lunes, 29 de julio de 2019

Siete Plantas

"Siete Plantas" es uno de los más conocidos y mejores relatos de Dino Buzzati. Un libro esencial que nos hará reflexionar y que contiene tanta información sobre aspectos concretos de la actitud de los seres humanos ante la enfermedad y la muerte, así como sobre ciertas maneras, nada recomendables, de practicar la medicina en el marco de una institución cerrada, que constituye un excelente material pedagógico. Una demoledora crítica de la maquinaria que, se supone, debe estar a cargo de velar por la salud de los enfermos.

Siete plantas tiene el afamado sanatorio al que Giuseppe Corte llega aconsejado para tratarse de una dolencia, con la ilusión de su segura recuperación. A pesar de una prometedora primera impresión ante el edificio y del trato amable de los profesionales que le reciben, pronto se verá arrastrado por un peculiar sistema que lo hará descender de planta en planta entre temores de dudosas intenciones.

Tras su primera aparición en 1937, este envolvente relato del aclamado escritor y periodista italiano se incluyó en varias de sus antologías publicadas en vida, pues el propio Buzzati lo contaba entre sus «cosas mejores».



miércoles, 24 de julio de 2019

Acoustica FX Suite


"Acoustica FX Suite" es una colección de plugins de efectos y componentes VST que complementan y añaden más funciones digitales de post-producción a tus proyectos musicales o a tu podcast.

Desde los más básicos hasta los más profesionales, Acoustica te brinda la posibilidad de ampliar tu sonido y darle más calidad a tus grabaciones.

Ahora puedes descargar esta suite gratuita y ejecutando el archivo ejecutable, instalar toda la colección de archivos de efectos en tu directorio VST de tu software favorito secuenciador multipista o de grabación digital.



Peace Equalizer APO

Existen muchas aplicaciones que permiten aumentar la calidad y potencia del sonido de tu ordenador. Esta vez me apetece compartir con vosotros una aplicación que a todas luces me parece una excepcional opción para el pre-procesado del sonido procedente del microfono o con destino a la salida de altavoces de tu PC, se trata de "Peace Equalizer APO" un software gratuito y muy completo con el que podrás seleccionar el perfil de sonido que se ajuste más a tus necesidades.

Instalación y pantalla inicial:

La instalación de esta aplicación consta de dos pasos, el primero consiste en instalar la aplicación "Equalizer APO".

El segundo paso nos permite agregar una interfaz muy completa para poder modificar y mejorar el sonido, se instala la aplicación añadida "Peace Setup". Ambos se instalan en segundos y estan incluidas en el paquete de instalación que puedes descargarte más abajo.

Cuando hemos instalado ambas aplicaciones, debemos iniciar Peace, el cual se abrirá en ventana independiente la herramienta de configuración de Equalizer APO. En la pantalla inicial de Peace tenemos TODO para poder controlar, modificar y mejorar el audio de nuestro equipo. No os asusteis con la cantidad de configuraciones que esta presenta, en realidad solo vamos a utilizar tres o cuatro funciones básicas.

Equalizer EQ APO + Peace permiten además, utilizar diferentes herramientas para obtener un sonido aún mejor, estas son:
  • «Effects» desde aquí podremos simular un falso estéreo, invertir canales de audio, atrasar el audio (delay) entre un sinfín de opciones de una forma muy sencilla.
  • «Commands» este ecualizador permite el uso de comandos para lograr diferentes funciones, desconocemos cómo se utilizan y para qué sirven estos comandos.
  • «Graph» la herramienta «gráfica» tal como su nombre lo indica permite editar el sonido de manera bastante simple, podemos ajustar los decibelios (dB) y las frecuencias.

Como veis, la instalación es muy fácil y se consigue un mejor rendimiento del sonido del PC u ordenador portátil. 

Espero que este artículo haya sido de vuestro interés. Un cordial saludo.




lunes, 22 de julio de 2019

Alter Ego Los Otros


"Alter Ego. Los otros" 
David Sánchez-Valverde Montero


“Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti”.

