Philip Kindred Dick (Chicago, 16 de diciembre de 1928 - Santa Ana, California, 2 de marzo de 1982), más conocido como Philip K. Dick, fue un prolífico escritor y novelista estadounidense de ciencia ficción, que influyó notablemente en dicho género. Dick trató temas como la sociología, la política y la metafísica en sus primeras novelas, donde predominaban las empresas monopolísticas, los gobiernos autoritarios y los estados alterados de conciencia. En sus obras posteriores, el enfoque temático de Dick reflejó claramente su interés personal en la metafísica y la teología. A menudo se basó en su propia experiencia vital, reflejó su obsesión con las drogas, la paranoia y la esquizofrenia en novelas como A Scanner Darkly y SIVAINVI.
La novela El hombre en el castillo, galardonada con el premio Hugo a la mejor novela en 1963, está considerada como una obra maestra del subgénero de la ciencia ficción denominado “Ucronía”. Fluyan mis lágrimas, dijo el policía, una novela sobre una estrella televisiva que vive en un estado policial en un cercano futuro distópico, ganó el premio John W. Campbell Memorial a la mejor novela en 1975.
Además de treinta y seis novelas, Dick escribió 121 relatos cortos. Gran parte de sus muchas historias cortas y obras menores fueron publicadas en las revistas pulp de la época; fue en una de ellas donde apareció Beyond Lies the Wub, su primera venta profesional: Planet Stories de julio de 1952. Aclamado en vida por contemporáneos como Robert A. Heinlein o Stanisław Lem, Dick pasó la mayor parte de su carrera como escritor casi en la pobreza y obtuvo poco reconocimiento antes de su muerte. Tras ésta, sin embargo, la adaptación al cine de varias de sus novelas le dio a conocer al gran público. Su obra es hoy una de las más populares de la ciencia ficción y Dick se ha ganado el reconocimiento del público y el respeto de la crítica.
La novela de Dick "The Defenders" fue historia de portada para la edición de enero de 1953 del Galaxy Science Fiction, ilustrada por Ed Emshwiller.
La historia corta de Dick "The World She Wanted" fue portada de la edición de mayo de 1953 del Science Fiction Quarterly. La novela de Dick The Cosmic Puppets apareció inicialmente en la edición de diciembre de 1956 del Satellite Science Fiction como "A Glass of Darkness". Philip Kindred Dick y su hermana melliza, Jane Charlotte Dick, nacieron prematuramente seis semanas antes de lo normal, fruto de la unión entre Dorothy Kindred Dick y Joseph Edgar Dick en Chicago. El padre de Dick, un investigador de delitos económicos que trabajaba para el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, había contratado recientemente seguros de vida para la familia. La compañía de seguros envió a una persona al domicilio familiar el 26 de enero de 1929; al ver a Philip desnutrido y a Jane herida, el empleado llevó urgentemente a los niños al hospital. Jane falleció por el camino, con apenas cinco semanas de edad. La muerte de la hermana melliza de Philip lo afectó profundamente, tanto en su obra como en sus relaciones y en todos los aspectos de su vida, dando lugar al leitmotiv del "gemelo fantasma" en muchos de sus libros.7 Posteriormente, la familia se mudó al Área de la Bahía de San Francisco, en el estado de California. Cuando Philip cumplió los cinco años, su padre fue trasladado a Reno, en el estado de Nevada. Dorothy se negó a ir allí, de manera que ella y Joseph se divorciaron. Joseph peleó por la custodia de su hijo, pero finalmente no la consiguió. Dorothy, resuelta a criar a Philip sola, obtuvo un trabajo en Washington, D.C. y se mudó allí con su hijo.
Philip K. Dick cursó estudios básicos en la Escuela Primaria John Eaton desde 1936 hasta 1938, completando los cursos desde el segundo hasta el cuarto. Su peor nota fue un suficiente en redacción, a pesar de que uno de sus profesores comentaba que "demuestra interés y talento para contar historias". En junio de 1938, madre e hijo volvieron a California. Allí fue al instituto de enseñanza secundaria de Berkeley; él y Ursula K. Le Guin fueron alumnos de dicho instituto en la misma promoción, aunque no llegaron a conocerse. Tras terminar sus estudios secundarios pasó una breve temporada estudiando en la Universidad de California en Berkeley, pretendiendo especializarse en alemán, aunque abandonó estos estudios sin haberlos terminado. Esto se debió a su negativa a seguir el curso del Reserve Officers Training Corp.
