lunes, 18 de septiembre de 2017

El Retrato de Dorian Gray

El retrato de Dorian Gray o El cuadro de Dorian Gray (original en inglés: The Picture of Dorian Gray) es una novela escrita por el autor irlandés Oscar Wilde. Originalmente publicada el 20 de junio de 1890,1​ como cuento en Lippincott's Monthly Magazine, una revista mensual literaria estadounidense, Wilde revisaría la obra, haría varias modificaciones y agregaría nuevos capítulos para su publicación posterior como novela, su única obra publicada como novela. La versión modificada fue publicada por Ward Lock & Co en abril de 1891.2​ Ward Lock & Co reeditó el libro en 1891 y nuevamente en 1895. Luego, Charles Carrington compró los derechos de la obra y la editó en 1901, 1905 y 1908. En 1908 y 1909, aparece una edición ilustrada por Paul Thiriat, para Brendon & Son, Ltd. En 1913, 1916 y 1918, la novela es editada por Simkin, Marshall, Hamilton, Kent & Co., Ltd., con una nota bibliográfica sobre las ediciones citadas y una advertencia sobre la existencia de ediciones piratas que se caracterizaban por la ausencia del prefacio y por la "mutilación de muchos pasajes".

El retrato de Dorian Gray es considerada una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótica con una fuerte temática faustiana, además muestra un pintor con afecto íntimo y directo con el personaje principal.3​ El libro causó controversia cuando fue publicado por primera vez; sin embargo, es considerado en la actualidad como «uno de los clásicos modernos de la literatura occidental.»

Basil Hallward es un artista que queda enormemente impresionado por la belleza estética de un joven llamado Dorian Gray y comienza a admirarlo. Basil pinta un retrato del joven. Charlando en el jardín de Basil, Dorian conoce a un amigo de Basil y empieza a cautivarse por la visión del mundo de Lord Henry. Exponiendo un nuevo tipo de hedonismo, Lord Henry indica que «lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos». Al darse cuenta de que un día su belleza se desvanecerá, Dorian desea tener siempre la edad de cuando Basil le pintó en el cuadro. Mientras él mantiene para siempre la misma apariencia del cuadro, la figura retratada envejece por él. Su búsqueda del placer lo lleva a una serie de actos de lujuria; pero el retrato sirve como un recordatorio de los efectos de su alma, con cada pecado la figura se va desfigurando y envejeciendo.








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