jueves, 29 de septiembre de 2022

Un Cuento de las Montañas Escabrosas

Un Cuento de las Montañas Escabrosas (A Tale of the Ragged Mountains) es un relato de terror del escritor norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849), publicado originalmente en la edición de abril de 1844 de la revista Godey's Lady's Book, y luego reeditado en la antología de 1845: Cuentos (Tales).

Un cuento de las montañas escabrosas, uno de los mejores relatos de Edgar Allan Poe, se basa en las experiencias personales del autor en la Universidad de Virginia, pero también en sus inquietudes respecto del ocultismo, el esoterismo y el mesmerismo. En resumen: el cuento elabora una serie de teorías sumamente interesantes, algunas de las cuales prefiguran el interés científico por las drogas psicoactivas e incluso la dinámica entre paciente y doctor.

El maestro Edgar Allan Poe publicó por primera vez nuestro relato de esta noche en la edición de abril de 1844 de la revista Godey’s Lady’s Book. Las experiencias del propio Poe con el ocultismo, el esoterismo y su atracción por el mesmerismo como detonante del ejercicio literario de la imaginación, sembraron el camino de algunos de sus textos más relevantes: «El extraño caso del señor Valdemar», o «Revelación Mesmérica». Así es como nos conducirá hacia los abismos de lo inexplicable, donde un inocente paseo matutino llevará a nuestro protagonista de esta noche a encontrarse cara a cara con su destino.

No hay in­cohe­ren­cia al­gu­na en crear fa­bu­la­cio­nes im­po­si­bles de lo real; el mes­me­ris­mo en­tran­do en ac­ción en hom­bres de ras­gos fe­li­nos ca­pa­ces de vi­si­tar tiem­pos pa­sa­dos en lu­ga­res le­ja­nos, no nos di­ce na­da so­bre la reali­dad cien­tí­fi­ca del mun­do, no es útil, pe­ro sí tie­ne una fun­ción es­pe­cí­fi­ca pa­ra nues­tra pro­pia vi­da. Por ejem­plo, ayu­dar­nos a com­pren­der el te­rror ocul­to tras los plie­gues de lo real. Augustus Bedloe es víc­ti­ma del in­fi­ni­to, de aque­llo que es in­ex­pli­ca­ble más allá del he­cho mis­mo de ha­ber ocurrido.

Su te­rror es su­til, ocul­to no tras la muer­te y el es­pan­to que se ocul­ta al fi­nal de los lí­mi­tes de los im­po­si­bles sen­de­ros de la sin­ra­zón, sino en la im­po­si­bi­li­dad de ra­cio­na­li­zar­lo. Cuando Bedloe mue­re, su es­que­la di­ce que su ape­lli­do era Bedlo, ¿por qué? Por un error ti­po­grá­fi­co ‑di­ce el edi­tor; por­que es Oldeb al re­vés ‑di­ce el na­rra­dor: lo te­rro­rí­fi­co no es só­lo que sea­mos in­ca­pa­ces de com­pren­der por qué un hom­bre ha si­do ca­paz de exis­tir en dos épo­cas di­fe­ren­tes ‑Bedloe a fi­na­les del XIX en EEUU, Oldeb a prin­ci­pios del XIX en India‑, só­lo co­nec­ta­do por la ex­pe­rien­cia de su pro­pia muer­te di­ri­gién­do­se con­tra él a tra­vés del espacio-tiempo, sino la im­po­si­bi­li­dad de los de­más de aprehen­der tal acon­te­ci­mien­to. No hay en Poe re­sig­na­ción: co­no­ce lo que ha si­do al­go más que el fru­to de lo ca­sual. Para de­mos­trar­lo plan­ta en el lec­tor la se­mi­lla de la du­da, de la po­si­bi­li­dad de com­pren­sión fu­tu­ra, in­clu­so aun­que no sea a tra­vés de la es­tric­ta fun­cio­na­li­dad de lo real; ya no ca­be la du­da, sa­be­mos con cer­te­za que Bedloe vi­vió aque­llos even­tos sin­gu­la­res, nues­tra du­da es otra: «qué», no «có­mo» ni «por qué».