Durante el tiempo que pasó en Berkeley, Dick trabó amistad con el poeta Robert Duncan y, según él afirmaba, fue presentador de un programa de música clásica de la emisora de radio KSMO en 1947. Desde 1948 hasta 1952 fue vendedor de discos, su único trabajo antes de publicar su primera historia corta en 1952. A partir de entonces, se dedicó a la escritura a tiempo casi completo, publicando su primera novela en 1955. Los años 50 fueron una época difícil para Dick, tanto que, como una vez dijo, "ni siquiera podíamos pagar las sanciones por atraso de la biblioteca". Se relacionó con la contracultura anterior a los 60 de California y simpatizaba con los poetas beat y las ideas de izquierda. Dick se opuso a la Guerra de Vietnam, por lo que el FBI le abrió expediente. De hecho, en 1955, Dick y su por entonces esposa, Kleo Apostolides, habían recibido una visita del FBI. La pareja creía que esto era el resultado de las ideas socialistas y actividades izquierdistas de Kleo. No obstante, ambos llegaron a entablar una amistad con uno de los agentes del FBI. De hecho Dick le enseñó a manejar a uno de los agentes del FBI.
El reconocimiento de la crítica le llegó a Philip K. Dick en 1963, cuando ganó el Premio Hugo por su novela El hombre en el castillo. Aunque Dick fue entonces aclamado como un genio en el mundo de la ciencia ficción, siguió siendo un desconocido para el resto del mundo literario, por lo que sólo pudo publicar sus libros en editoriales especializadas que pagaban poco. En consecuencia, aunque publicó novelas regularmente durante los siguientes años, siguió teniendo dificultades económicas casi hasta el final de sus días.
En su introducción a la recopilación de relatos cortos El hombre dorado (1980), Dick escribió: "hace varios años, cuando yo estaba enfermo, Heinlein me ofreció su ayuda, cualquier cosa que pudiese hacer, y no nos conocíamos; me telefoneaba para animarme y ver cómo me iba. Él quería comprarme una máquina de escribir eléctrica -que Dios lo bendiga- era uno de los pocos caballeros de verdad en este mundo. No estoy de acuerdo con ciertas ideas que desarrolla en su obra, pero no importa. En una ocasión en la que yo le debía mucho dinero a Hacienda y no podía conseguirlo, Heinlein me lo prestó. Tengo muy buena opinión de él y de su esposa; a ellos les dediqué un libro como muestra de aprecio. Heinlein es un hombre bien parecido, realmente impresionante y muy militar en su postura; se puede decir que tiene una apariencia militar, incluso en su corte de pelo. Él sabía que yo era un friki desquiciado y aun así nos ayudaba a mí y a mi esposa cuando teníamos dificultades. Eso es lo mejor del ser humano; lo que amo de cada quien".
En 1972, Dick donó sus manuscritos y papeles a la Special Collections Library en la Universidad del Estado de California en Fullerton, donde fueron archivados en la Colección de Ciencia ficción Philip K. Dick en la Biblioteca Pollak. En Fullerton fue donde Dick trabó amistad con los escritores de ciencia ficción K. W. Jeter, James Blaylock y Tim Powers.
La última novela dickiana publicada en vida del autor fue La transmigración de Timothy Archer. Por su carácter visionario, sus obras pueden compararse con las de William S. Burroughs, aunque Dick resulta menos mordaz y más filosófico.
Philip K. Dick se casó cinco veces y tuvo dos hijas (Laura e Isa) y un hijo (Christopher). Todos sus matrimonios terminaron en divorcio.
