La Venta de los Gatos es un relato fantástico del escritor español Gustavo Adolfo Becquer (1836-1870), publicado originalmente en el periódico El contemporáneo, en noviembre de 1862, y luego reeditado en la antología de 1871: Leyendas.
Es uno de los grandes cuentos de Gustavo Adolfo Becquer, desarrolla dos historias en una, y ambas poseen el encanto melancólico de quien añora la tierra de su infancia, ya cambiada para siempre.
"La Venta de los Gatos" es un relato breve y poco conocido de Gustavo Adolfo Bécquer, un escritor español famoso por sus poemas y leyendas románticas. A diferencia de sus obras más populares, como las "Rimas" y "Leyendas", este cuento se aleja del tono melancólico y sobrenatural para adentrarse en la tradición oral y el folclore, ofreciendo una mirada a la vida cotidiana en las posadas del siglo XIX.
El relato se centra en el diálogo entre un viajero y el ventero de una humilde posada, conocida como "La Venta de los Gatos", ubicada en las afueras de Toledo. A través de la conversación, el ventero narra la peculiar historia del nombre del lugar, revelando una anécdota que mezcla el ingenio popular con un toque de picaresca. La narración es sencilla, directa y rica en detalles que transportan al lector a la atmósfera de la época, con sus personajes rústicos y sus costumbres.
Realismo y costumbrismo: Bécquer se aleja de su estilo habitual para explorar una veta más realista y costumbrista. El relato no busca la fantasía o el misterio, sino que se nutre de la realidad del campo español, capturando la esencia de sus gentes y sus historias.
Humor e ironía: A pesar de su sencillez, el cuento está lleno de un humor sutil y una ironía ligera. La historia del ventero es, en sí misma, una burla a las apariencias y a la credulidad de la gente.
Carácter folclórico: El relato tiene un fuerte sabor a cuento popular. Bécquer actúa como un recopilador de historias, transmitiendo una anécdota que podría haber sido contada de boca en boca en cualquier venta del camino.
Personajes arquetípicos: El ventero, con su sabiduría popular y su chispa, es un personaje arquetípico del folclore español. Él representa la figura del narrador de historias que, con su elocuencia, da vida a los lugares.
Aunque "La Venta de los Gatos" no posee la profundidad poética o la complejidad de otras obras de Bécquer, su valor reside en su sencillez y autenticidad. Es una pieza que muestra una faceta menos conocida del autor, revelando su interés por las historias de la gente común y su capacidad para capturar el espíritu de una época. Es una lectura amena y rápida que, a pesar de su brevedad, deja una impresión duradera por su encanto y su humor. Para los amantes de la literatura costumbrista o para aquellos que deseen explorar la obra de Bécquer más allá de sus textos más canónicos, este relato es una grata sorpresa.
Cuando allá por noviembre de 1862, el poeta Gustavo Adolfo Bécquer publica en El Contemporáneo de Madrid su leyenda La Venta de los Gatos estaba publicando algo más que una hermosa y triste historia.
Es sabido que las orillas del Guadalquivir y el entorno de la Barqueta fueron escenarios predilectos de sus paseos y primeras ensoñaciones juveniles.
«Allí, donde los álamos me protegían con su sombra, daba rienda suelta a mis pensamientos y forjaba una de esas historias imposibles…»
En esas escapadas, con catorce o quince años, soñaba ya Bécquer con ser poeta y cantar las bellezas de Sevilla. Incluso se imaginaba recordado en aquel lugar por una ciudad agradecida a su obra.
“Una piedra blanca, con una cruz y mi nombre, sería todo el monumento…”