No exis­te au­tén­ti­co sen­ti­mien­to de te­rror que naz­ca en el co­no­ci­mien­to de lo real, uno só­lo te­me aque­llo que sa­be que ace­cha en el mun­do pe­ro le re­sul­ta im­po­si­ble de­mos­trar su exis­ten­cia de tal mo­do que su exis­ten­cia re­sul­te in­dis­cu­ti­ble pa­ra aque­llos aje­nos a su al­can­ce. Todo lo de­más, es el pue­ril des­co­no­ci­mien­to del au­tén­ti­co sen­ti­mien­to del mie­do: sa­ber que al­go ocu­rre, pe­ro no sa­ber qué.


Fuente:

http://www.skywaspink.com/que-no-como-ni-por-que-viajando-con-un-cuento-de-las-montanas-escabrosas-de-edgar-allan-poe/



viernes, 23 de septiembre de 2022

El Padrino "Don Corleone"

El Padrino es una novela de género criminal escrita por el escritor italoestadounidense Mario Puzo que originalmente publicó una de las mayores editoriales del país conocida como G. P. Putnam's Sons en 1969. Detalla la historia ficticia de una familia de la mafia siciliana asentada en Nueva York y que está encabezada por Don Vito Corleone, El gran jefe, la cual se convirtió en sinónima de la mafia italiana. La trama transcurre entre los años 1945 y 1955, y también proporciona el trasfondo de Vito desde su niñez, hasta su madurez.

El libro introdujo términos italianos tales como consigliere, caporegime, Cosa Nostra, pezzonovante, y omertà a la audiencia de habla inglesa. Formó las bases de una película homónima que se rodó en 1972. En 1974 y 1990 se rodaron dos secuelas, con nuevas contribuciones de Puzo. Tanto la primera como la segunda película están ampliamente consideradas como unas de las mejores filmaciones cinematográficas de todos los tiempos.

El libro cuenta diferentes historias paralelas a la principal, y este audio es un extracto de la novela, el capítulo tercero, que cuenta la historia de la llegada de el Padrino (el Don) a América y de como va prosperando su vida y la de su familia en esa tierra llena de oportunidades para un inmigrante siciliano.


Mario Puzo

Mario Francis Puzo (Manhattan, Nueva York, 15 de octubre de 1920-West Bay Shore, Long Island, Nueva York, 2 de julio de 1999) fue un escritor y guionista estadounidense descendiente de italianos, conocido como el literato de la mafia, especialmente por su obra maestra El padrino (1969).

Nació en el seno de una familia de inmigrantes italianos. Estudió ciencias sociales en la Universidad de Columbia. Sus dos primeras obras, La arena sucia y La Mamma, tuvieron una gran acogida. Su consagración definitiva llegó con la publicación de El padrino, con la que además consiguió dos premios Óscar por su trabajo de coguionista de las partes primera y segunda de la película (por su trabajo en el guion de la tercera fue nuevamente nominado, pero no logró el galardón). A su vez, las partes primera y segunda de la película, dirigidas por Francis Ford Coppola, fueron galardonadas con el premio a la mejor película en sus respectivos años. A esta novela le siguieron Los tontos mueren, El siciliano, La cuarta K y El último Don.

Murió en su casa de Long Island en julio de 1999 a causa de un paro cardíaco poco tiempo después de finalizar la escritura de Omertà.

Se ha señalado el influjo de Fiódor Dostoyevski en Puzo; lo cita frecuentemente, en particular Los hermanos Karamázov, en La arena sucia, Los tontos mueren, La cuarta K y Los Borgia. La familia Corleone en El padrino se parece mucho a la familia Karamázov: un poderoso padre, un hijo mayor impulsivo, un hijo filosófico, otro de carácter dulce y abúlico y un hijastro adoptado que se mantiene como un empleado.