A la edad aproximada de 13 años, Dick tuvo un sueño recurrente durante varias semanas. Soñaba que estaba en una librería, tratando de encontrar un número de la revista Astounding Magazine. El número en cuestión se suponía que contenía la historia El Imperio nunca cayó, la cual le revelaría los secretos del universo. A medida que el sueño persistía, la pila de revistas en las que buscaba era cada vez más pequeña, pero nunca llegó a la última revista. Finalmente, Dick llegó a tener miedo de que llegar a descubrir la revista lo volviese loco (como en el Necronomicón de Lovecraft o El rey de amarillo de Chambers, prometiéndole al lector la locura). Estos sueños cesaron enseguida, pero la frase El Imperio nunca cayó habría de aparecer más tarde en su obra.
El 20 de febrero de 1974 se recuperaba de los efectos del pentotal sódico administrado durante la extracción de una muela del juicio rota. Al abrir la puerta para recibir un nuevo envío de analgésicos, advirtió que la mujer que le traía el paquete llevaba un colgante con lo que él llamó la "vesícula Piscis". Este nombre parece basarse en su confusión de dos símbolos relacionados, el Ichthys (dos arcos en intersección representando el perfil de un pez) que los primeros cristianos usaban como símbolo secreto, y la vesica piscis. Al quedarse solo, comenzó a sufrir extrañas visiones. Aunque éstas podrían en principio atribuirse a los analgésicos, se prolongaron durante varias semanas, lo que vuelve tal explicación poco plausible. Dick describió sus primeras visiones como rayos láser y patrones geométricos, y a veces visiones fugaces de Jesucristo y la antigua Roma, que vislumbraba periódicamente. Dick le explicó sus visiones a Charles Platt en estos términos: "experimentaba una invasión de mi mente por una mente transcendentalmente racional, como si yo hubiese estado loco toda mi vida y de repente me hubiese vuelto cuerdo". Durante febrero y marzo de 1974 experimentó una serie de visiones, a las cuales se referiría como "tres-dos-setenta y cuatro" (3 de febrero de 1974). A medida que las visiones crecían en duración y frecuencia, Dick proclamó que había comenzado a vivir una doble vida: una como él mismo y otra como Tomás, un cristiano perseguido por los romanos en el siglo I d. C. A pesar de que había consumido drogas y seguía haciéndolo, Dick aceptó estas visiones como reales, buscando otras explicaciones racionales y religiosas, creyendo que había establecido contacto con una entidad divina de algún tipo, a la que se refería como Cebra, Dios, o más frecuentemente SIVAINVI. SIVAINVI es el acrónimo de SIstema de VAsta INteligencia VIva (en inglés VALIS: Vast Active Living Intelligence System). Dick usó este término como título para una de sus novelas, de carácter semiautobiográfico (además de escribir sobre sus experiencias en otra novela del mismo carácter, Radio libre Albemuth), y posteriormente teorizó que era un satélite de algún tipo que usaba rayos para comunicarse con la gente de la Tierra. Afirmó que dicho ente usaba lo que él denominó un "estímulo desinhibidor" para predisponer a los sujetos a la comunicación, en su caso la vesícula Piscis.
El propio Dick especulaba con la posibilidad de sufrir esquizofrenia. La enfermedad mental fue uno de sus intereses constantes, impregnando su obra. El personaje Jack Bohlen de su novela Tiempo de Marte (1964) es un "ex-esquizofrénico". La novela Los clanes de la luna alfana (1964) se centra en una sociedad entera de descendientes de enfermos internados en manicomios, así como también en su otra novela Podemos construirle (1972) uno de los personajes principales es tratado por esquizofrenia. En 1965 escribió el trabajo titulado La esquizofrenia y el Libro de los Cambios.
La mayoría de los estudiosos de este fenómeno concluirían que las visiones de Dick fueron causadas por una breve crisis psicótica, y podrían estar en lo cierto. Sin embargo, lo que ha hecho que el misterio de las experiencias de Dick haya perdurado es la concurrencia de varios sucesos constatables difíciles de racionalizar. En una ocasión, Dick, al escuchar una estrofa de la canción Strawberry fields forever, advirtió que su hijo tenía una hernia inguinal derecha estrangulada. Los chequeos rutinarios del bebé no descubrieron ningún defecto ni enfermedad. Sin embargo, Dick insistió en que se le efectuasen pruebas más exhaustivas para estar seguro de la buena salud de su hijo. El médico terminó por aceptar, a pesar de que el niño no presentaba síntomas de ningún tipo. Durante el examen los médicos le descubrieron la hernia, que le habría matado de no haberse operado rápidamente.13 El niño sobrevivió gracias a la operación, que Dick atribuyó a un contacto con SIVAINVI.
