cuentos de terror de W.H. Hodgson, relata un extraño episodio marítimo: un pequeño bote, oculto en la oscuridad de la noche, se aproxima a una goleta en el Pacífico Norte. A una distancia que solo les permite observar una silueta incierta, irreconocible, grotesca, la tripulación de la goleta es testigo de una voz inhumana que emerge del bote para narrar una historia perturbadora. A pesar que la tripulación quiere ayudarlo el misterioso náufrago no quiere dejarse ver y se mantiene oculto entre la espesa niebla, pues dice ser presa de una maldición. 

"Una voz en la noche" es un cuento marino de más que notable calidad considerado como uno de los mejores relatos sobrenaturales de todos los tiempos.

La ficción del prolífico Hodgson, a veces brillante, tiene la virtud de comunicarnos una sensación de misterio y terror que se sostiene página tras página, y no es difícil imaginar que estamos apoyados en el pretil de popa, con el viento agitándonos el cabello y las olas rompiendo sobre el casco del buque, observando con ojos asombrados esa enorme región de algas, salpicada de extraños seres monstruosos, que se extiende a nuestro alrededor.

Podemos pensar que la extraña criatura de "La voz en la noche", especie de fungosidad semi-humana, tiene su antecedente en Los botes del Glen Carrig (The Boats of the Glen Carrig), también de W.H. Hodgson, donde se anticipan las deidades tentaculares y oceánicas de H.P. Lovecraft, como Cthulhu y Dagón.






domingo, 25 de marzo de 2018

William Hope Hodgson

William Hope Hodgson (15 de noviembre de 1877-17 o 19 de abril de 1918) fue un autor de ficción inglés, cuyas obras influyeron a H. P. Lovecraft. Produjo un número cuantioso de obras que consistieron en ensayos, cuentos y novelas, los cuales abarcaron diversos géneros: horror, literatura fantástica y ciencia ficción. Hodgson aprovechó su experiencia previa en mar abierto para brindarle mayor detalle a sus relatos, muchos de los cuales ocurren en el océano. A este grupo pertenecen sus cuentos que se han nombrado «Historias del Mar de los Sargazos»( «Sargasso Sea Stories»). Sus novelas, tales como El reino de la noche y La casa en el confín de la tierra abordan temas de horror cósmico o cosmicismo. Otras de sus novelas, como Los botes del Glenn Carrig y Los piratas fantasmas, se sustentan en horrores asociados con los misterios oceánicos. En una etapa temprana de su carrera como escritor se dedicó a la poesía; sin embargo, solo unos pocos de sus poemas fueron publicados durante su vida. También gozó un poco de fama como fotógrafo, principalmente de escenas en mar abierto, así como un mayor reconocimiento por su dedicación al culturismo. Murió combatiendo en la Primera Guerra Mundial, a la edad de 40 años.

Hodgson nació en Essex, fue hijo de Samuel Hodgson, un sacerdote anglicano, y su esposa Lissie Sarah Brown. Fue el segundo de doce hermanos, tres de los cuales murieron durante la infancia. La muerte infantil es un tema recurrente en algunas de las obras de Hodgson, incluyendo los relatos «The Valley of Lost Children», «The Sea-Horses», and «The Searcher of the End House».

El padre de Hodgson era continuamente transferido de una parroquia a otra; prestó servicio en 11 parroquias distintas en 21 años, incluyendo una en County Galway, Irlanda. Este lugar sirvió posteriormente como escenario para la novela de Hodgson La casa en el confín de la tierra.

A los trece años Hodgson abandonó el internado al que lo había enviado su familia, con la meta de enrolarse y hacerse marinero. Aunque fue descubierto y enviado de vuelta con su familia, finalmente recibió el permiso de su padre para convertirse en grumete. De este modo, en 1891 pudo comenzar un proceso de aprendizaje sobre la vida en el mar que duró cuatro años. Su padre murió poco tiempo después de la partida de Hodgson a causa de cáncer en la garganta, lo cual dejó a la familia en una situación de pobreza. Mientras William se encontraba fuera, la familia subsistió principalmente gracias a la caridad. En 1895 cuando terminó su periodo como aprendiz, Hodgson continuó con un periodo de dos años de estudios necesarios para certificarse como marinero en Liverpool. Tras aprobar los exámenes correspondientes y recibir su certificado como oficial naval, comenzó una carrera de varios años como marinero.

sábado, 24 de marzo de 2018

El Diablo y el Relojero

Esta vez continuamos con otro relato fantástico del afamadísimo autor del libro "Robinson Crusoe" en el que el demonio se convierte en un inesperado e implacable juez, zafándose de cualquier lógica y consideración cristianas. Daniel Defoe disfrutaba escribiendo sobre temas sobrenaturales. Se advierte en la minuciosidad desplegada a la hora de componer las reacciones de los protagonistas ante su experiencia con el "otro mundo", con almas en pena que no dudan en defender la hacienda de algún allegado o interesarse en los asuntos legales de una herencia. 

"El diablo y el relojero" (The devil and the watchmaker) es un relato fantástico del escritor inglés Daniel Defoe, escrito en 1727.

Esta historia -un verdadero clásico de la literatura fantástica- funciona como una especie de crónica, en donde se nos relata una leyenda con aires de autenticidad; algo que no está enteramente separado de la ficción, y cuyos límites tampoco son demasiado claros, al menos en lo que respecta a las intenciones de Daniel Defoe. Narra la historia de un artesano fabricante de engranajes para relojes que alquila una buhardilla en el edificio de una honesta viuda. Poco o nada sabemos de él, no sabemos si es bueno en su trabajo, no conocemos su aspecto físico, ni tan siquiera conocemos si es buena o mala persona.

Una pareja acude a la casa a visitarlo por motivos relacionados con su profesión, tampoco conocemos exactamente cuáles son esos motivos (quizá realizar un encargo, saldar una deuda...). Cuando se disponen a subir las escaleras que los llevan al ático, se encuentran con que la puerta de la habitación está abierta y ven al relojero colgado, ahorcado, de una viga. Se disponían a socorrerlo cuando, de la parte más tenebrosa de la éstancia surgió un hombre misterioso con un escabel en una mano y un cuchillo en la otra. Iba a encargarse de recuperar el cuerpo del relojero. Ante un gesto del personaje misterioso, el hombre y la mujer esperan y observan desde las escaleras cómo éste intenta cortar la cuerda y bajar el cuerpo. Pero no es más que una pantomima. El hombre extraño les hace señas para darles a entender que se las arregla el solo pero, sin embargo, no pone especial empeño en la tarea.

Hartos de la inoperancia del hombre misterioso, la pareja sube a echar una mano. Primero el hombre, que cae desmayado al entrar en la habitación y observar que no queda rastro del personaje del escabel y el cuchillo. Tiene que ser la valiente mujer la que finalmente rescate el cuerpo del relojero.

Pero ¿de dónde había salido ese ser misterioso? Era el demonio, que había tentado y convencido al artesano para que perpetrase su propio crimen y que se encargó de retrasar la actuación de la pareja para darle más tiempo a la muerte.

En este cuento, Satanás toma la forma de un hombre misterioso -no conocemos su aspecto físico, se mueve entre las tinieblas- pero lo más llamativo es que no habla, solamente gesticula.