Nietszche (Más allá del bien y el mal)



   Se llamaba Leroy Red, un mecánico de coches cualquiera, señalado desde arriba por el dedo de algún dios sumido en el tedio. Rondaba ya la treintena y tenía un cuerpo delgado pero fuerte, esculpido por el trabajo manual y la grasa del taller, con esas manos como llaves inglesas y siempre algo sucias en los bordes de los dedos de los que aflojan y aprietan cosas continuamente. La línea del cabello comenzaba a dar pasos atrás en su cabeza, y se adivinaba siempre en su cara un gris de barba correosa que nunca estaba afeitada del todo. Sus compañeros lo consideraban algo taciturno, pero lo estimaban por su honestidad y falta de dobleces. Vivía en un ático mínimo situado en el centro de la ciudad, solo compartido con un gato negro que encontró en la calle cuando era un cachorro. Cada jornada de trabajo, recorría con su viejo auto los casi cincuenta kilómetros que lo separaban del pequeño taller de reparación de automóviles en el que trabajaba desde los dieciséis, ubicado en un gran pueblo, casi ciudad, en el cual disponían de una clientela fija que les daba de comer. Llevaba una existencia rutinaria, como casi todas, más transitable gracias a los libros que leía y que lo arrojaban brevemente a otros mundos, a otras vidas posibles, para las cuales él no tenía tiempo y sobre todo, no tenía dinero. Alguna cerveza con los compañeros al salir del trabajo y paseos por la línea de playa los días libres, terminaban por configurar sus días.

   El nombre de su vecina era Rebeca. No recordaba su apellido cuando me contó esta historia. Estaba ya algo bebido al sentarse frente a mí aquella noche, aunque su relato era coherente, fluido, como si todo hubiera ocurrido la noche anterior. Fue él quien me buscó, quería que un escritor pobre, de los bajos fondos (así lo dijo), volcara su historia en el papel, la resguardara del olvido; quería sobrevivir a través de la tinta indeleble como los personajes de los libros que leía. Leroy sonrió cuando admitía que si fuera por él no sabría ni el nombre de aquella mujer, pues era reservado, nunca se hubiera atrevido a abordarla. Llevaba meses alquilada en el edificio, trabajaba de enfermera en un hospital a tres manzanas, y cuando se presentó a él lo primero que dijo fue su nombre y que le gustaba el helado de vainilla, mientras reía nerviosa y le tendía la mano: Debes de pensar que soy una lunática. Vengo de la costa este y hace tiempo que no hablo con nadie que no sea del trabajo.



domingo, 14 de julio de 2019

El Tapiz Amarillo

"The Yellow Wallpaper" (en español: "El papel de pared amarillo" o "El tapiz amarillo") es un cuento corto de 6000 palabras obra de la escritora norteamericana Charlotte Perkins Gilman, que fue publicado por primera vez en enero de 1892 en The New England Magazine.​ Es considerado una importante obra seminal de la literatura feminista norteamericana, e ilustra las actitudes en el siglo XIX con respecto a la salud de las mujeres, tanto en su aspecto físico como mental.

Escrito en primera persona, la historia es un conjunto de anotaciones en su diario escritas por una mujer cuyo esposo médico (John) ha alquilado una mansión antigua para pasar el verano. Descartando otras habitaciones en la casa, la pareja se instala en el cuarto de niños en la planta alta. Como una forma de tratamiento a la mujer sin nombre se le prohíbe trabajar, y se la alienta a que se alimente correctamente y a realizar mucho ejercicio y estar al aire libre, de forma que ella pueda recuperarse de lo que su esposo denomina una "depresión nerviosa temporal– una ligera tendencia histérica", un diagnóstico común para las mujeres de esa época.​ Ella esconde su diario de su esposo y la hermana de su esposo la casera, temerosa de que se le reproche que ha estado trabajando en demasía. Las ventanas del cuarto se encuentran con barrotes para prevenir que los niños se encamaren a las mismas, y existe un portoncito en la parte superior de la escalera, a pesar de que ella y su esposo tienen acceso al resto de la casa y sus terrenos.