En una reseña publicada en el San Francisco Chronicle, Jules Siegel, que había trabajado con Puzo en la Magazine Management Company, puso en duda que este pudiera concluir Omertà y aventuró la hipótesis de que hubiera sido completada por algún que otro «negro». El propio Puzo se congratulaba de manera de escribir en el personaje autobiográfico del escritor Joe Osano de Los tontos mueren.

Adoraba jugar al tenis y tenía una pista en su casa de West Bay Shore, en la isla de Long Island (seguramente extrajo de allí la presencia de la seductora tenista en su novela Omertà). Le gustaba también apostar ocasionalmente en Las Vegas (recuerden el episodio de Moe Green en The Godfather y su novela The Last Don).

A pesar de la enorme presencia del catolicismo en la obra de Puzo, el escritor, según decía, no creía en Dios ni en los dogmas de la Iglesia, solo en la bondad humana. Puzo dijo en alguna ocasión que su felicidad residía en una buena comida, practicar tenis, apostar jugando, mirar el techo de su casa durante horas y escribir.

Puzo nunca tuvo contacto con el medio del crimen. De hecho, según sus propias palabras Don Corleone era un personaje que lo espantaba. Además, decía que su mafia era una versión romántica del mundo criminal real. «Si hubiera estado en la mafia, jamás habría tenido que escribir».

Pese a entender perfectamente la naturaleza del mal, Puzo decía que la justicia debía ser una constante en la sociedad; sin embargo, estaba decepcionado de cómo se administraba en EE. UU., donde, según él, la ley protege más a los criminales con dinero que a la gente común.


viernes, 16 de septiembre de 2022

Platero y Yo (Fragmentos)

Platero y Yo es una obra lírica escrita por Juan Ramón Jiménez,​ que recrea poéticamente la vida del asno Platero. El libro está constituido por breves estampas que entre sí no guardan un orden temático y responden a impresiones, sensaciones y recuerdos de Moguer en la etapa infantil de Juan Ramón Jiménez. Aparece como un diario en donde se detallan los aspectos más interesantes de la realidad, del pensamiento y del sentimiento del autor. Sin embargo, ni es un diario ni un libro autobiográfico, sino una selección de historias tomadas de un mismo ambiente real y escogidas entre los múltiples recuerdos del pasado.

La primera edición se publicó en 1914 (Ediciones de la lectura) con 136 páginas, y en 1917 se publicó la edición completa, compuesta por 138 capítulos en 142 páginas (Editorial Calleja, Madrid). Quedaba explícito que Platero era un texto adulto, aunque por su sencillez y transparencia se adecuara perfectamente a la imaginación y al gusto de los niños. Algunos capítulos encerraban una cierta crítica social, revelando una dimensión del autor que muchos tardaron en advertir. El propio Juan Ramón Jiménez, en un «prologuillo» a la edición, aclaraba: «Yo nunca he escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren».

El texto se caracteriza por ser rico y abundante en el vocabulario, inventar palabras; asoma el andalucismo con un léxico local, abunda la figura retórica de la imagen en la forma de la comparación o de la metáfora, abunda el adjetivo y usa la interrogación retórica, la admiración y los puntos suspensivos.

Con motivo del centenario de su primera publicación en 1914, el Ayuntamiento de Moguer y la Fundación Juan Ramón Jiménez configuraron un extenso calendario de actividades, bajo la denominación Año Platero, para conmemorarlo. Se elaboró un amplio abanico de actividades, que se desarrollaron a lo largo del año 2014, en diversos ámbitos como el turístico y cultural, fomento a la lectura-literatura, artes plásticas y escénicas, actos conmemorativos y efemérides, ediciones especiales del centenario, celebración del Congreso internacional de Platero y yo,​ y un museo al aire libre en las calles del pueblo natal del poeta.


El siguiente audio es una recopilación de los mejores fragmentos del libro y condensados en poco más de cuarenta minutos de duración. No es la totalidad del mismo.


Juan Ramón Jiménez

Juan Ramón Jiménez Mantecón (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881–San Juan de Puerto Rico, 29 de mayo de 1958) fue un poeta español. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1956 por el conjunto de su obra, entre la que destaca la obra lírica en prosa Platero y yo.