Resultan curiosos los dos últimos párrafos de la lectura. En el penúltimo, el narrador surge para convencernos de la veracidad de los hechos narrados y nos explica la participación del diablo, dando solución al enigama.

En el último párrafo, sin embargo, deja abierta una incógnita: no sabemos si el relojero murió o si fue descolgado a tiempo de salvarle su vida, pero eso carece de la menor importancia, en este relato Defoe se propone advertirnos de los peligros de atender a las tentaciones, y lo consigue. Parece un boceto de una historia a medio desarrollar por lo breve, por lo que la tensión no llega a cuajar.





jueves, 22 de marzo de 2018

Desde el Pescante del Cochero

"El cochero tiene su punto de vista. Quizá sea más unilateral que cualquier otro profesional. Desde el alto y oscilante asiento de su cabriolé, con el pescante en la zaga, considera a sus prójimos unas partículas nómadas que carecen de importancia, a menos que las posean deseos migratorios. Él es Jerry y el lector una mercancía de tránsito. Uno podrá ser un presidente o un vagabundo: para el cochero sólo es un Viaje. Lo carga, hace restallar su látigo, le sacude a uno las vértebras y lo vuelve a depositar en el suelo."

Este breve relato nos muestra una óptica distinta a un tradicional paseo en cabriolé por Nueva York. Poniendo un simbolismo moderado al hecho de pasearnos en una caja cerrada, a gusto y disposición del conductor y el caballo, O'Henry presenta una historia que no se devela en su significado sino hasta la última línea.

Con O'Henry está claro que nada está escrito por decoración, o simple adorno. Las palabras son elegidas e igualmente las situaciones en las que se busca inducir, para luego disuadir al voluntarioso lector.

O. Henry observaba la vida con benevolencia y humor, desde una posición discreta y privilegiada: «desde el pescante del cochero». Nadie repara en el cochero, pero el cochero recorre las calles por encima de los transeúntes: lo ve todo. Y para O. Henry, la vida es gente caminando por una calle concurrida. La mirada del cochero se detiene en algún transeúnte: no porque sea más alto, más guapa y feo o de aspecto más petulante o poderoso. De cualquier persona se puede sacar un cuento. Si la persona es verdaderamente excepcional, puede dar asunto para una novela, pero O. Henry no lo intentó. Su terreno, que dominaba a las mil maravillas, es la narración breve, la «short story», el relato de pocas páginas y acción condensada, que exige un cuidado extremo en la elección de palabras y de momentos significativos y al que añadió un elemento imprescindible: el final sorprendente. Los mejores cuentos de O. Henry conducen a finales desolados, ingeniosos, humorísticos o poéticos, como el emocionante «El regalo de los Reyes Magos». En «La última hoja» el final es trágico; alguien muere, pero la vida sigue y se ha dado una vida por otra al tiempo que la vida que se pierde se gana, -porque se consuma realizando una portentosa obra de arte: consiguiendo, ni más ni menos, que el arte parezca naturaleza, que la hoja pintada resulte real-. Como humorista era desenfadado y genial: no hay un solo cuento en todas las literaturas que explique tan bien el «tiro por la culata» como «El rescate del Jefe Rojo». Sus cuentos fueron inagotablemente adaptados al cine en películas de «sketches» de la Fox, interpretadas por las grandes estrellas de los años cuarenta y cincuenta más Charles Laughton, dirigidas por Henry King, Henry Koster y Henry Hathaway (no sé si por casualidad o por homenaje a O. Henry; y entre las estrellas, naturalmente, figuraban Henry Fonda y Henry Hull).





lunes, 19 de marzo de 2018

La Leyenda de Sleepy Hollow

"La leyenda de Sleepy Hollow" o "La leyenda del jinete sin cabeza" es un relato corto de terror y romanticismo, escrito por Washington Irving en 1820, en su colección de ensayos e historias cortas The Sketch Book of Geoffrey Crayon. Es un relato largo de terror, y una de las obras maestras del autor norteamericano Washington Irving. Está inspirado en parte por la afición de Irving por el folclore y la mitología.

La historia se sitúa en 1784, en los alrededores del asentamiento neerlandés de Tarry Town (Tarrytown, Nueva York), en un apartado valle llamado Sleepy Hollow conocido por sus historias de fantasmas y el ambiente embrujado que impregna la imaginación de sus habitantes y visitantes. El espectro más infame del lugar es el Jinete sin Cabeza, de quien se dice que es el fantasma de un antiguo soldado hessiano al que alcanzó una bala de cañón en la cabeza durante "alguna batalla sin nombre" de la Guerra de Independencia de Estados Unidos y que "cabalga hacia la escena de la batalla en una nocturna búsqueda de su cabeza".

La leyenda narra el relato de Ichabod Crane, un profesor de escuela extremadamente supersticioso de Connecticut que se enamora de la joven de 18 años Katrina Van Tassel, hija única de Baltus Van Tassel, un adinerado granjero del pueblo, y de su fortuna, a la que también pretende el joven y rudo Abraham "Brom Bones" Van Brunt. Una plácida noche el ambicioso docente asiste a una fiesta en casa de los Van Tassel. Baila, disfruta del festín y escucha los fantasmagóricos relatos que narran Brom y el resto de los lugareños, aunque su único propósito es declararse a Katrina después de que los invitados se marchen. Ichabod Crane es el personaje principal de la historia, un joven maestro de escuela,  muy versado en todos los temas, pero tenía una debilidad,  ser  afecto a los relatos, cuentos y leyendas. Constantemente estaba leyendo este tipo de literatura y  meses atrás había realizado una copia de la historia de la brujería en Nueva Inglaterra, por lo que estas narraciones,  lo entretenían y siempre aparentaba que no le causaba ningún temor. Por las noches, la gente del pueblo,  se ocupaban de invitarlo a cenar, y posteriormente durante las pláticas de sobremesa, le gustaba  escuchar los cuentos de eventos sobrenaturales de la localidad, ya sea de fantasmas o duendes, casas o campos encantados, puentes y arroyos embrujados, pero había uno, que se le hacía difícil de creer y era el de El Jinete sin cabeza. Dicha leyenda, influyó sobre la imaginación de la gente de la localidad por mucho tiempo, pues este fantasma decapitado, era el rey de la región de esos valles, todo el que pasara por la zona, apuraba el paso para no encontrarse con él al caer la noche, muchos campesinos aseguraban haberlo visto cabalgar por los caminos más alejados y desaparecer en el cementerio que se encontraba junto a una desolada y vetusta Iglesia apartada del pueblo.

Los historiadores de la región, aquellos más dignos de aprecio, aseguraban que  el jinete decapitado, había sido un soldado que sirvió a la caballería del Duque Hesse, un alemán que alquilaba sus tropas a los ingleses. Su cabeza había sido arrancada de tajo por la bala de un cañón en combate y su cuerpo  recibió un responso y sepultura en el camposanto. Pero se levantaba de su tumba y vagaba como llevado por el viento en las noches más oscuras buscando su cabeza.