Otro suceso extraño fue un episodio de glosolalia. La esposa de Dick transcribió los sonidos que le oyó pronunciar, y Dick descubrió más tarde que se trataba de un antiguo dialecto griego, que nunca había estudiado.
Experimentara o no realmente algún tipo de comunicación divina, Dick fue incapaz de explicar racionalmente los hechos. Durante el resto de su vida, luchó por comprender mejor lo que le estaba ocurriendo, cuestionando su propia cordura y su percepción de la realidad. Expurgó tantos pensamientos como pudo en un diario, la Exégesis.
A medida que pasaba el tiempo, se volvió crecientemente paranoico, imaginando que la KGB o el FBI urdían conspiraciones contra él y le tendían trampas de continuo. En algún momento pensó que habían irrumpido en su casa y hurtado diversos documentos, aunque más tarde concluyó que probablemente fue él mismo quien cometió el robo y luego olvidó que lo había hecho. Esta experiencia se ve reflejada en su personaje Bob Arctor - Agente Fred en Una mirada a la oscuridad.
Sus obras más tardías, especialmente la trilogía de SIVAINVI, tienen un fuerte componente autobiográfico. Muchas de ellas incluyen referencias al 2 de febrero de 1974. Dick fue también un voraz lector de obras de religión, filosofía y metafísica, especialmente de las relacionadas con el gnosticismo. La influencia de estas lecturas es patente en muchas de sus historias.
Philip K. Dick murió en Santa Ana, en el estado de California, el 2 de marzo de 1982, sin haber logrado determinar la causa de sus extrañas visiones. Después de su muerte, su padre llevó las cenizas del escritor a Fort Morgan, en el estado de Colorado. Cuando su hermana melliza falleció, su tumba fue inscrita con los nombres de los dos, con un espacio vacío reservado para la fecha de muerte de Philip K. Dick. Finalmente, ambos hermanos descansan en paz el uno al lado del otro.
Ocasionalmente, Philip K. Dick firmó con seudónimos, especialmente Richard Philips y Jack Dowland. El apellido Dowland se refiere al compositor John Dowland, que aparece en varias obras dickianas. El título de la novela Fluyan mis lágrimas, dijo el policía se refiere a la obra más conocida de Dowland, Fluyan mis lágrimas. En la novela La invasión divina, el personaje Linda Fox es una cantante muy conocida en toda la galaxia, cuyas canciones son todas ellas versiones de obras de John Dowland. Además, algunos protagonistas dickianos se llaman Dowland.
El relato corto Orfeo con pies de arcilla fue publicado bajo el seudónimo de Jack Dowland. El protagonista desea ser la musa del autor ficticio Jack Dowland, considerado el mejor autor de ciencia ficción del siglo XX. En la historia, Dowland publica un relato corto titulado Orfeo con pies de arcilla bajo el seudónimo de Philip K. Dick.
En su novela semiautobiográfica SIVAINVI, el protagonista se llama Amacaballo Fat. "Philip", o "Phil-Hippos", significa en griego "el que ama a los caballos", mientras que en alemán, "Fat" es la traducción del inglés "Dick".
Aunque el propio Dick nunca empleó esta denominación, sus seguidores y la crítica a menudo se refieren familiarmente a él como "PKD" (tal como se habla a veces de Jorge Luis Borges como "JLB"), y usan los adjetivos "dickiano" y "phildickiano" para describir su estilo y sus temas (como "orwelliano" o "ballardiano").
