miércoles, 11 de septiembre de 2019

Gabriel García Márquez

Gabriel José de la Concordia García Márquez (Aracataca, Magdalena, 6 de marzo de 1927-Ciudad de México, 17 de abril de 20142​) fue un escritor, guionista, editor y periodista colombiano. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura. ​Fue conocido por su apodo Gabo, y familiarmente y por sus amigos como Gabito (hipocorístico guajiro de Gabriel).

Está relacionado de manera inherente con el realismo mágico y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es considerada una de las más representativas de este movimiento literario, e incluso se considera que por el éxito de la novela es que tal término se aplica a la literatura surgida a partir de los años 1960 en América Latina. En 2007 la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española publicaron una edición popular conmemorativa de esta obra, por considerarla parte de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos.

Fue famoso tanto por su genialidad como escritor como por su postura política. Su amistad con el líder cubano Fidel Castro fue bastante conocida en el mundo literario y político.

Hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez Iguarán, nació en Aracataca, departamento del Magdalena, Colombia, «el domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana...», como refiere el propio escritor en sus memorias. ​Cuando sus padres se enamoraron, el padre de Luisa, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, se opuso a esa relación, pues Gabriel Eligio García, que había llegado a Aracataca como telegrafista, no era el hombre que consideraba más adecuado para su hija, por ser hijo de madre soltera, pertenecer al Partido Conservador Colombiano y ser un mujeriego lo confeso. Con la intención de separarlos, Luisa fue enviada fuera de la ciudad, pero Gabriel Eligio la cortejó con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y frecuentes mensajes telegráficos. Finalmente, la familia capituló y Luisa consiguió el permiso para casarse con Gabriel Eligio, lo cual sucedió el 11 de junio de 1928 en Santa Marta. La historia y tragicomedia de ese cortejo inspiraría más tarde a su hijo la novela El amor en los tiempos del cólera. ​Poco después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y, en enero de 1929, se mudó con Luisa a Barranquilla, dejando a Gabriel en Aracataca al cuidado de sus abuelos maternos. Dado que vivió con ellos durante los primeros años de su vida, recibió una fuerte influencia del coronel Nicolás Márquez, quien de joven mató a Medardo Pacheco en un duelo y tuvo, además de los tres hijos oficiales, otros nueve con distintas madres. El coronel era un liberal veterano de la Guerra de los Mil Días, muy respetado por sus copartidarios y conocido por su negativa a callar sobre la Masacre de las bananeras, suceso en el que murieron cientos de personas a manos de las Fuerzas Armadas de Colombia durante una huelga de los trabajadores de las bananeras, hecho que García Márquez plasmaría en su obra. ​El coronel, a quien Gabriel llamaba "Papalelo", describiéndolo como su «cordón umbilical con la historia y la realidad», fue también un excelente narrador y le enseñó, por ejemplo, a consultar frecuentemente el diccionario, lo llevaba al circo cada año y fue el primero en introducir a su nieto en el «milagro» del hielo, que se encontraba en la tienda de la United Fruit Company. ​Frecuentemente decía: «Tú no sabes lo que pesa un muerto», refiriéndose así a que no había mayor carga que la de haber matado a un hombre, lección que García Márquez más tarde incorporaría en sus novelas. ​Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, a quien García Márquez llama la abuela Mina y describe como "una mujer imaginativa y supersticiosa"​ que llenaba la casa con historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos, fue de tanta influencia en García Márquez como su marido e incluso es señalada por el escritor como su primera y principal influencia literaria, pues le inspiró la original forma en que ella trataba lo extraordinario como algo perfectamente natural cuando contaba historias y sin importar cuán fantásticos o improbables fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran una verdad irrefutable. Además del estilo, la abuela Mina inspiró también el personaje de Úrsula Iguarán que, unos treinta años más tarde, su nieto usaría en Cien años de soledad, su novela más popular.