Tras una insatisfactoria declaración, Ichabod cabalga a casa a través de los espeluznantes bosques entre la granja de los Van Tassel y el asentamiento de Sleepy Hollow. Según va pasando por los supuestos lugares encantados, su activa imaginación se ve abrumada por las historias de espíritus narradas en la Fiesta de la Cosecha. En cierto momento el Jinete se le aparece. En una frenética carrera hacia el puente adyacente al cementerio de la antigua iglesia holandesa del valle, donde se decía que el antiguo Jinete "se desvanecería en un destello de llamas y azufre", Ichabod cabalgó por su vida, apremiando desesperadamente a su caballo hacia la parte baja del valle. Aun así, para horror del pedagogo, el macabro espíritu alcanzó el puente, encabritó a su caballo y arrojó su decapitada cabeza a la aterrorizada cara de Ichabod Crane.

A la noche siguiente, Ichabod había desaparecido misteriosamente del pueblo, permitiendo que Katrina se casase con Brom, de quien se comentaba que sabía demasiado sobre los acontecimientos cuando se narraba el relato de Ichabod en el pueblo. De hecho, los únicos elementos encontrados sobre la desaparición del profesor fueron su caballo, su sombrero y una misteriosa calabaza destrozada en ese mismo lugar.

Aunque la naturaleza del Jinete queda abierta a la libre interpretación, la historia insinúa que el jinete era en realidad Brom (un ágil y experimentado jinete) disfrazado.



domingo, 18 de marzo de 2018

Washington Irving

Washington Irving (Manhattan, Nueva York, 3 de abril de 1783 – Tarrytown, Wetschester, Estado de Nueva York, 28 de noviembre de 1859) fue un escritor estadounidense del Romanticismo.

Washington Irving fue el menor de once hermanos. Su padre era un rico comerciante escocés y su madre una inglesa nieta de clérigo. Ambos sentían gran admiración por el general George Washington (primer presidente de EE.UU.), por lo que en su honor bautizaron a su hijo con su nombre. Desde pequeño desarrolló una gran pasión por los libros (devoraba Robinson Crusoe y Las mil y una noches) y, aunque sus intereses iban más bien por el camino del periodismo y la literatura, emprendió y concluyó estudios de Derecho, aunque no ejerció sino durante poco tiempo. Trabajó en los bufetes de Henry Masterton (1798), Brockholst Livingston (1801) y John Ogde Hoffman (1802). Después, entre 1804 y 1806, viajó por Europa visitando Marsella, Ginebra, España, Sicilia (donde conoció al almirante Nelson) y Roma. Volvió a Nueva York en 1806 y fundó una empresa comercial con sus hermanos. Durante la guerra con Gran Bretaña de 1812, asistió militarmente al gobernador de Nueva York, Tompkins, en el ejército americano.

Entre los años 1802 y 1803 comenzó a escribir algunos artículos para el periódico de Nueva York Morning's Chronicles, editado por su hermano Peter; por ejemplo, las Cartas del caballero Jonathan Oldstyle. Entre 1807 y 1808, en Salmagundi, escrito en colaboración con su hermano William y James Kirke Paulding. En 1809 apareció una Historia de Nueva York contada por Dietrich Knickerbocker tan popular que desde entonces los descendientes neoyorquinos de antiguos emigrantes holandeses fueron conocidos por el nombre de su protagonista, Knickerbocker. Se trata de un relato humorístico y satírico que tuvo una gran acogida por parte del público y le tributó una enorme fama. Sin embargo, el reconocimiento que estaba obteniendo tanto en el ámbito social como en los círculos literarios se nubló con la muerte en ese mismo año de su joven prometida (tenía diecisiete años), Matilda Hoffmann; Irving quedó tan afectado que ya nunca más pensó en casarse y permaneció soltero toda su vida. De 1812 a 1814 fue redactor de la Analectic Magazine, en Filadelfia y Nueva York. Después marchó a Liverpool como socio de la empresa comercial que compartía con su hermano; allí trabó amistad con importantes hombres de letras como sir Walter Scott, Thomas Moore etc., pero la empresa familiar quebró en 1818 e Irving se consagró ya por completo a la literatura. Pero, después de la muerte de su madre, Irving decidió seguir en Europa, donde permanecerá diecisiete años entre 1815 y 1832. Habitó sucesivamente en Dresde (1822–1823), Londres (1824) y París (1825). En Inglaterra mantuvo una relación romántica con la escritora Mary Shelley, viuda del poeta Percy Bysshe Shelley.

sábado, 17 de marzo de 2018

En el Tren

En esta ocasión comentamos un relato corto de Leopoldo Alas Clarín titulado "En el tren", el cual vio la luz en el periódico "Los Lunes de El Imparcial", el 19 de Agosto de 1895. Este cuento ofrece una clara estructura teatral, formado al completo por un estilo dialogado. Además, es un relato de tesis, puesto que el autor tiene una intención; demostrar que la culpa de la situación del país son aquellos como el protagonista del cuento que se están lucrando de la situación. Esta reflexión se podría contrastar con la situación del militar de la época, la víctima, junto con sus familiares. Gracias al título nos adentramos en el entorno de la historia, desarrollada en el interior de un tren. Clarín se vale de este cuento para desarrollar una crítica indirecta de la guerra de Cuba, y todo lo que en ella ocurría. Es decir, este cuento se adentra en cierta medida en la visión política del autor.

El marqués de Numancia, que ahora es consejero y anteriormente fue ministro, representa la libertad, el pergamino, el poder, la oligarquía… También fue ministro de Ultramar, esa es una profesión que desapareció en 1898 cuando Filipinas, Cuba y Puerto Rico dejaron de ser colonias Españolas. Él tenía derechos o más bien privilegios.

En cuanto a la moda de lo inglés empezó por la aristocracia que practicaba deportes como el futbol. El marqués es un noble ya mayor pero que está al día de las modas y no se anda con "medioevales".

El protagonista de la historia no quería que nadie más viajase con él ya que seguía siendo un político importante, no quiere que entre ni una mosca. La dama que tiene que viajar con él porque no hay más asientos en el tren, quiere irse porque cualquier perro sería más fino que el marqués.

Hasta ese momento el autor emplea un estilo directo libre pero a partir de ahí comenzará a usar el estilo directo. Ambos pasajeros que se unen a su vagón defienden educadamente que tienen billete. Llaman al jefe de la estación, y en el texto se omite un tiempo ya que es como si apareciese de repente. El poder lo toma el militar y le dice que luego reclame a quien quiera. Cuando termina la protesta y el marqués se calma, incluso le ofrece un puro al otro hombre. Es ahí cuando muestra que tiene esa “campechanía” de la nobleza española con el pueblo.

Este texto tiene dos núcleos: el concepto del poder de la nobleza y una historia de amor.

En la primera parte del diálogo se muestran dos visiones distintas del patriotismo. Por una parte la del marqués con el lenguaje falso, el nacionalismo, las grandes palabras y mentiras que dicen y, por otra parte, la del teniente, mostrando la cara de los soldados que luchan, de los que lo viven en primera persona, que dejan la patria para irse a luchar. Los discursos de lo verdadero y lo falso.

Biarritz es el símbolo de la nobleza, de los casinos, las fiestas… donde iban los ricos a pasárselo bien pero que como ya les parecía poco se iban a Inglaterra.

