miércoles, 7 de marzo de 2018

Alcanza el Mañana

"Alcanza el mañana" es mi segunda colección de cuentos cortos publicados por primera vez en 1956.

La mayoría de estos cuentos fue escrita entre 1945 y 1950, en el primer albor de la Era Atómica. Como un ejemplo de cuán difícil es para el escritor de ciencia-ficción mantenerse adelantado a los hechos, ya ha sido realizado el imaginario descubrimiento descrito en "La flecha del tiempo". Si se visita el Museo de Historia Natural (le Nueva York, se pueden ver las huellas fosilizadas de un dinosaurio persiguiendo a otro.

Cuando escribí "Error técnico", hace más de veinte años, la idea de que esa curiosidad de laboratorio que era la superconductividad pudiera ser alguna vez usada para aplicaciones comerciales, parecía rebuscada. Pero va están construyéndose las primeras grandes máquinas que trabajan sobre este principio y, citando el "Science Journal" de abril de 1969, "están destinadas a causar una gran revolución en la industria de la energía eléctrica dentro de los próximos diez años".

Las peculiaridades de la mecánica celeste, que forman la base de "Júpiter Cinco", son mucho más conocidas ahora que en los tempranos años de la década de los cincuenta, que fue cuando la escribí; son los verdaderos cimientos de las técnicas de encuentro orbital. Por derecho propio, este cuento debería ser dedicado al profesor George McVittie, en otro tiempo ni¡tutor en Matemática aplicada, si bien debo apresurarme en agregar que no tiene el menor parecido con el profesor del cuento.

Si no me falla la memoria, he escrito sólo dos cuentos basados en ideas sugeridas por otras personas. Uno de ellos es "Los poseídos", y por este medio confieso mi agradecimiento a Mike Wilson, que puede compartir su parte de culpa.


Arthur C. Clarke
Nueva York, mayo de 1969.





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