La historia presenta los efectos de la falta de estimulación sobre la salud mental de la narradora y como ella desarrolla una psicosis. Sin nada que la estimule, ella se obsesiona por el diseño y el color del papel de la pared. "Ese papel de la pared, tiene el tono amarillo más extraño! Me hace pensar en todas las cosas amarillas que he visto en mi vida – no las cosas hermosas como por ejemplo los botones de oro, sino cosas amarillas viejas echadas a perder. Pero ese papel tiene algo particular, su olor! ... La única cosa que se me ocurre parecida es el color del papel! Un olor amarillo."

Al final, ella se imagina que hay mujeres arrastrándose por entre los dibujos del papel del muro y llega a creer que ella es una de esas mujeres. La protagonista se encierra en la habitación, el único sitio en el cual ella se siente segura, negándose a dejarlo una vez que concluye el alquiler por el verano. "Porque afuera debes arrastrarte por el suelo, y todo es verde en vez de amarillo. En cambio aquí puedo arrastrarme fácilmente por el piso, y mi hombro calza perfectamente en un extenso contacto íntimo con la pared, por lo que no puedo perderme."

La historia describe el descenso de una mujer joven hacia la locura. John su esposo es comprensivo aunque falto de criterio, cree que lo mejor para ella es hacer una cura de reposo luego de haber dado a luz a su hijo. La familia pasa el verano en una mansión colonial que, según las palabras del narrador, "es un poco extraña". La mujer y su esposo se instalan en una habitación en la planta alta la cual ella supone fue el cuarto de los niños ya que posee múltiples ventanas, lo que permite el paso del aire tan necesario para su recuperación. Además de la pareja, también se encuentra allí Jennie la hermana de John; quien hace las tareas de la casa. Tal como era costumbre de la época las ventanas de la habitación de los niños tienen barrotes y el papel de la pared ha sido arrancado en ciertas partes, y el suelo esta rayado. La narradora atribuye ello a los niños, ya que la mayoría del daño está circunscrito a las zonas que ellos pueden alcanzar. Aunque se lo deja al lector en la duda sobre cual es la fuente real del estado de la habitación.

La narradora dedica numerosas anotaciones en su diario para describir el papel que recubre las paredes de la habitación– su olor "amarillo", su diseño "que quiebra el cuello", las partes que han sido arrancadas y la forma como deja mancas amarillas en la piel y la ropa de toda persona que lo toca. Ella relata como cuanto más tiempo se permanece en la habitación, más parece mutar el papel de la pared, especialmente a la luz de la luna. Sin más estímulo que el papel de la pared, a medida que transcurre el tiempo el patrón y los diseños son cada vez más intrigantes para la narradora. Pronto ella comienza a ver una figura humana en el diseño, y finalmente está convencida que una mujer se arrastra gateando por detrás del diseño del papel. Convencida de que debe liberar a la mujer que esta cautiva en el papel de la pared, comienza a arrancar los restos del papel de la pared.

El último día del verano, ella se encierra en su habitación para arrancar los pedazos que quedan del papel en la pared. Cuando John regresa a la casa, ella se niega a abrir la puerta. Cuando John finalmente vuelve con una llave, la encuentra arrastrándose por el cuarto, recorriendo las paredes y tocando el papel en la pared. Ella exclama, "Por fin te tengo,...a pesar de vos y de Jane", y su esposo se desvanece mientras ella continúa dando vueltas por la habitación, pasando por encima de su cuerpo inerte en cada recorrida que realiza.

Gilman utilizó su cuento para explorar el rol de la mujer en Estados Unidos en su época. Ella trató temas tales como la falta de una vida más allá del hogar y las fuerzas opresivas de la sociedad patriarcal. Con su trabajo Gilman marcó el camino a escritores tales como Alice Walker y Sylvia Plath.

En The Yellow Wallpaper Gilman presenta la enfermedad mental de la narradora como una forma de protestar contra la opresión médica y profesional contra las mujeres de su época. Aunque daba la impresión que los esposos y los doctores actuaban según lo que era mejor para las mujeres, las mujeres eran consideradas mentalmente débiles y frágiles. Por esa época los propulsores de los derechos de la mujer consideraban que el hecho que a muchas mujeres se la diagnosticara con enfermedades mentales era el resultado de los roles que se les permitía tomar en una sociedad dominada por los hombres. A las mujeres se las desalentaba a que escribieran, ya que si ellas escribían entonces esto les permitiría crear una identidad y convertirse un tipo de poder desafiante. Gilman nota que el escribir se convirtió en una de las pocas vías de realización de las mujeres de su época, en un tiempo tenían muy pocos derechos.