Juan Ramón Jiménez nació el 23 de diciembre de 1881 en la casa número dos de la calle de la Ribera de la localidad onubense de Moguer.​ Era hijo de Víctor Jiménez (natural de Nestares, La Rioja, viudo con una hija llamada Ignacia de un primer matrimonio con Emilia Velarde, pariente del escritor José Velarde)​ y Purificación Mantecón López-Parejo, quienes se dedicaban con éxito al comercio de vinos. En 1887 sus padres se trasladan a una antigua casa de la calle Nueva y cursa primaria y elemental en el colegio de Primera y Segunda Enseñanza de San José.

En 1891 aprueba con calificaciones de sobresaliente el examen de Primera Enseñanza en el Instituto "La Rábida" de Huelva. Se traslada a Sevilla, en 1896, para ser pintor, creyendo que esa es su vocación. Allí frecuenta la biblioteca del Ateneo sevillano. Escribe sus primeros trabajos en prosa y verso. Empieza a colaborar en periódicos y revistas de Sevilla y Huelva. Comenzó la carrera de Derecho impuesta por su padre en la Universidad de Sevilla, aunque la abandona en 1899. En 1899 estudia Bachillerato en el colegio de San Luis Gonzaga del Puerto de Santa María, y obtiene el título de Bachiller en Artes.

En 1900 se trasladó a Madrid y publicó sus dos primeros libros de textos, Ninfeas y Almas de violeta. La muerte de su padre en este mismo año y la ruina familiar, confirmada cuando él y su familia perdieron todo su patrimonio embargado al fallar el Tribunal Supremo a favor del Banco de Bilbao, le causaron una honda preocupación, vivida intensamente a causa de su carácter hiperestésico, algo neurótico y nefelibata (con este adjetivo lo definió Rubén Darío), y en 1901 será ingresado con depresión en un sanatorio en Burdeos, regresando a Madrid, posteriormente, al Sanatorio del Rosario.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

El Prodigio de los Sueños

"Imaginé mi despedida ideal de este mundo… un drama fabricado por extraños portentos, velozmente nutrido de sueños y visiones en una atmósfera de terror sublime, creciendo de noche como algún tipo de hongo fosforescente en un sótano olvidado…"

 

Los Diarios de Viaje de Arthur Emerson



Arthur Emerson tenía la impresión de que los cisnes, aquellos perennes invitados a la hacienda, se comportaban de forma extraña. Sin embargo, el conocimiento que poseía acerca de su conducta natural era impreciso y le proporcionaba poca información sobre lo que había cambiado en sus hábitos o instintos. Pero estaba profundamente convencido de que, en efecto, dicho cambio había tenido lugar, una deriva imperceptible hacia lo singular. De repente, estas criaturas, que habían llegado a resultarle tan tediosas como todo lo demás, comenzaron a embargarle de un asombro que no había experimentado en muchos años.

Esa mañana estaban reunidos en el centro del lago, apenas visibles tras una lechosa niebla que flotaba sobre las aguas mansas. Durante el lapso de tiempo que los observó no se permitieron ni el menor amago de dirigirse a las verdes orillas que bordeaban el lago. Cada uno de ellos —había cuatro— miraba en una dirección distinta, como si existiera algún tipo de antagonismo dentro del grupo. Luego sus elegantes y fantasmagóricas siluetas giraron con simplicidad mecánica y se apiñaron alrededor de un punto de atención imaginario. Durante unos segundos sus cabezas asintieron levemente unas a otras, inclinándose en una oración silenciosa, pero pronto estiraron sus serpenteantes cuellos al unísono, elevaron sus picos naranjas y negros hacia la espesa niebla que se extendía sobre sus cabezas y escrutaron sus profundidades. A continuación, siguió una serie de inquietantes graznidos distintos a cualquier cosa que se hubiera oído en los vastos terrenos de aquella aislada hacienda.

