domingo, 18 de febrero de 2018

Max Aub

Max Aub Mohrenwitz (París, 2 de junio de 1903 – Ciudad de México, 22 de julio de 1972) fue un escritor hispano-mexicano que mantuvo a lo largo de su vida cuatro nacionalidades: alemana, heredada de sus padres; francesa, por nacimiento; española, al afincarse su padre en Valencia en 1914, siendo Max menor de edad, y, finalmente, mexicana, por elección propia, al exiliarse tras la Guerra Civil Española.

Su padre, Friedrich Aub, era de origen alemán, nacido en Baviera y su madre, Susana Mohrenwitz, francesa, de origen judío alemán. Proveniente de una familia de hombres de leyes, Friedrich rompió con la tradición y en 1898 ya viajaba por Europa y España como representante comercial. Tenía don de gentes y hablaba bien español; en Sevilla trabajó para la casa Alaska y, tras su quiebra, se estableció por cuenta propia como vendedor de bisutería fina para caballeros. Sus frecuentes viajes hicieron de su figura alguien casi siempre ausente.

La madre, aunque nacida en París, provenía de Sajonia por sus padres, y pertenecía a la alta burguesía, tenía aficiones artísticas e inclinación por las antigüedades. Max, nacido en París, en el número 3 de cité Trévise, creció rodeado de mujeres: su madre, su hermana Magdalena y una empleada del hogar, y pasaba los tres meses de verano en un pueblo rural, Montcornet (Oise). Creció en un ambiente privilegiado y bilingüe ya que con su familia practicaba el alemán y en la calle y en el colegio el francés, recibiendo una educación agnóstica en lo religioso.

Max Aub residió en Francia hasta que al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914 su familia tuvo que trasladarse a España y se instaló en Valencia, pues su padre, ciudadano alemán, no podía continuar en tierras galas; Max aprendió el castellano en un tiempo muy corto, declarando, años después, que no podría escribir en otra lengua. Y en 1916 el padre de Max solicitó la nacionalidad española para toda la familia y renunció a la alemana.

En 1917 un enfrentamiento en la plaza Emilio Castelar de Valencia de la Guardia Civil con los ciudadanos le produjo una impresión tan fuerte y duradera que desde entonces comprometió su interés artístico con los más desfavorecidos. Un año después, en 1918, comenzó sus estudios primarios en la Escuela Moderna primero y en la Alianza Francesa, a lo que siguió una enseñanza secundaria en el Instituto Luis Vives de Valencia. Entre sus amistades de aquella época figuraba la familia Gaos (José, Vicente, Ignacio, Lola). Entre 1916 y 1921 Max frecuentaba su casa por las tardes para hablar con Pepe y estudiar con Carlos, Manuel Zapater, Fernando Dicenta, Juan Gil-Albert y Juan Chabás. Voraz lector, dotado de una despierta inteligencia y perteneciente a una familia con posibilidades económicas, no llegó sin embargo a estudiar una carrera, sino que se puso a trabajar en 1920 como viajante para conseguir cuanto antes su independencia económica. Esta actividad le permitió viajar mucho, especialmente por Cataluña donde, en 1921, conoció en Gerona al novelista Jules Romains, quien influyó en su quehacer literario con su teoría del unanimismo; durante ese periodo se suscribió a diversas revistas francesas (entre ellas La Nouvelle Revue Française desde 1918), y también a algunas italianas y belgas.


Desde 1922 empezó a pasar en Barcelona cuatro meses al año y asistió a tertulias como la de López Picó, Joan Salvat-Papasseit, Esclasans, y Gasch; según su biógrafo Ignacio Soldevila, "hablaba valenciano correctísimamente, tanto en la variedad valenciana como en la catalana".​ En 1923 fue testigo en Zaragoza del alzamiento de Miguel Primo de Rivera y en diciembre de ese mismo año viajó a Madrid por vez primera y se presentó, con una tarjeta que le dio Jules Romains, al crítico Enrique Díez Canedo. El 3 de noviembre de 1926 se casó con Perpetua Barjau Martín, que le acompañaría al exilio hasta su muerte, de la que tuvo tres hijas.

En 1928 ingresó en el Partido Socialista Obrero Español. Por entonces compaginaba la actividad comercial con la literaria y se inició en el teatro vanguardista con obras como El Desconfiado Prodigioso (1924), Espejo de Avaricia (1927) o Narciso (1928); a esa época pertenece asimismo la novela Luis Álvarez Petreña (1934).

Cuando comenzó la Guerra Civil se encontraba en Madrid y era ya un intelectual reconocido; dirigía en Valencia el grupo teatral universitario El Búho, a cargo hasta entonces de Luis Llana Moret. En diciembre de 1936 fue enviado como diplomático a la legación española en París, puesto desde el que gestionó el encargo y la compra del Guernica de Picasso para la Exposición Internacional de París del año siguiente. A su regreso a España, en agosto de 1937, ocupó el puesto de Secretario del Consejo Nacional del Teatro, y, desde el verano de 1938 hasta su salida del país, colaboró con André Malraux en la realización del filme Sierra de Teruel, adaptación de la novela L'espoir del escritor francés. Por edad perteneció a la Generación del 27, con cuyos miembros tenía una gran amistad.