Gilman indicó que la idea del cuento le surgió a partir de su experiencia personal como paciente: "el propósito fundamental del cuento era contactar al Dr. S. Weir Mitchell, y convencerlo de lo errado de sus métodos". Ella había pasado por extensos períodos de depresión y había consultado a un afamado médico especialista quien le había recetado una "cura de reposo" según la cual "Gilman debía vivir una vida tan hogareña como fuera posible". Ella tenía prohibido tocar una lapicera, lápiz, o pincel, y solo tenía permitido dos horas diarias de estimulación mental. Al cabo de tres meses y casi desesperada, Gilman decidió abandonar el tratamiento que le habían indicado y comenzó nuevamente a trabajar. Luego de darse cuenta cuan cerca había estado de padecer una enfermedad mental de magnitud, ella escribió "The Yellow Wallpaper" con agregados y exageraciones para ilustrar su propuesta y protesta por lo que consideraba un tratamiento inadecuado. Le envió una copia a Mitchell pero nunca recibió una respuesta.

Ella indicó que The Yellow Wallpaper "no aspiraba a enloquecer a la gente, sino a evitar que la gente fuera enloquecida, y funcionó". Gilman dijo que muchos años después se enteró que Mitchell había cambiado sus métodos de tratamiento, pero la historiadora Julie Bates Dock hizo notar que no fue así. Mitchell continuó con sus métodos, e inclusive en 1908 – 16 años después de "The Yellow Wallpaper" fuera publicado – estaba interesado en fundar hospitales dedicados a brindar "curas de reposo" de forma que este tipo de tratamiento fuera muy accesible.



viernes, 12 de julio de 2019

Charlotte Perkins Gilman

Charlotte Anna Perkins (Hartford, Connecticut, 3 de julio de 1860 – Pasadena, California, 17 de agosto de 1935), fue una intelectual norteamericana multidisciplinar, muy activa en defensa de los derechos civiles de las mujeres entre finales de 1890 y mediados de 1920. Su obra más conocida es "El papel pintado amarillo"​ publicada en 1892, un relato breve con tintes autobiográficos escrito tras una profunda depresión postparto. Su utopía Herland (1915), es considerada la precursora de la ciencia-ficción feminista moderna. Su figura servirá de modelo para futuras generaciones de mujeres debido a sus ideas y su estilo de vida poco ortodoxo para la época.

Charlotte nació en el estado norteamericano de Connecticut el 3 de julio de 1860 en la localidad de Hartford. Hija del matrimonio entre Mary A. Fitch Westcott (1829-1893) y Frederic Beecher Perkins (1828-1899) junto a su hermano Thomas Adie Perkins (1859). Sus otros dos hermanos Thomas Henry (1858) y Mery Clarissa (1866) no llegaron a cumplir el año de edad.

Su padre Frederick, bibliotecario de profesión, pertenecía a la influyente Familia Beecher, entre quienes se encontraban: Isabella Beecher Hooker destacada sufragista, Harriet Beecher Stowe escritora abolicionista autora de La cabaña del tío Tom y la educadora conservadora Catharine Beecher.

Su Madre Mary A. Fitch pertenece a la burguesía conservadora de Rhode Island. En 1859, tras el abandono del hogar por parte de su marido Frederick, debe hacerse cargo ella sola de la familia. En los escritos autobiográficos de Charlotte, son constantes las menciones a los cambios continuos de domicilio pues en ocasiones se alojaban en casas de familiares o amigos cercanos mientras su madre buscaba trabajo con el que poder mantener la familia, algo que ella misma describe como “cuatro años durante los que pasa por siete colegios diferentes, algo que termina cuando cumple los 15 años“. Charlotte pasará también largas temporadas conviviendo con sus tías paternas tras el abandono familiar por parte de Frederick.

