Asesinatos Victorianos

La época Victoriana fue una era rica en avances tecnológicos y en aventuras. El fin del siglo XIX fue testigo de las últimas grandes expediciones, del nacimiento de la ciencia-ficción, de Sherlock Holmes y de miles de mitos que aún hoy sirven de inspiración a nuestros artistas. Pero junto al desarrollo industrial y cultural, los exquisitos caballeros y sus pudorosas damas también desarrollaron algo más: el morbo por la investigación criminal, y cuanto más terrible el crimen, con más emoción lo seguían a través de los periódicos. Rick Geary ha recopilado los más famosos crímenes Victorianos en una colección que aúna la rigurosidad periodística con un dibujo austero que casa perfectamente con aquella época de contrastes.

Un álbum editado por Rossel Cómics, donde se recogen 3 relatos de los 9 que han aparecido hasta la fecha en los Estados Unidos, en los que tiene el protagonismo absoluto los asesinatos producidos en la época Victoriana del siglo XIX. En el se recogen los volúmenes dedicados a Jack el Destripador (Vol. 2), El misterio de Mary Rogers (Vol. 5) y El asesinato de Abraham Lincoln (Vol. 7). El primero de ellos narrados con gran información y datos sobre los asesinatos de prostitutas, que sucedieron durante 1888 en las calles de Londres, en el distrito de Whitechapel. Con la elucubración del posible autor material de las muertes, con el sobrenombre de Jack el Destripador, un relato de autentico vértigo, con las posibles causas que llegaron a motivar tales atrocidades; en el que nunca se llegó a descubrir al verdadero asesino. En el segundo, centrado en el 1841, nos encontramos con muerte de una joven cigarrera, trabajadora, de un estanco en Nueva York, Mary Rogers, muy apreciada por la clientela y su jefe, además de por su belleza. La cual fue encontrada en el río Hudson flotando sobre el agua, por cinco caballeros, de los cuales tres fueron a su rescate del agua, y sobre los que más tarde recaería sospechas sobre ellos en el caso de la muchacha. Un suceso del cual tampoco se encontró a los culpables, pero que inspiro un conocido relato a Edgard Allan Poe, El Misterio de Marie Rogêt. Y por último,  y casi la mejor de las tres historias llevadas a cabo por Geary, la muerte del presidente Lincoln en 1865; con la preparación del asesinato a cargo de John Wilkes Both, un actor sureño, de grandes convicciones, que llevará a buen puerto su plan con la ayuda de unos cuantos cómplices; para pasar más tarde a una huída apresurada y una persecución emocionante.