En enero de 1939 se exilió a Francia y se instaló en París, donde ultimó el rodaje de Sierra de Teruel y comenzó la redacción de Campo cerrado. En abril de 1940 lo internaron en el Campo de Roland Garros tras ser denunciado como comunista. El mes siguiente lo transfirieron al Campo de internamiento de Vernet, cuyas vivencias escribió en su relato Manuscrito cuervo. Historia de Jacobo, y en noviembre lo desterraron a Marsella. En 1941 fue detenido de nuevo y deportado a Argelia, donde compuso su estremecedor libro de poemas Diario de Djelfa (1945).

El 18 de mayo de 1942 abandonó el campo de Djelfa y se dirigió a Casablanca, para embarcarse el 10 de septiembre en el Serpa Pinto rumbo hacia Veracruz, México, país en el que se naturalizó y habitó hasta su muerte. No pudo regresar a Europa hasta 1956 y a España no volvió hasta 1969, por primera vez después del exilio, en lo que fue un reencuentro agridulce del que dejó testimonio en su punzante dietario La Gallina Ciega (1971).3​ Realizó un segundo, y último, viaje a España en 1971.

En México se entregó a una increíble actividad cultural que le llevó a interesarse por la pintura, llegando a inventarse un heterónimo pintor llamado Jusep Torres Campalans, al que dedicó incluso una biografía (Jusep Torres Campalans, 1958) y que consiguió hacer pasar por verdadero a la crítica artística, organizando exposiciones de sus cuadros.

En México escribió la mayor parte de sus obras entre las que destaca la serie de seis novelas, cumbre narrativa sobre la Guerra Civil Española, titulada El Laberinto Mágico y formada por Campo Cerrado (1943), Campo de Sangre (1945), Campo Abierto (1951), Campo del Moro (1963), Campo Francés (1965) y Campo de los Almendros (1968). Obras a las que se suman dos grandes novelas: Las Buenas Intenciones (1954) y La calle de Valverde (escrita 1959, publicada en 1961).

Tanto en La calle de Valverde, como en las novelas populosas de El Laberinto Mágico, «se mezclan los muertos y los vivos, y la verdad y la mentira. Se funden en una aleación que da el oro indudable de la literatura, de lo que pudo o debió ser y no alcanzó la existencia» (en palabras del escritor español Antonio Muñoz Molina). La calle de Valverde es una novela costumbrista publicada en el exilio en 1961. Describe la vida y el ambiente de un barrio castizo de Madrid durante la Dictadura de Primo de Rivera y a través de los vecinos del número 32 de esa calle.

En 1959 se prohibió en España la publicación de la obra, censurada por la Inspección de libros. Se publicó íntegramente el original por primera vez en Veracruz en el año 1961. En 1967, se publicó en España una versión censurada, con párrafos suprimidos en algunos de sus capítulos, predecesora de la versión íntegra publicada en 1970. El motivo por el que regresa Max Aub a España después de treinta años, contradiciendo la palabra dada de que no lo haría mientras continuase el régimen de Franco, es un encargo para confeccionar un libro sobre Buñuel.

"Me lancé a la tarea con la idea preconcebida de no hacer uno sino dos libros: el Buñuel, novela y estas notas acerca de la tierra vuelta a pisar treinta años después de mi marcha forzada (...)"

A Max Aub se debe la Antología de Poesía Mexicana 1950-1960 prologada por Enrique Díez Canedo e incluida en una trayectoria lírica que comenzó a los 19 años con Los Poemas Cotidianos (1925), vinculados a un cierto simbolismo francés (Jammes, Laforgue) y a la tradición modernista hispánica.

Sigue en esta línea Versiones y Subversiones (1971) y su libro póstumo Imposible Sinaí (1982), donde reúne en torno a la Guerra de los Seis Días árabe-israelí (1967) unos poemas que denuncian toda guerra en general a la vez que intentan comprender lo sucedido.

Hay que destacar sus ensayos: Discurso de la Novela Española Contemporánea (1945), La Poesía Española Contemporánea (1947), La Prosa Española del Siglo XIX (1952)y Manual de Historia de la Literatura Española (1974).

Max Aub dedicó sus últimos años a la preparación de una gigantesca y capital biografía a dos voces: Conversaciones con Luis Buñuel, al dietario La Gallina Ciega y a la redaccion de sus Diarios.

En 2001 se inició la edición de sus Obras completas, publicadas en Valencia (Biblioteca Valenciana - Institució Alfons el Magnànim); año en el que asimismo se bautizó en su honor un asteroide descubierto entonces por Rafael Ferrando, el (72827) Maxaub.

El 9 de junio de 2009 el Instituto Cervantes de Argel inauguró su biblioteca con el nombre de "Biblioteca Max Aub5​

En 1997 se constituye la Fundación Max Aub, con sede en Segorbe (Castellón), cuyo fin consiste en el estudio y difusión de su obra.6​

En 2016 el Centro Dramático Nacional programó entre el 7 de junio y el 10 de julio en el teatro Valle-Inclán de Madrid representaciones de El laberinto mágico en la versión de José Ramón Fernández y dirigido por Ernesto Caballero.

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