El marqués, que se aburre, ya ha leído el periódico, se pone a hablar de política con el teniente. El autor omite que en esta parte el tren reduce su marcha, el teniente hace gestos de coger la maleta.

Clarín emplea mucho la ironía en este texto, como cuando el marqués dice que no tuvo tiempo de hacer algo cuando está en un trabajo de novato que no sabe hacer, aún así no hace nada y asciende.

A lo largo del primer párrafo obtenemos una clara presentación del personaje principal de este cuento, un hombre que, como él mismo reconoce, ha llegado a ser marqués no por méritos de honor, sino de negocios. La principal crítica se desarrolla tanto en el cuerpo del cuento como en la parte final. Mientras el marqués se acomoda en el tren, mostrándose disconforme debido a su emplazamiento, un hombre y una mujer aparecen con el objetivo de ocupar su mismo vagón. Es ésta la primera visión que Clarín nos aporta; la superioridad con la que el Duque habla acerca del hecho de compartir el vagón con cualquiera, a pesar de que posteriormente hable de manera mucho más cercana.

El diálogo más importante es probablemente el del Duque y el Teniente, en el que se intercambian dos puntos de vista muy diferentes; el Duque defiende la patria por encima de todo, sin embargo el teniente a pesar de valorar la patria, tiene un gran sentimiento de culpa al dejar a su familia sola. A lo largo del texto, se producen cambios de estilo directo a estilo indirecto con mucha frecuencia.

Para finalizar, Clarín nos deja una escena de coqueteo fallida que acaba con la confesión de la mujer acerca del motivo de sus llantos. Sus palabras conforman una dura crítica social, refiriéndose a los poderosos, que mandaban a la guerra a morir a los hombres sin importarles lo más mínimo quienes eran. Éste es el caso de la mujer que había perdido a su marido recientemente, uno de los héroes mencionados por el marqués, de los cuales ni siquiera su nombre conocía.





Leopoldo Alas Clarín

Leopoldo García-Alas y Ureña, apodado Clarín (Zamora, 25 de abril de 1852-Oviedo, 13 de junio de 1901) fue un escritor y jurista español. Catedrático primero en la Universidad de Zaragoza y más tarde en la de Oviedo, se desempeñó como crítico literario en la prensa periódica de la época, desde donde atacó con punzantes artículos a muchos literatos contemporáneos. Es conocido por su novela La Regenta.

Nació el 25 de abril de 1852 en Zamora, a donde se había trasladado su familia desde Oviedo al recibir su padre, Genaro García-Alas, el nombramiento como gobernador de la ciudad. Leopoldo fue el tercer hijo del matrimonio.

En la casa se hablaba continuamente de Asturias y su madre, Leocadia, con cierta nostalgia, contaba relatos de aquella tierra de sus antepasados (aunque ella tenía también hondas raíces leonesas). Este ambiente influyó en gran medida en el espíritu del niño Leopoldo, que desde siempre se sintió más asturiano que zamorano, aunque a lo largo de su vida conservó un cariño especial por las tierras que lo vieron nacer.

A los siete años entró a estudiar en el colegio de los jesuitas ubicado en la ciudad de León en el edificio de San Marcos (actual parador de turismo de España). Desde el principio supo adaptarse a las normas y a la disciplina del centro de tal manera que a los pocos meses era considerado como un alumno modelo. Sus compañeros lo conocían con el mote (sobrenombre) de «el Gobernador», por alusión a la profesión de su padre. Sus biógrafos aseguran que esta etapa estudiantil engendró en Leopoldo el sentimiento religioso y el principio de gran disciplina moral que fueron la base de su carácter. En este primer año escolar ganó una banda azul como premio y trofeo literario. La conservó toda su vida y se encontraba entre los objetos más queridos del museo familiar.

En el verano de 1859 toda la familia regresó a Asturias. Leopoldo descubrió con sus propios ojos la geografía asturiana de la que tanto había oído hablar a su madre. Durante los años siguientes Leopoldo se encuentra en libertad por las tierras de Guimarán, propiedad de su padre, donde aprenderá directamente de la Naturaleza y de los libros que encuentra en la vieja biblioteca familiar, donde entra en contacto por primera vez con dos autores que serán sus maestros: Cervantes y fray Luis de León.

jueves, 15 de marzo de 2018

Manuscrito Hallado en una Botella

“De mi país y de mi familia poco tengo que decir. Un trato injusto y el andar de los años me arrancaron del uno y me alejaron de la otra. Mi patrimonio me permitió recibir una educación esmerada, y la tendencia contemplativa de mi espíritu me facultó para ordenar metódicamente las nociones que mis tempranos estudios habían acumulado…”

"Manuscrito hallado en una botella" (MS. Found in a Bottle en inglés), también conocido como "Manuscrito encontrado en una botella", es un cuento de terror del escritor estadounidense Edgar Allan Poe publicado por primera vez en el periódico Baltimore Saturday Visiter el 19 de octubre de 1833. El autor recibió por él un premio literario dotado con 50 dólares.

Se trata de un relato muy propio de su autor, pero que no guarda una relación clara con sus otros grandes relatos oscuros. La historia en general entraña una simple, aunque poderosamente construida alegoría fantasmagórica, y como temas adyacentes la tristeza de la vejez, la incomunicación, el fatalismo como inherente a toda aventura vital.

Un joven desarraigado pero de esmerada educación se embarca en un buque de carga en la Isla de Java. El viaje es accidentado y en el transcurso de una tormenta toda la tripulación, salvo el joven y un viejo marino, es arrojada al mar. Más tarde el navío será embestido por otro extraño barco de mucho mayor tonelaje. El joven logra salvarse encaramándose a la cubierta del mismo y se encuentra con una tripulación tan extraña como el propio barco. Este avanza a toda vela, sin rumbo conocido, hasta que se precipita el fantástico desenlace. Tanto dicho desenlace como la historia al completo (empezando por el mágico título que cierra prospectivamente la trama y le aporta verosimilitud), pueden calificarse, en efecto, de fantásticos en el sentido que otorgaba a dicho término Julio Cortázar. 

Se trata de un relato muy propio de su autor, pero que no guarda una relación clara con sus otros grandes relatos oscuros. Si estos discurren en general por cauces morbosos, macabros o terroríficos ("El Gato Negro", "El barril de amontillado", "La caída de la casa Usher"...), el "Manuscrito", sin dejar de profesar el escalofrío, solo puede calificarse, al igual que el navío que le sirve de escenario y la avejentada tripulación protagonistas, de extraño, siendo al mismo tiempo, se insiste, exponente claro y ejemplar de la literatura fantástica, sin más.

No es fácil explicarse de qué forma un joven escritor, como lo era Poe a la sazón, fue capaz de elaborar un relato tan perfecto y acabado con tan solo veinticuatro años (se supone que era de los primeros relatos que escribía), pero tampoco está claro cómo pudo concebir una historia semejante en el lugar y época concretos en que vivía: la Nueva Inglaterra de comienzos del siglo XIX. Desde la perspectiva del presente, nadie podría discutir que este cuento, debido a la atmósfera onírica y alucinógena que domina en él, a la absurda y esquinada actitud de los personajes, al propio ambiente marino turbio y neblinoso, podría pasar perfectamente por surrealista, y de hecho como tal fue valorado por dicha corriente artística a principios del siglo XX.

