viernes, 11 de noviembre de 2022

Cuando Fui Mortal

Esta historia esta inspirada la historia de nuestro protagonista cuando estuvo vivo, cuando fue un mortal. Empieza contándonos que cuando estas vivo casi no te fijas en lo de tu al rededor que solo buscas una rutina para tu vida sin pensar en los demás y que cuando estas muerto lo recuerdas todo a cada momento incluso conversaciones y otras cosas que ni si quiera te habías enterado o planteado.

Luego cuenta la historia de cuando era pequeño y se quedaba dormido con la perta entre abierta y el sonido de las voces de sus padres y de algún invitado que por regla general era el doctor Arraz. El doctor solía entrar casi diariamente a revisar si se encontraba bien o estaba enfermo. Muchas noches el doctor y su madre salir a dar un paseo, al cine, al teatro..pero saliesen o no saliesen siempre ella y el doctor se metían ala habitación de al lado, cuando creían que él ya estaba dormido, y su padre se quedaba en el salón con la radio puesta para no oír nada. Después el doctor se iba sin despedirse de su padre y su madre se quedaba en la habitación cambiando las sabanas y poniéndose el camisón, su padre nunca la veía con faldas o medias. Esta situación se debía a que su padre fue a la guerra y allí mato a muchísima gente y el doctor amenazo en decirlo a la policía y así le fusilaban si no le dejaba que se acostase con su mujer hasta que se cansase. El medico se cansó cuando él todavía no tenia edad para entender lo que pasaba.

Luego continua contándonos algo de su vida mas reciente. Estaba casado, viajaba mucho debido a su trabajo y su mujer (Luisa) siempre la esperaba en el aeropuerto. Al día siguiente él se iba a visitar a su amante (María)a su casa para que nadie les viera y tener que contestar a las preguntas. Un día en el que él y su mujer salieron, Maria se acercó a él y le cogió la mano sin que Luisa se diera cuenta. Días después como él no le cogía el teléfono en la oficina, Maria decidió llamar a su casa. Ese día no estaba su mujer en casa. Él le dijo que no se la ocurriera volverla a llamar a casa y ella después de un silencio le dijo que si le hubiera cogido el teléfono en la oficina no tendría que haberlo hecho.

Un día en el que él vino de viaje su mujer como de costumbre le esperaba en el aeropuerto. Cuando llegaron a casa deshizo la maleta y escucho los mensajes del contestador y en uno de ellos pudo reconocer la voz de Maria que decía su nombre y se cortaba. Él pensó que eso no debió exaltar a Luisa, y no lo hizo. Después se fue a dormir y después de un rato (setenta y tres segundos, él ahora lo recuerda con exactitud porque cuando estas muerto lo recuerdas todo)se despertó y después de darse cuenta e que la televisión estaba puesta, sintió algo frío sobre su cabeza que cayo una vez y después la definitiva la que causaría su muerte. Él pensó que debía haber sido Luisa y que por tanto había sido una muerte justa por todo lo que él la había hecho, pero luego recordó que semanas ates de su muerte su mujer estuvo en la casa e alguien que él no conocía y en la que Luisa y ese extraño hablaban entre susurros, sin que se les entendiera hasta que ella subió el tono de la voz diciendo que ella no podía hacerlo ya que él no la había hecho nada y que lo debía hacer él. Y entonces comprendió que quien le había matado no fue su mujer si no un tipo al que habían contratado para matarle con su propio martillo. Él pensó que su muerte ya no había sido justa pero eso ya no importaba porque todo el mundo al que conocía ya no estaba y que el tiempo ya no era importante ya que estaba muerto.


Lo primero que debe saber un escritor de cuentos es que nunca dispone de mucho tiempo y que el lector no admite que ese poco transcurra en vano. Si Javier Marías no lo sabe, al menos lo disimula, porque sus relatos no sólo complacen e interesan, sino que además turban desde su inicio. Al igual que en sus celebradas novelas, su prosa aquí es capaz de alcanzar en unas páginas una tersura y una tensión que apenas permiten apartar la vista, como si tuviéramos la cara pegada a un cristal y no pudiéramos retirarla con una mezcla de fascinación y zozobra.

En los cuentos de Cuando fui mortal nos encontramos con personajes y situaciones que formarán parte de nuestra imaginación: un médico español que visita de noche las casas parisinas de mujeres casadas; un guardaespaldas aficionado al hipódromo que deseará que haya muerto el hombre a quien protege; un fantasma que padece la maldición máxima de saber ahora cuanto ocurrió en su vida; una aspirante a actriz porno que aguarda la sesión de rodaje junto a su compañero de reparto a quien no conoce; un escritor que experimenta consigo mismo para poder escribir sobre el dolor más tarde; un hombre y una mujer asesinados por una lanza africana en un Madrid veraniego; un futbolista mujeriego, una señorita de compañía que amará a un fantasma a quien lee libros y otros que salen directamente de Corazón tan blanco o Mañana en la batalla piensa en mí, mostrando que los escritores de talento llevan siempre consigo su estilo y su mundo en sus visitas a cualquier género.

O quizá bastan las palabras del propio autor: "Sólo concibo escribir algo si me divierto, y sólo puedo divertirme si me intereso. No hace falta añadir que ninguno de estos relatos habría sido escrito sin que yo me interesara por ellos".


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