Su abuelo murió en 1936, cuando Gabriel tenía ocho años. Debido a la ceguera de su abuela, él se fue a vivir con sus padres en Sucre, población ubicada en el departamento de Sucre, donde su padre trabajaba como farmacéutico.

Su niñez está relatada en sus memorias Vivir para contarla.​ Después de 24 años de ausencia, en 2007 regresó a Aracataca para un homenaje que le rindió el gobierno colombiano al cumplir sus 80 años de vida y los 40 desde la primera publicación de Cien años de soledad.

Poco después de llegar a Sucre, se decidió que Gabriel debía empezar su educación formal y fue mandado a un internado en [Barranquilla], un puerto en la boca del Río Magdalena. Allí adquirió reputación de chico tímido que escribía poemas humorísticos y dibujaba tiras humorísticas. Serio y poco dado a las actividades atléticas, fue apodado El Viejo por sus compañeros de clase.

García Márquez cursó los primeros grados de secundaria en el colegio jesuita San José (hoy Instituto San José) desde 1940, en donde publicó sus primeros poemas en la revista escolar Juventud. Luego, gracias a una beca otorgada por el Gobierno, Gabriel fue enviado a estudiar a Bogotá de donde lo reubican en el Liceo Nacional de Zipaquirá, ciudad ubicada a una hora de la capital, donde culminará sus estudios secundarios.

Durante su paso por la casa de estudios bogotana, García Márquez destacó en varios deportes, llegando a ser capitán del equipo del Liceo Nacional de Zipaquirá en tres disciplinas, fútbol, béisbol y atletismo.

Después de su graduación en 1947, García Márquez permaneció en Bogotá para estudiar derecho en la Universidad Nacional de Colombia, donde tuvo especial dedicación a la lectura. La metamorfosis de Franz Kafka «en la falsa traducción de Jorge Luis Borges»​ fue una obra que le inspiró especialmente. Estaba emocionado con la idea de escribir, no literatura tradicional, sino en un estilo similar a las historias de su abuela, en las que se «insertan acontecimientos extraordinarios y anomalías como si fueran simplemente un aspecto de la vida cotidiana». Su deseo de ser escritor crecía. Poco después, publicó su primer cuento, La tercera resignación, que apareció el 13 de septiembre de 1947 en la edición del diario El Espectador.

Aunque su pasión era la escritura, continuó con la carrera de derecho en 1948 para complacer a su padre. Después del llamado Bogotazo en 1948, unos sangrientos disturbios que se desataron el 9 de abril a causa del magnicidio del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, la universidad cerró indefinidamente y su pensión fue incendiada. García Márquez se trasladó a la Universidad de Cartagena y empezó a trabajar como reportero de El Universal. En 1950, desiste de convertirse en abogado para centrarse en el periodismo y se traslada de nuevo a Barranquilla para trabajar como columnista y reportero en el periódico El Heraldo. Aunque García Márquez nunca terminó sus estudios superiores, algunas universidades, como la Universidad de Columbia de Nueva York, le han otorgado un doctorado honoris causa en letras.

Durante su etapa de niñez, cuando visitaba a sus padres en Sucre, conoció a Mercedes Barcha, también hija de un boticario, en un baile de estudiantes y decidió enseguida que tenía que casarse con ella cuando terminara sus estudios.​ En efecto, García Márquez contrajo matrimonio en marzo de 1958 en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Barranquilla con Mercedes «a la que le había propuesto matrimonio desde sus trece años».

Mercedes es descrita por uno de los biógrafos del escritor como "una mujer alta y linda con pelo marrón hasta los hombros, nieta de un inmigrante egipcio, lo que al parecer se manifiesta en unos pómulos anchos y ojos castaños grandes y penetrantes". Y García Márquez se ha referido a Mercedes constantemente y con cariño orgulloso; cuando habló de su amistad con Fidel Castro, por ejemplo, observó, «Fidel se fía de Mercedes aún más que de mí».​

En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, quien se convirtió en cineasta, y en 1961 se instalaron en Nueva York, en donde ejerció como corresponsal de Prensa Latina. Tras recibir amenazas y críticas de la CIA y de los disidentes cubanos, que no compartían el contenido de sus reportajes, decidió trasladarse a México y se establecieron en la capital. Tres años después, nació su segundo hijo, Gonzalo, actualmente diseñador gráfico en la capital mexicana.