"Manuscrito hallado en una botella" se cuenta, por tanto, dentro del grupo de narraciones de su autor que cabría denominar intemporales. Aquí pueden incluirse "El hombre de la multitud", "El corazón delator", "Silencio" y "El poder de las palabras". La lista podría alargarse, pero acerca de los citados, cabría preguntarse qué elemento interno de su estructura, que no sea accesorio, identifica a estos relatos concretos como de su época. Son todos ellos descaradamente modernos o, si se quiere, descaradamente precursores de lo moderno.

Con la novela La narración de Arthur Gordon Pym (1838) (y, en menor medida, con el relato "Un descenso al Maelström"), comparte los temas marineros tan certera y técnicamente retratados; también, en gran parte, la singular atmósfera dominante (los grandes hielos, la inmensa noche antártica, la insinuación del abismo, que tanto impresionarían a Lovecraft), y por último, especialmente, el final inesperado y, de nuevo, extraño, en aguas antárticas. La historia en general entraña una simple, aunque poderosamente construida alegoría fantasmagórica, y quizá sería mucho aventurarle como temas adyacentes la tristeza de la vejez, la incomunicación, el fatalismo como inherente a toda aventura vital.

“En la neurosis, como en otras desdichas, podemos ver un artificio del individuo para lograr un fin. La neurosis de Poe le habría servido para renovar el cuento fantástico, para multiplicar las formas literarias del horror. También cabría decir que Poe sacrificó la vida a la obra, el destino mortal al destino póstumo. […] Poe indisolublemente pertenece a la historia de las letras occidentales, que no se comprende sin él. También, y esto es más importante y más íntimo, pertenece a lo intemporal y a lo eterno, por algún verso y por muchas páginas incomparables.” (Jorge Luis Borges)

“Una antología de Poe que incluya todo lo mejor de su obra no irá mucho más allá de las 200 páginas: seis o siete cuentos, un par de poemas y una novela corta inacabada. Esa breve aportación, sin embargo, se ha revelado incombustible y fecunda. Deleita sin cesar a lectores sesudos y adolescentes, inspira a cineastas, músicos, dibujantes, diseñadores… por no hablar de los escritores que han venido después. Creo que fue Conan Doyle quien dijo que si cada autor que debe algo de su inspiración a Poe aportase un ladrillo a su monumento funerario, éste sería mayor que las pirámides de Egipto”. (Fernando Savater)





miércoles, 14 de marzo de 2018

El Alamo

¿Qué sucedió realmente en El Álamo? Esta batalla, que fué una de las más importantes de la Guerra de la Independencia de Texas y donde perdieron la vida personajes legendarios como David Crockett, ha sido siempre un misterio debido al hecho de que no sobrevivió ningún militar del bando estadounidense. El único superviviente fué un tirador de origen francés llamado Louis Rose, pero... ¿fué un héroe o un traidor? Esta es su historia. Esta es la historia de la caída de El Álamo.





martes, 13 de marzo de 2018

Sherlock Holmes

"ESTUDIO EN ESCARLATA"

John Watson nunca podría haber imaginado que compartir un apartamento en Londres se convertiría en una serie de increíbles aventuras. Pero claro, no contaba con que su nuevo compañero, Sherlock Holmes, iba a ser una de las mentes más brillantes de Inglaterra y el único detective consultor del mundo. La persona idónea para desentrañar un misterioso asesinato.

Estudio en escarlata es la primera obra de Sherlock Holmes que Arthur Conan Doyle escribió, y la primera en que tanto Watson como los lectores de la Gran Bretaña de finales del s.XIX fueron testigos de las habilidades deductivas de este gran personaje. Ahora, más de un siglo más tarde, Ian Edginton e I.N.J. Culbard nos vuelven a presentar esa historia como novela gráfica.

La historia comienza en 1878, cuando el Dr. John Watson se encuentra con un viejo amigo, Stamford. Watson se vio obligado a retirarse por una herida de guerra y, al recuperarse, fue víctima del tifus. Ahora está buscando un lugar para vivir. Stamford revela que un conocido suyo, Sherlock Holmes, está buscando a alguien para compartir el alquiler en un piso en la calle Baker, en el 221 B. Un día les llega un mensaje de Scotland Yard sobre un reciente asesinato. Holmes y Watson se proponen investigarlo.

Holmes observa la acera y el jardín que conducen a la casa, antes de que Watson y él se reúnan con los inspectores Gregson y Lestrade. Los cuatro observan la escena del crimen y el cadáver masculino. Hay sangre en la habitación, pero no hay heridas en el cuerpo. También ven de los documentos que se encuentran con la persona, que se encontraba en Londres con un amigo, Joseph Stangerson. En la pared, escrito con sangre, está la palabra "RACHE" que, afirma Holmes, significa 'venganza' en alemán. Deduce que la víctima murió envenenada, y describe cómo cree que era el asesino: de metro ochenta de altura, con los pies pequeños para su estatura, de tez rubicunda, con botas de punta cuadrada.

Lovecraft

El joven H.P. Lovecraft es un chico lleno de imaginación... y de un extraño don, el mismo que llevó a la locura a su padre. Ahora deberá aprender que, en la realidad, no todo es lo que parece y que, a través de la escritura reflejará un mundo que sólo él ve...

Rodionoff, Giffe y Breccia tejen una historia de terror cuyo protagonista es una de las leyendas más importantes de la literatura de fantasía del siglo XX.

Hans Rodionoff, guionista cinematográfico, inventó una posible biografía de H.P. Lovecraft, el genio de la literatura de terror, en la que el joven escritor heredaba de su padre un talento innato para ver monstruos que no existían y una copia de El Necronomicón, el Libro de los Muertos escrito por el árabe loco Abdul Al-Azred. Con esta premisa, Giffen y Breccia tejen un relato afín a este género. Lovecraft es, en definitiva, un homenaje a un autor que cambió un género.





lunes, 12 de marzo de 2018

Leyendas de Parva Terra

Según cuenta la leyenda, los Adultos desaparecieron del mundo sin dejar rastro, el tiempo se detuvo y nos volvimos inmortales. Desde entonces, los Niños somos los únicos habitantes de Parva Terra. Muchos son los que creen que los Adultos existieron, mientras que otros piensan que los Niños siempre hemos gobernado el mundo. Es por esto que nuestras tribus están en conflicto. Sin embargo, una antigua profecía anuncia el día en que descubriremos los secretos del pasado... un día en el que, juntos, lucharemos contra un mal que amenazará de nuevo nuestro pequeño mundo. Aunque claro, todo esto no es más que una leyenda...

Leyendas de Parvaterra (Norma), de Raúl Arnáiz, es un espectacular cómic de fantasía heróica protagonizado por niños (cuya publicación acaba de finalizar en Francia, con el quinto tomo) y que ahora llega a España: "Este primer libro -asegura Raúl- nos presenta un mundo mágico poblado por criaturas de cuento tales como hadas, ogros, magos o elfos, pero no hay adultos en él, todos han desaparecido. Ahora sólo quedan niños estancados en su infancia que no recuerdan nada del mundo anterior".

