Giovanni Papini es uno de los escritores más importantes que ha dado la Italia del siglo XX.Jorge Luis Borges aseguraba que de Giovanni Papini, uno de sus escritores predilectos, pervivirían algunos aforismos, algunas páginas, algunos cuentos... Y entre ellos figuran sin duda varios de los que componen El piloto ciego, una de las grandes obras de la literatura fantástica de principios del siglo XX que, inexplicablemente, desde hace décadas no había sido reeditada en español. Maestro de Dino Buzzati y discípulo de Edgar Allan Poe, «si los cuentos papinianos no reflejan el terror o la morbosidad de la temática de Poe, es evidente que en ellos se desborda la extrañeza y la reflexión metafísica, tratadas con mayor o menor grado de ironía y sarcasmo junto a una magnífica práctica del suspense, que acaba provocando en el lector un efecto abrumador de sorpresa, desconcierto y turbación». En todos estos relatos, «envueltos en el humor cáustico de Papini», se refleja la melancolía que emana del escepticismo. A eso se refería Borges cuando afirmaba: «Estos cuentos proceden de una fecha en que el hombre se reclinaba en su melancolía y en sus crepúsculos...».
Es un libro con 13 cuentos difíciles de clasificar. Uno diría que son fantásticos, extraños, terroríficos, absurdos. Todos los cuentos están escritos en primera persona con historias extravagantes y paradójicas. Algunas parecen ser fábulas filosóficas con las que el autor quiera adoctrinarnos y hacernos abrir los ojos ante ciertos temas.
Papini tuvo, de forma autodidacta, una gran formación filosófica y esto se plasma en sus relatos con una gran carga metafísica. Los cuentos están envueltos de una niebla de angustia, miedo y melancolía por no entender la existencia del hombre. También con ellos araña la realidad para intentar ver que hay detrás de ella. Uno al leerlos piensa inevitablemente en Poe y Kafka.
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