Arthur Emerson se preguntaba si algo que no podía ver estaba alterando el comportamiento de los cisnes. Mientras permanecía junto a los grandes ventanales que se abrían hacia el lago, recordó que debía enviar a Graff allá abajo a ver si averiguaba algo. Tal vez alguna indeseable alimaña se hubiera instalado recientemente en los espesos bosques cercanos. Y mientras seguía reflexionando sobre el tema, reparó en que los numerosos patos salvajes, aquellos duendecillos marrones que siempre permanecían visibles o audibles en las proximidades del lago, ya habían abandonado la zona, o quizás tan solo permanecían ocultos tras la inusual niebla de aquella mañana singular.



sábado, 3 de septiembre de 2022

Mortadelo y Filemón

Mortadelo y Filemón es una serie de historieta humorística creada y desarrollada por el autor español Francisco Ibáñez a partir de 1958, la más popular de las suyas, y probablemente de todo el cómic en España. Adscrita habitualmente a la escuela Bruguera, ha gozado además de multitud de adaptaciones a otros medios.

La serie nació con el nombre de Mortadelo y Filemón, agencia de información, tomando como base cómica la ficción de detectives y con historietas de 1 a 4 páginas. Desde el principio los personajes protagonistas estaban definidos: Filemón es un hombre colérico de dos pelos y es el jefe, y Mortadelo es un hombre alto y calvo, con nulo sentido común y la capacidad de disfrazarse de cualquier cosa. En 1969 ingresan en las filas de la T.I.A., una desastrosa agencia secreta que les permite parodiar las historias de espías y se incorporan a la nómina de personajes fijos el despótico superintendente (o "Súper") de la organización, el catastrófico científico profesor Bacterio, la oronda Secretaria Ofelia o la atractiva secretaria Irma (actualmente fuera de servicio). Además empezaron a aparecer aventuras largas de 44 páginas.​ En cualquiera de sus épocas la serie destaca por su humor extremadamente slapstick, por lo que los personajes sufren constantemente percances como caídas desde grandes alturas, explosiones, aplastamientos por todo tipo de objetos pesados (pianos, cajas fuertes, etc.) sin que las consecuencias de los mismos suelan durar más de una o dos viñetas.

A fecha de 2015, han sido publicadas hasta 200 aventuras largas (44-46 páginas), desde su creación. Estas aventuras largas se originaron y empezaron a serializarse en diversas revistas de la Editorial Bruguera en 1969, en régimen de 4 a 6 páginas, así como en formato álbum completo e individual (Colección Ases del humor), para después hacer lo propio en publicaciones posteriores de Ediciones B, una vez la primera editorial desapareció. No fue hasta 1996 cuando pasaron a ser publicadas únicamente en formato álbum completo e independiente. Todas ellas han sido realizadas en su mayoría por su autor original, Francisco Ibáñez, pero en épocas pasadas, también por otros autores apócrifos (algunos de ellos identificados y otros desconocidos). Algunas de estas aventuras apócrifas no han sido nunca reeditadas, siendo de publicación única, piezas raras de coleccionista a día de hoy. Más información en Bruguera Equip.


jueves, 1 de septiembre de 2022

El Fabricante de Monstruos

El Fabricante de Monstruos (1887) de William Chambers Morrow es un macabro y morboso relato, todo un antecedente de los mejores cuentos pulp a los que se adelanta en varias décadas. Directo y sin concesiones, va anticipando el horror en el que desemboca por medio de pequeños detalles que nos llevan a ese punto en el cual el espanto ha tomado casi forma definitiva antes de llegar a narrarlo, a ser contado en detalle. Su estructura en tres tiempos le hace perder intensidad, en especial en su parte central, una conversación entre dos policías que hace avanzar la acción pero que nos aleja de la atmósfera opresiva del caserón del científico loco protagonista. El desenlace lleva a Morrow a figurar entre ese modesto panteón de reyes del horror más brutal. No es extraño que su obra fascinara a Ambrose Bierce, editor de la revista The Argonaut, la cual dio salida a varios de sus cuentos.