A lo largo de su adolescencia sus amistades eran mayoritariamente femeninas, llegando a mantener una estrecha relación romántica con Martha Luther, algo que posteriormente Charlotte describirá en su autobiografía de la siguiente manera: “Estábamos muy unidas la una con la otra, cada vez más felices juntas, a lo largo de cuatro de esos intensos años de juventud. Ella era la persona más cercana y querida que había tenido hasta ese momento. Era amor, pero no sexo (...) Con Martha, conocí la felicidad perfecta (...) No solo nos apreciábamos mucho, sino que nos divertiamos deliciosamente juntas.”

lunes, 8 de julio de 2019

La Verdad Sobre el Caso del Sr. Valdemar

"La Verdad Sobre el Caso del Señor Valdemar" (título original en inglés: "The Facts in the Case of M. Valdemar"), también conocido como "El extraño caso del señor Valdemar" o "Los hechos en el caso del señor Valdemar", es un cuento del escritor estadounidense Edgar Allan Poe publicado por primera vez en diciembre de 1845 en la revista American Whig Review. Poe jugó con la ambigüedad del título hasta admitir que era un trabajo puramente imaginario de sus Marginalia. Es un excelente ejemplo de relato de suspense y terror.

El narrador, llamado P.., describe el interés creciente en el mesmerismo, una pseudociencia consistente en imbuir al paciente en un estado hipnótico mediante la influencia del magnetismo (el mesmerismo evolucionaría más adelante en la hipnosis). Señala que, hasta donde él sabe, nadie ha mesmerizado a un voluntario en el umbral de su muerte, y tiene curiosidad por conocer sus efectos en un moribundo.

Su amigo Valdemar, enfermo terminal de tuberculosis, consiente en realizar el experimento. Mientras Valdemar cae en trance, afirma primero que está muriendo, luego que está muerto. P... le deja en un estado mesmérico durante siete meses, durante los cuales carece de pulso y respiración perceptible, y su piel se aprecia pálida y fría. P... finalmente trata de despertarlo, y en el transcurso de la operación todo el cuerpo de Valdemar degenera instantáneamente, según el relato, en «una masa casi líquida de odiosa y repugnante descomposición».

"La verdad sobre el caso del señor Valdemar" fue publicado simultáneamente en el número de diciembre de 1845 de la American Review: A Whig Journal, y el de 20 de diciembre del mismo año del Broadway Journal.​ Muchos lectores, tanto en Londres como en Estados Unidos, llegaron a creer que la historia era en realidad un reportaje periodístico, según recoge el propio Poe en sus Marginalia. Robert Collyer, un sanador inglés de visita en Boston, escribió a Poe afirmando que él mismo había llevado a cabo un experimento semejante para reanimar a un hombre declarado difunto (aunque en verdad el hombre resultó ser un marinero borracho, el cual había revivido a resultas de un baño caliente). Otro inglés, llamado Thomas South, tomó nota de la historia para su libro Early Magnetism in its Higher Relations to Humanity, de 1846.

En Inglaterra, la poetisa Elizabeth Barrett admiró, dentro de lo terrorífico del relato, la eficacia de la escritura, y un grupo de swedenborgianos (seguidores del escritor místico Emanuel Swedenborg), como se ha visto, creía que se trataba de hechos reales.

El poeta virginiano Philip Pendleton Cooke confesó a Poe que la historia le había aterrorizado; que era «el más condenadamente verosímil, horrible, espeluznante, impactante e ingenioso capítulo de ficción que nadie pudiese concebir o llevar a cabo. ¡Esa voz humana gelatinosa y viscosa! Nunca se oyó nada igual».​

El traductor de Poe al castellano, Julio Cortázar, en una reseña del cuento,​ afirma que en "La verdad..." se revela como en ninguna otra obra la influencia que tuvo sobre el autor la literatura efectista y con pretensiones científicas de la Blackwood's Magazine, revista inglesa famosa en su época, aunque, sigue Cortázar, «de los cuentos del Blackwood a "Valdemar" hay exactamente la distancia del periodista al poeta».

En este sentido, Poe utiliza descripciones especialmente detalladas e incluso altos niveles de horror gráfico (anticipando de alguna manera el actual cine gore). En determinado momento, por ejemplo, los ojos de Valdemar segregan «un humor amarillento de olor fuertemente acre y nauseabundo»; si bien la imaginación morbosa de Poe alcanza su cima expresiva en las líneas finales:

"Todo su cuerpo a la vez, en el espacio de un solo minuto o incluso menos, se contrajo, se desmoronó absolutamente podrido entre mis manos, y sobre la cama, ante todos los presentes, no quedó más que una masa casi líquida de odiosa, de repugnante descomposición."