"En este contexto conoceremos a un joven héroe que acompañado por sus amigos deberá emprender la búsqueda de ese pasado perdido, una misión nada fácil ya que el tiempo corre en su contra: un antiguo y misterioso enemigo que se oculta en las sombras está a punto de resurgir y hará todo lo posible por acabar con ellos".

"La idea de un mundo sin adultos surgió de la conjunción afortunada de varias obras que me gustan mucho, principalmente Peter Pan y sobre todo la novela El Señor de las Moscas -confiesa Raúl-. Esos referentes (y algunos otros más) tenían como protagonistas casi exclusivamente a niños, pero no como una estrategia meramente comercial para atrapar al público de esa edad, sino porque sus tramas giraban en torno a ese hecho y analizaban qué sucede cuando el ser humano se desentiende de sus responsabilidades como si fuese un niño, pierde su temor a un poder superior del que extraía su sentido moral, o se ve viviendo en un nuevo mundo carente de normas, elementos representados aquí por la figura perdida de los adultos. Eso fue lo que me decidió a crear mi propia historia metafórica “a través de” niños, y no tanto “para” niños. Los protagonistas viven en una isla y pertenecen a dos bandos enfrentados, los Guerreros Pelirrubios y los científicos Pelinegros, casi como si se tratara de guerreros contra brujos: "Podríamos reducirlo a eso, pero la idea de hacer varios grupos sociales está más relacionado con sus valores y filosofías de vida que con sus “ocupaciones”, como la de hacer la guerra o hacer magia. Eso es lo de menos" -comenta Raúl-.

"A los Guerreros Pelirrubios les mueve la intolerancia y el desprecio hacia los demás, el egoísmo, y la búsqueda de beneficio instantáneo, mientras que los Magos Pelinegros son estudiosos, científicos, naturalistas que representan el respeto, la curiosidad y la necesidad de saber, de conocer el mundo y el sentido de la vida. Son los que indagan en el pasado y traen progreso".

Además hay un tercer grupo: "Los Piratas Pelirrojos -añade Raúl-, que simplemente se desentienden de los problemas de su mundo y viven la vida al día, y representan ese sentimiento de hartazgo ante lo que consideran un mundo “demasiado complicado y aburrido” como para involucrarse en él; así, huyen de los problemas por considerarlos ajenos, pero con su inacción acaban formando parte de ellos. Estas interacciones entre grupos de niños son las que hacen girar los engranajes de la trama".

"La historia comienza discretamente en el hogar de estos tres grupos, un pequeño territorio que ellos conocen como Pequeña Isla -nos indica Raúl-. Pero ParvaTerra es todo un mundo enorme que se extiende, misterioso, más allá del mar que les rodea y del horizonte que conocen. ParvaTerra es el reto que todos ellos deberán aceptar o rechazar".

"Los protagonistas principales -continúa- son Leo, un guerrero pelirrubio que descubrirá que no tiene por qué ser como su gente le dice que debe ser, y que se acabará lanzando a una peligrosa aventura a costa de perder a todos sus amigos. Romeo, el rey de los guerreros y mejor amigo de Leo, que en su egoísmo no entenderá las razones de Leo y terminará convirtiéndose en su peor enemigo".

"También tenemos a Zenda y Jan, una pirata y un pequeño mago que se convertirán en los nuevos amigos de Leo en esta nueva aventura que comienza. Otros personajes secundarios, como El Gran Mago, ayudarán a los héroes a descubrir los secretos del pasado y lo que les deparará el futuro".





El Hombre que Ríe

En 1953 Salinger publicó nueve cuentos que cambiaron el mundo. "Usarás siempre la palabra más sencilla" fue su máxima. Y el libro se llamó Nueve cuentos. Escoger entre ellos es absurdo, arbitrario. Prefiero, porque sí, "El hombre que ríe". Es fácil encontrar los defectos de un mal cuento. Es imposible explicar un cuento perfecto como un árbol. Desafiando teorías, Salinger (Estados Unidos, 1919-2010) cuenta varias historias esenciales y simultáneas. La de un grupo de chicos que se estrellarán de pronto contra el fin de la infancia, la historia de amor del hombre que los lleva a jugar al béisbol en su bus destartalado, y la magnífica historia de un bandido deforme, que con la ayuda del lobo Ala Negra y el enano Omba devasta para siempre la frontera entre China y París.

El hombre que ríe de J.D. Salinger es una narrativa corta con una historia intercalada.  El narrador es un niño neoyorquino en la pre-adolescencia quien nos relata la historia del joven universitario John Gedsudski y su Club de comanches.  El club está integrado por un grupo de veinticinco niños (incluyendo al narrador) cuyos padres han contratado a Gedsudski para que los entretenga a diario organizándoles excursiones y actividades deportivas.  Los párvulos adoran a su "Jefe", quien los recoge todos los días en una carcacha de autobús aprovechando los momentos de viaje para relatarles las hazañas fantásticas de "El hombre que ríe" un bandido legendario que merodea un territorio ficticio en el que la campiña china hace frontera con el territorio francés.  Los chicos viven impresionados con el interminable relato y no se aguantan la paciencia en espera del momento en que Gedsudski les relatará el próximo capítulo.  Ha llegado a tal su apego que los comanches se creen descendientes del súper-héroe. Un día, la foto de una chica aparece en el tablero del autobús.  Se trata de Mary Hudson, la novia de John Gedsudski, quien entrará de manera inesperada a participar en las actividades de los comanches.  Mary Hudson cambiará sorpresivamente la experiencia de lo que hasta ahora ha sido un club de veinticinco hombrecitos y su líder carismático.  Mary no sólo los dejará asombrados con su inverosímil belleza, sino que además los sorprenderá con su habilidad de marcar carreras en la cancha de béisbol (a pesar de que en los juegos actuará de una manera obviamente tontorrona). Sin embargo, la relación entre Mary y John dará un giro que tendrá un profundo impacto en la vida del club de los comanches y esa experiencia se reflejará en lo que llegará a ser el último capítulo de El hombre que ríe.

Es obvio que este grupo de chicos tiene un contacto escaso con sus padres.  Todos los días, después de haber concluido la jornada escolar, Gedsudski los pasa recogiendo.  Lo mismo sucede los fines de semana y días feriados.  Efectivamente, cuando el chico narrador llega a su casa temblando del frío y traumado por el final inesperado de "El hombre que ríe" sus padres simple y sencillamente le ordenan que se vaya inmediatamente a dormir, en vez de acogerlo y alentarlo.

En la niñez todos contamos con la presencia de un ser fantástico: un dios, un súper-héroe, un hombre que ríe, un jefe de los comanches o una linda chica de Long Island llamada Mary Hudson.  Estos seres maravillosos nos inspiran y en cierta forma mágica nos hacen una constante compañía.  Lo trágico es que cuando nuestros seres fantásticos se esfuman y nuestros propios padres nos mandan al carajo, el mundo se nos viene por encima y es en ese preciso instante que se apodera de nosotros el espectro de una profunda y monstruosa soledad.   