Aunque García Márquez poseía residencias en París, Bogotá y Cartagena de Indias, vivió la mayor parte del tiempo en su casa de la Ciudad de México, donde fijó su residencia a principios de los años 60 y en donde escribió Cien años de soledad en el número 19 de la calle La Palma de la colonia San Ángel.

La notoriedad mundial de García Márquez comenzó cuando Cien años de soledad se publicó en junio de 1967 y en una semana vendió 8000 ejemplares. De allí en adelante, el éxito fue asegurado y la novela vendió una nueva edición cada semana, pasando a vender medio millón de copias en tres años. Fue traducido a más de veinticinco idiomas y ganó seis premios internacionales. El éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años cuando el mundo aprendió su nombre. Por la correspondencia de admiradores, los premios, entrevistas y las comparecencias era obvio que su vida había cambiado. En 1969, la novela ganó el Chianciano Aprecian en Italia y fue denominado el «Mejor Libro Extranjero» en Francia. En 1970, fue publicado en inglés y fue escogido como uno de los mejores 12 libros del año en Estados Unidos. Dos años después le fue concedido el Premio Rómulo Gallegos y el Premio Neustadt y en 1971, Mario Vargas Llosa publicó un libro acerca de su vida y obra. Para contradecir toda esta exhibición, García Márquez regresó simplemente a la escritura. Decidido a escribir acerca de un dictador, se trasladó con su familia a Barcelona (España) que pasaba sus últimos años bajo el régimen de Francisco Franco.

La popularidad de su escritura también condujo a la amistad con poderosos líderes, incluyendo el expresidente cubano Fidel Castro, amistad que ha sido analizada en Gabo y Fidel: retrato de una amistad. En una entrevista con Claudia Dreifus en 1982, dice que su relación con Castro se basa fundamentalmente en la literatura: «La nuestra es una amistad intelectual. Puede que no sea ampliamente conocido que Fidel es un hombre culto. Cuando estamos juntos, hablamos mucho sobre la literatura». Algunos han criticado a García Márquez por esta relación; el escritor cubano Reinaldo Arenas, en 1992 en sus memorias Antes que anochezca, señala que García Márquez estaba con Castro, en 1980 en un discurso en el que este último acusó a los refugiados recientemente asesinados en la embajada de Perú de ser «chusma». Arenas recuerda amargamente a compañeros del escritor homenajear por ello con «hipócritas aplausos» a Castro.

También debido a su fama y a sus puntos de vista sobre el imperialismo de Estados Unidos, fue etiquetado como subversivo y por muchos años le fue negado el visado estadounidense por las autoridades de inmigración.​ Sin embargo, después de que Bill Clinton fuera elegido presidente de Estados Unidos, éste finalmente le levantó la prohibición de viajar a su país y afirmó que Cien años de soledad «es su novela favorita».​

En 1981, el año en el que le fue concedida la Legión de Honor de Francia, regresó a Colombia de una visita con Castro, para encontrarse una vez más en problemas. El gobierno del liberal Julio César Turbay Ayala lo acusaba de financiar al grupo guerrillero M-19. Huyendo de Colombia solicitó asilo en México, donde hasta su muerte continuará manteniendo una casa.

Desde 1986 hasta 1988, García Márquez vivió y trabajó en México D. F., La Habana y Cartagena de Indias. En 1987, hubo una celebración en América y Europa del vigésimo aniversario de la primera edición de Cien años de soledad. No sólo había escrito libros, también había terminado escribiendo su primera obra de teatro, Diatriba de amor contra un hombre sentado. En 1988 se estrenó la película Un señor muy viejo con unas alas enormes, dirigida por Fernando Birri, adaptación del cuento del mismo nombre.