Esta asqueantes imágenes inspirarían posteriormente a muchos autores del género macabro, incluyendo a H. P. Lovecraft.​ El propio Lovecraft sitúa el relato, junto a "Manuscrito hallado en una botella", La narración de Arthur Gordon Pym y algunos otros, entre los más intensos relatos de horror de tipo sobrenatural, los cuales «confirieron a su autor un puesto inatacable como padre y fuente de toda la ficción diabólica moderna».

Para Hervey Allen, uno de los principales biógrafos de Poe, los cuentos precursores de la ciencia ficción "Von Kempelen y su descubrimiento", "Revelación mesmérica" y "La verdad sobre el caso del señor Valdemar" suponían más que nada una respuesta al gran interés que despertaban entre el público, en vida de Poe, los últimos descubrimientos relacionados con la ciencia y la pseudociencia, a los cuales el autor, sin embargo, no concedía mucho crédito, debido a «su fe absoluta en la razón, su desprecio de las emociones vulgares y su confianza egotista en la propia capacidad de análisis». El gran poder de fascinación de estos relatos era debido a la maestría de su ejecución. En este sentido, Allen afirma que hoy en día cientos de iniciativas similares de aquel tiempo permanecen olvidadas en volúmenes polvorientos. En castellano, Valdemar viene a significar valle del mar. El nombre sugiere a la vez un estado sólido y líquido, lo que hace pensar en las líneas finales antes citadas.

La muerte de Valdemar por tuberculosis y los intentos de retrasarla lo más posible, pueden haber sido sugeridos al autor por el estado de su esposa, Virginia Clemm.​ En el momento de la publicación del relato, a ella no le quedaban más que dos años de vida; su muerte fue debida igualmente a la tuberculosis. Los detalles tan exactos que traza Poe, por lo tanto, podrían haber sido sugeridos por los sufrimientos a que estaba asistiendo en su propia casa.​ De igual modo, Poe podría haberse inspirado en el espiritualista y sanador Andrew Jackson Davis, a cuyas conferencias sobre mesmerismo había asistido.



lunes, 1 de julio de 2019

La Ventana de la Biblioteca

"La Ventana de la Biblioteca" (The Library Window) es un relato de fantasmas de la escritora escocesa Margaret Oliphant (1828-1897), publicado originalmente en la edición de enero de 1896 de la revista Blackwood's Magazine, y a partir de entonces recogido en numerosas antologías.

La ventana de la biblioteca, sin dudas uno de los mejores cuentos de Margaret Oliphant, relata la historia de una muchacha obsesionada con una ventana, situada en la biblioteca de la casa de su tía. En apariencia, la ventana está tapiada, y no permite ver qué hay del otro lado, sin embargo; al ocaso la protagonista comienza a ver una enigmática habitación del otro lado, ocupada por el fantasma de un joven escritor. Por un lado, La ventana de la biblioteca de Margaret Oliphant es un ejemplo brillante del relato de fantasmas del siglo XIX, y por el otro un relato psicológico que trasciende el esquema típico de las casas embrujadas, y que parece representar las condiciones de opresión y encierro que sufrían las mujeres en la era victoriana.

Aquí, como en la mayoría de sus relatos, Margaret Oliphant es ambigua, y muy sutil, en cuanto a la realidad objetiva de aquella visión fantasmal. Bien podemos interpretar que la ventana es de hecho un portal interdimensional, o bien el producto de la mente alucinada de la protagonista. Cualquier aproximación es válida.

No es la primera vez que Margaret Oliphant emplea el recurso de una ventana, o de una abertura, para ser más específicos, como vínculo entre nuestra realidad y lo fantástico. En La puerta abierta (The Open Door), por ejemplo, una simple puerta en una vieja mansión abandonada funciona como un canal de comunicación para los horrorosos lamentos y quejidos sobrenaturales que llegan desde el otro lado. Al mismo tiempo, las habitaciones secretas, acaso metáforas del encierro intelectual de la mujer victoriana, vuelven a aparecer en La cámara secreta (The Secret Chamber).