"El hombre que ríe" son dos relatos en uno construidos de forma que uno de ellos, el que da título al cuento de Salinger, explique y complemente al principal, el que definiríamos como estrictamente salingeriano. Relato dentro de un relato, El hombre que ríe es una historia que uno de los personajes, El Jefe, cuenta al equipo de béisbol infantil, y está basado en los seriales radiofónicos estadounidenses famosos en la época en que está ambientado el relato. De ellos quizás La Sombra sea el más reconocido internacionalmente y es en el que El hombre que ríe parece inspirarse, sin olvidar otras influencias del folletín de misterio. Quizás Arsène Lupin.

Entretejido con esta historia subyace el relato típico de Salinger: Una situación extraída de su contexto que se inicia y termina sin mayores explicaciones, en esta ocasión para contarnos una ruptura sentimental. Pero la peculiaridad de este relato es que es a través del subtexto, El hombre que ríe, el lector debe deducir que ocurre realmente en el relato salingeriano.
La idea es estupenda pero tiene un pequeño fallo: La supuesta faceta complementaria que debe tener El hombre que ríe se convierte en un enfrentamiento narrativo en el que la historia clásica o popular, el folletín, se opone al nuevo concepto de relato que se origina en la primera mitad del siglo pasado.
¿Quién vence en el combate, El hombre que ríe o la historia del desengaño amoroso del Jefe? 
¿A través de los héroes ficticios sublimamos nuestros fracasos en la vida?
¿Sublima Salinger su narrativa a través del folletín?






domingo, 11 de marzo de 2018

Long John Silver

"Long John Silver" no es una enésima adaptación al cómic de la mítica obra de R.L. Stevenson La isla del tesoro. Pero tampoco es un cómic de piratas al uso, que toma prestado al carismático pirata. Long John Silver es un humilde homenaje a la gran obra de Stevenson, que no deja de maravillarnos a todos lectura tras lectura. A partir de sus personajes, Dorison y Lauffray aúnan esfuerzos para continuar la historia años más tarde, como si de una segunda parte se tratara.

En ella, el pirata más temido de todos los tiempos sellará un pacto de sangre con una distinguida dama venida a menos, cuyo marido ha descubierto un gran tesoro en las Américas. Sangre, peleas, venganza y ron acompañan a este título indispensable desde su primera publicación.

En la Isla del Tesoro, John Silver El Largo es un pirata que al principio parece a favor de realizar el viaje a la isla del tesoro, sin embargo, termina revelándose como el antiguo contramaestre del capitán Flint y el cabecilla de los amotinados. Silver relata haber servido en la Marina Real y perdido su pierna bajo "El Inmortal Hawke", no obstante, se descubre que en realidad la perdió en un abordaje pirata frente a Trinidad (el mismo abordaje en el que el mendigo Pew se quedó ciego). Como en muchos de los personajes de Stevenson, presenta más de una dualidad; en apariencia Silver es un marinero trabajador y agradable, y sólo a lo largo del relato su naturaleza infame es gradualmente revelada. Su relación con Jim Hawkins, el protagonista de la novela, es interesante, ya que Jim lo ve como un gran y audaz hombre por el que siente una profunda admiración, y con esto se crea un gran choque y emoción cuando es descubierto que él es responsable del motín, y especialmente cuando Jim debe enfrentarse y luchar contra él. La representación de Stevenson de Silver ha influido enormemente en la iconografía moderna del pirata, llevando un loro, llamado Capitán Flint en burla de su antiguo capitán, posado en uno de sus hombros. A Silver le falta una pierna, y usa una muleta para ayudarse a caminar. Está casado con una mujer de ascendencia africana, a quien confía sus asuntos de negocio en su ausencia y para liquidar su taberna en Bristol cuando sus acciones le hacen imposible volver a casa.

Según las cartas de Stevenson, la idea para el personaje de John Silver El Largo fue inspirada por su amigo de vida real William Henley, un escritor y editor. El hijastro de Stevenson, Lloyd Osbourne, describió a Henley como "...un gran muchacho, encendido, de grandes hombros, con una gran barba roja y una muleta [Henley era mutilado]; jovial, asombrosamente inteligente, y con una risa que rodaba como la música; tenía una inimaginable fuerza y vitalidad; causaba una gran impresión". En una carta a Henley después de la publicación de La Isla del Tesoro, Stevenson escribió "Ahora tengo que hacerte una confesión. Fue la imagen de tu fuerza mutilada y autoridad la que engendró a John Silver El Largo...la idea del hombre mutilado, gobernando y temido por el sonido [solo de su voz], fue tomada íntegramente de ti". J.M. Barrie hace referencia al personaje de John Silver en "Peter Pan", contando que el único hombre al que Silver temía no era otro que el malvado Capitán Garfio. En la misma novela también se hacen varias referencias al Capitán Flint y a su barco, el Walrus.





Los Tres Mosqueteros

¡Todos para uno y uno para todos! El legendario guionista Roy Thomas adapta junto al dibujante Hugo Petrus la inmortal obra de Alejandro Dumas, en el inimitable estilo de los Clásicos Ilustrados Marvel. París, 1625. Un joven llamado D'Artagnan trata de unirse a la elite del rey... ¡Los Mosqueteros! Junto a Porthos, Aramis y Athos, luchará contra los adversarios de la corona, mientras desde las sombras el temible cardenal Richelieu busca la manera de acabar con los Mosqueteros, lo único que le separa del trono de Francia.

La novela narra las aventuras de un joven gascón de 18 años conocido como d'Artagnan, que se va a París para hacerse mosquetero. D'Artagnan no es uno de los mosqueteros del título, sino que lo son sus amigos Athos, Porthos y Aramis, amigos inseparables que viven bajo el lema «todos para uno y uno para todos». Juntos sirven al rey Luis XIII y se enfrentan a su primer ministro, el cardenal Richelieu, y a sus agentes Milady de Winter y el conde de Rochefort, para así resguardar el honor de la reina Ana de Austria.

La historia de D'Artagnan continúa en Veinte años después y El vizconde de Bragelonne. Estas tres novelas de Dumas se conocen como Las novelas de D'Artagnan.

Gracias a su popularidad, la novela ha sido objeto de numerosas adaptaciones al cine y la televisión.

La historia comienza en 1625 en Francia. El protagonista, d'Artagnan, nacido en una familia noble empobrecida de Gascuña, abandona su hogar y marcha a París para cumplir su gran sueño: convertirse en un mosquetero de la «Compañía de Mosqueteros del Rey». A tal efecto, lleva consigo una carta escrita por su padre al capitán de la compañía de mosqueteros, el señor de Tréville, que también es gascón y fue compañero suyo en las guerras de Enrique IV. Al pasar por la aldea de Meung, el joven gascón se ve envuelto en una pelea con un caballero misterioso (que más adelante se revelará como el conde de Rochefort), quedando herido e inconsciente. Cuando D'Artagnan recupera la conciencia, se da cuenta de que el caballero ha robado su carta de presentación, a consecuencia de lo cual nace en él un deseo de vengarse del misterioso personaje.





J.D. Salinger

Jerome David Salinger (Nueva York, 1 de enero de 1919 – Cornish, Nuevo Hampshire, 27 de enero de 2010)​ fue un escritor estadounidense conocido principalmente por su novela El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye en inglés), que se convirtió en un clásico de la literatura moderna estadounidense casi desde el mismo momento de su publicación, en 1951. El autor falleció a los 91 años por causas naturales.