En 1995, el Instituto Caro y Cuervo publicó en dos volúmenes el Repertorio crítico sobre Gabriel García Márquez.

En 1996 García Márquez publicó Noticia de un secuestro, donde combinó la orientación testimonial del periodismo y su propio estilo narrativo. Esta historia representa la onda inmensa de violencia y secuestros que Colombia continuaba encarando.

En 1999, el estadounidense Jon Lee Anderson publicó un libro revelador acerca de García Márquez, para lo cual tuvo la oportunidad de convivir varios meses con el escritor y su mujer en su casa de Bogotá.

En 1999 le fue diagnosticado un cáncer linfático. Al respecto, el escritor declaró en una entrevista en el año 2000 a El Tiempo de Bogotá:

Hace unos años fui sometido a un tratamiento de tres meses contra un linfoma, y hoy me sorprendo yo mismo de la enorme lotería que ha sido ese tropiezo en mi vida. Por el temor de no tener tiempo para terminar los tres tomos de mis memorias y dos libros de cuentos que tenía a medias, reduje al mínimo las relaciones con mis amigos, desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Durante ese tiempo, ya sin medicinas de ninguna clase, mis relaciones con los médicos se redujeron a controles anuales y a una dieta sencilla para no pasarme de peso. Mientras tanto, regresé al periodismo, volví a mi vicio favorito de la música y me puse al día en mis lecturas atrasadas.

En la misma entrevista, García Márquez se refiere al poema titulado La marioneta, que le fue atribuido por el diario peruano La República a modo de despedida por su inminente muerte, desmintiendo tal información. Negó ser el autor del poema y aclaró que «el verdadero autor es un joven ventrílocuo mexicano que lo escribió para su muñeco», refiriéndose al mexicano Johnny Welch.

En 2002, su biógrafo Gerald Martin voló a México D. F. para hablar con García Márquez. Su mujer, Mercedes, tenía gripe y el escritor tuvo que visitar a Martin en su hotel. Según dijo, Gabriel García Márquez ya no tenía la apariencia del típico sobreviviente de cáncer. Todavía delgado y con el pelo corto, completó Vivir para contarla ese año.​

A principios de julio de 2012, por comentarios de su hermano Jaime, se rumoreó que el escritor padecía de demencia senil, pero un vídeo en que celebra su cumpleaños en marzo de 2012 sirvió para desmentir el rumor.

En abril de 2014 fue internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, en México D. F., debido a una recaída producto del cáncer linfático que le fue diagnosticado en 1999. El cáncer había afectado un pulmón, ganglios e hígado. García Márquez falleció el 17 de abril de 2014.​ El presidente de Colombia Juan Manuel Santos señaló que el escritor fue «el colombiano que, en toda la historia de nuestro país, más lejos y más alto ha llevado el nombre de la patria», decretando tres días de duelo nacional por su muerte.

El 17 de abril de 2014 falleció en su casa de Ciudad de México, a los 87 años de edad, Gabriel José de la Concordia García Márquez, escritor de fama universal, Premio Nobel de Literatura de 1982. Desde su fallecimiento, en escenarios institucionales y académicos, en redes sociales, en medios de comunicación y mercados del libro de muchas lenguas, se le recuerda, se le comenta, se le rinden homenajes, se le dedican libros o se lanzan nuevas ediciones de los suyos.

El Congreso y el Gobierno de Colombia, interpretando el sentimiento de sus compatriotas y de millones de admiradores del mundo entero, promulgaron en su honor el 24 de diciembre de 2014 la Ley de honores No 1741, aprobada por unanimidad de todos los partidos, la cual declaró como proyecto de interés público la creación en Cartagena de un “Centro Internacional para el legado de Gabriel García Márquez”, en adelante Centro Gabo.

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