Dejando a un lado el enfoque simplista y optimista del mundo frecuente en la "edad dorada" de la ciencia ficción, las obras de Philip K. Dick se caracterizan por una sensación de constante erosión de la realidad, explorando su naturaleza enigmática de forma sistemática y creando ambientes posmodernos y decadentes, adelantándose al subgénero cyberpunk. A menudo, los protagonistas descubren que sus seres queridos (o incluso ellos mismos) son sin saberlo robots, alienígenas, seres sobrenaturales, espías sometidos a lavados de cerebro, alucinaciones, o cualquier combinación de éstos; este rasgo de la obra dickiana refleja la obsesión del autor acerca de la frágil naturaleza de la realidad perceptible. Sus historias a menudo se convierten en fantasías surrealistas a medida que los personajes van descubriendo que su vida diaria es realmente una ilusión construida por poderosas entidades externas (como por ejemplo en Ubik), por grandes conspiraciones políticas, o simplemente por las peripecias de un narrador no creíble.
Gregg Rickman, el mayor cronista de Dick, propuso un esquema con tres etapas para orientarnos en la amplia obra dickiana:
La primera (1951-1960), la etapa política, abarca desde los primeros cuentos hasta Confesiones de un artista de mierda.
La segunda (1962-1970), la etapa metafísica, desde El hombre en el castillo hasta Fluyan mis lágrimas, dijo el policía.
La última etapa (1974-1981), la etapa mesiánica, desde la experiencia SIVAINVI hasta la publicación de La transmigración de Timothy Archer.
Dick situó la acción de varias de sus novelas en el mundo ucrónico de California del Norte. Su aclamada novela El hombre en el castillo (1963, ganadora del Premio Hugo) es una obra pionera que mezcla los géneros de la ciencia ficción y la historia alternativa.
De acuerdo con el autor de ciencia ficción Charles Platt: "Toda su obra parte de la asunción básica de que no puede haber una única realidad objetiva; todo es una cuestión de percepción. La tierra puede temblar bajo tus pies. Un protagonista puede verse viviendo como sueño de otra persona, o entrar en un estado inducido por drogas que de hecho tenga más sentido que el mundo real, o aparecer en un universo completamente diferente".
Los universos alternativos y los simulacros son artificios argumentales habituales, presentando mundos ficticios poblados por personas normales y corrientes, en lugar de elites galácticas. Como indica Ursula K. Le Guin: "No hay héroes en los libros de Dick, pero hay actos heroicos. Uno se acuerda de Dickens: lo que cuenta es la honradez, constancia, amabilidad y paciencia de la gente ordinaria"
Dick no mantuvo en secreto que muchas de sus ideas y trabajos estuvieron fuertemente influidos por los escritos de Carl Gustav Jung, el fundador suizo de la teoría del psiquismo humano denominada psicología analítica (para distinguirla de la teoría freudiana del psicoanálisis). Durante su adolescencia, estuvo en tratamiento con un analista junguiano. En los años 50, fue adquiriendo con devoción las obras completas de Jung, publicadas por la editorial Bollingen. Lo impresionaron especialmente sus Septem Sermones ad Mortuos, de inspiración gnóstica. Jung, autodidacta experto en los fundamentos inconscientes y mitológicos de la experiencia consciente, opinaba que las experiencias místicas podían estar basadas en una realidad subyacente. Los modelos y construcciones junguianas que más afectaron a Dick parecen ser los arquetipos de lo inconsciente colectivo, las proyecciones y alucinaciones colectivas, las experiencias de sincronicidad y su teoría de la personalidad. Muchos de los protagonistas de las obras de Dick analizan la realidad y sus propias percepciones en términos junguianos. Otras veces, el tema se refiere a Jung tan claramente que la conexión resulta obvia. La Exégesis de Dick también contiene muchas notas sobre Jung en relación con la teología y el misticismo.
Philip K. Dick experimentó con drogas psicoactivas, aunque siempre negó que hubieran influido en su obra. No obstante, el consumo de drogas fue tema importante en muchos de sus trabajos, como Una mirada a la oscuridad y Los tres estigmas de Palmer Eldritch. Dick consumió anfetaminas de forma habitual, y también experimentó brevemente con substancias psicodélicas, pero escribió Los tres estigmas de Palmer Eldritch, obra proclamada "la novela LSD por excelencia de todos los tiempos" por la revista Rolling Stone, antes de haber probado esa droga. Por otra parte, de acuerdo con una entrevista suya publicada en 1975 por la misma revista, Dick escribió todos sus libros publicados antes de 1970 bajo los efectos de las anfetaminas.
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