Jerome David Salinger era hijo de Solomon Salinger, director de J.S. Hoffman & Company, empresa que se dedicaba a la importación de carnes y quesos europeos.​ La familia de Solomon, de ascendencia judía, procedía de Sudargas, un shtetl situado en la frontera polaco-lituana, entonces perteneciente al Imperio ruso. El padre de Solomon, Simon F. Salinger, se casó poco después de su llegada a Estados Unidos, en 1881, con Fannie Copland, también de ascendencia lituana, en Wilkes-Barre, Pensilvania.​ La madre de Salinger, Marie Jillich, nació en Atlantic, Iowa, y era a su vez hija de George Lester Jillich, de ascendencia alemana. La madre de Marie, Nellie, era muy probablemente natural de Iowa a pesar de que Marie sostuvo posteriormente que era de origen irlandés. Su padre murió un año antes de su matrimonio, que tuvo lugar en 1910, y al morir también su madre en 1919, el mismo año del nacimiento de Salinger, Marie acabó convirtiéndose al judaísmo cambiando su nombre por Miriam.

Los Salinger tuvieron su primer hijo, una niña llamada Doris, en diciembre de 1912 y, poco después, debido al ascenso de Solomon en Hoffman se trasladaron a Nueva York. En 1919, cuando Salinger nació, su familia ya tenía una posición acomodada y, a pesar de la gran depresión de 1929, se trasladaron en 1932 a un lujoso apartamento de Park Avenue, en Manhattan.​ Su no muy brillante expediente académico hizo que sus padres lo internaran en 1934 en la Academia Militar Valley Forge, Pensilvania, donde se graduó en 1936.​ En otoño de ese mismo año se matriculó en la Universidad de Nueva York para estudiar arte y, tras un semestre sin demasiado provecho, su padre le ofreció viajar a Europa para aprender idiomas e iniciarse en el negocio de la importación. En unos momentos de extrema tensión en Europa pasó casi un año entre Austria y Polonia. En Viena vivió con una familia judía, que muy probablemente no sobrevivió al Holocausto, y con cuya hija, a la cual le dedicó en 1947 el relato A girl I knew, mantuvo el primer romance serio del que se tengan noticias. A su vuelta, después de una breve estancia en el Ursinus College de Pensilvania, se inscribió en un curso de escritura de la Universidad de Columbia impartido por Whit Burnett, editor de la revista literaria Story en cuyas páginas se dieron a conocer escritores como Tenesse Williams, Norman Mailer y Truman Capote. Burnett fue una influencia fundamental en los inicios de la carrera de Salinger y su relación continuó hasta mucho después de que este ya fuera un autor reconocido.

La Caída de la Casa Usher

Un joven caballero es invitado al viejo caserón de un amigo de la infancia, Roderick Usher, artista enfermizo y excéntrico que vive completamente recluido en compañía de su hermana, Lady Madeline, también delicada de salud. Usher vive presa de una enfermedad indefinible, lo que hace a todos temer por su vida. La que acaba muriendo es su hermana. Sus restos mortales son depositados en una cripta, pero no tardan en producirse terribles acontecimientos que desembocarán en un trágico final.

Cómic realizado por Richard Corben "La Caída de la Casa Usher", en esta ocasión Corben crea una historia que mezcla los relatos de la Casa Usher con el del Retrato Ovalado ambos de Edgar Allan Poe.




























La Isla del Tesoro

Jim Hawkins es un chico que junto a sus padres trabaja en la posada del Almirante Benbow. Un día, el pirata Billy Bones, cuya única posesión es un viejo cofre, aparece en la posada. La posada recibe la visita de un marinero ciego la misma noche que el padre de Jim muere. Éste amenaza a Bones diciéndole que más tarde él y sus esbirros le atacarán para recuperar el cofre. Bones muere de apoplejía, producto de su adicción al ron. Jim y su madre roban el cofre que contiene el mapa del tesoro. Este robo dará origen a una serie de aventuras, en las que Jim se enfrenta con marinos, piratas y varios peligros para encontrar el tan codiciado tesoro.

Stevenson tenía 29 años y unos pocos meses cuando comenzó a escribir La isla del tesoro, su primer éxito como novelista. Los quince primeros capítulos fueron escritos en Braemar, en las Tierras Altas escocesas, en 1881. Era un verano tardío, frío y lluvioso y Stevenson estaba con cinco miembros de su familia de vacaciones en una casita en el campo. El pasatiempo de aquellos días era escribir una historia entre todos, pasando el manuscrito de uno a otro, en bloques de quince minutos. El joven Lloyd Osbourne, hijastro de Stevenson, tenía entonces 12 años, y pasaba los días lluviosos pintando con acuarelas. Para cuando la historia llegó a manos de Lloyd, los personajes estaban en una isla desierta. Días después dibujó un barco hundido cerca de una isla inventada. Recordando esos momentos, Lloyd escribiría:

"...con mi nueva caja de acuarelas intenté hacer un mapa de la isla que había dibujado. Stevenson entró cuando yo lo terminaba y mostrando ese amable interés por todo que yo hacía, se apoyó sobre mi hombro, y pronto se puso a construir el mapa y darle un nombre. ¡Nunca olvidaré la emoción al ver la Isla del Esqueleto, la Colina del Catalejo, ni la emoción que sentó en mi corazón con las tres Cruces Rojas! ¡Pero la emoción fue aún mayor cuando escribió las palabras «La isla del tesoro» en la esquina superior derecha! No tardó en demostrar grandes conocimientos sobre la isla y sus habitantes, los piratas, el tesoro enterrado, o el hombre que había sido abandonado en la isla. «Oh, es como para hacer una historia sobre ello», exclamó. «Sí, que cuente quién enterró el tesoro, o por qué se llama la isla del Esqueleto», respondí en un paraíso de encanto..."

Al día siguiente de que Lloyd dibujase el mapa, Stevenson había escrito el primer capítulo. Se convirtió en la rutina diaria el que Stevenson escribiese por la mañana un nuevo capítulo y lo leyese en voz alta a su familia, que le hacía sugerencias. Lloyd, por ejemplo, insistió en que no hubiera mujeres en la historia. El padre de Stevenson se divertía como un niño con la historia y pasó un día escribiendo el contenido exacto del cofre marino de Billy Bones, que Stevenson adoptaría palabra por palabra. Fue también su padre quien sugirió la escena donde Jim Hawkins se oculta en el barril de manzanas. Dos semanas más tarde, un amigo, el doctor Alexander Japp, llevó los primeros capítulos al editor de la revista Young Folks, que se mostró de acuerdo con publicar un capítulo semanal. Stevenson escribiría un capítulo al día durante quince días, pero llegado cierto momento comenzaron a faltarle las palabras.

La gran aventura de Robert Louis Stevenson adquiere una nueva vida gracias al legendario guionista Roy Thomas y a Mario Gully, la nueva sensación del dibujo. Un relato clásico que ha electrizado a generaciones enteras de lectores. Jim Hawkins estaba destinado a seguir los pasos de sus padres, trabajando toda su vida en un lugar aburrido… Hasta que un marinero con la mejilla cortada se cruzó en su camino. Empezará entonces la gran aventura que cambiará para siempre su existencia.