Fuente:
http://elespejogotico.blogspot.com/2019/02/la-ventana-de-la-biblioteca-margaret.html



Margaret Oliphant

Margaret Oliphant Wilson Oliphant (nacida Margaret Oliphant Wilson) (4 de abril de 1828 - 25 de junio de 1897), fue una novelista, cuentista e historiadora escocesa, nacida en Wallyford, cerca de Musselburgh, East Lothian. Hoy es recordada en particular por sus historias de fantasmas victorianas, como la novela corta La puerta abierta (1882). En este tipo de relato, ya de corte moderno, el protagonista será directamente el espectro, cuyas apariciones no se producirán en lugares misteriosos, sino en ámbitos cotidianos, sin sustos ni gritos. En La puerta abierta el protagonista es la voz del espectro, cuya alma en pena no ha venido a vengar afrentas, sino buscando la ayuda de los mortales para ser liberada de su condena eterna.​ Encontramos algunos de estos elementos en la novela corta El fantasma de Canterville, del escritor contemporáneo de Oliphant Oscar Wilde. De esta autora, también es destacable su relato La ventana de la biblioteca ("The Library Window", 1896). Su infancia transcurrió en Lasswade (cerca de Dalkeith), Glasgow, y en Liverpool. De niña era muy aficionada a todo tipo de juegos literarios. En 1849 publicó su primera novela, Passages in the Life of Mrs Margaret Maitland, relacionada con el movimiento denominado Free Church of Scotland ("Iglesia Libre Escocesa"), con la cual simpatizaban sus padres. A este libro siguió Caleb Field (1851). En ese año conoció a William Blackwood en Edimburgo, y fue invitada a contribuir a la famosa revista Blackwood's Magazine, en la que, entre otros, había colaborado Edgar Allan Poe. A lo largo de su vida, Oliphant publicó en esta revista más de cien artículos, como el que trata del personaje de Arthur Dimmesdale, en La letra escarlata, de Nathaniel Hawthorne.

En mayo de 1852 Margaret contrajo matrimonio con su primo, Frank Wilson Oliphant, en Birkenhead, estableciéndose en Harrington Square, Londres. Su marido, artista especializado en vidrieras, era persona enfermiza, y sus seis hijos e hija​ heredaron su delicada salud, muriendo dos de ellos en la infancia. Al declarársele los primeros síntomas de tuberculosis, la familia, necesitando cambiar de clima, se mudó, en 1859, primero a Florencia, Italia, y más tarde a Roma, donde Frank acabó falleciendo. Margaret quedó sin recursos y retornó a Inglaterra, tomando a su cargo la manutención de los tres niños que habían sobrevivido, sólo mediante su actividad literaria.

Con el tiempo, logró hacerse escritora muy popular, y trabajó con extrema laboriosidad para mantenerse en su posición. Su vida familiar, sin embargo, fue muy infortunada. En enero de 1864 moría su única hija en Roma, siendo enterrada en la tumba del padre. Su hermano, que había emigrado a Canadá, se vio envuelto poco después en una quiebra que le llevó a la ruina; Margaret entonces le ofreció cobijo a él y a sus hijos, añadiendo una nueva carga a las muchas ya existentes.

En 1866 se estableció en Windsor, Berkshire. Esta fue su residencia hasta el final de sus días; durante treinta años se mantendría literariamente en la brecha, pese a que fueron acumulándose las desgracias familiares. Su hijo mayor, Cyril Francis, escritor, murió en 1890, dejando una Vida de Alfred de Musset, que la madre incorporó a su propia obra Foreign Classics for English Readers. El hijo menor, Francis ("Cecco"), colaboró con ella en Victorian Age of English Literature y consiguió colocarse en el British Museum, pero murió pronto, en 1894. Este golpe fue muy duro para Oliphant, que perdió interés por la vida; su salud declinó rápidamente. Murió en Wimbledon, Londres, el 25 de junio de 1897.

En los años 80 del siglo XIX había sido mentora literaria de la novelista irlandesa Emily Lawless.