sábado, 31 de diciembre de 2022

Final de Trayecto

Continuaba cayendo persistente la lluvia sobre el asfalto con ese repiqueteo punzante y aburrido, pertinaz y lánguido acompañándonos sin tregua durante todo el camino. Llevábamos ya más de media hora de viaje y el depósito de combustible del automóvil empezaba ya a resentirse. Una parada en la gasolinera más próxima se hacía inevitable.

- ¿Cómo vas Jules? No te impacientes, ya casi llegamos.

Mi compañero de viaje permanecía mudo durante todo el recorrido. Solo esbozaba esa ligera mueca mezcla de serenidad y hastío acompañada de aquel rictus pálido y melancólico tan propio de él.

Aminoré la marcha y llegamos a la estación de servicio.

-Espérame aquí, Jules, ahora vengo, necesito comprar tabaco. ¿Cómo dices? ¡Ah, Si! ya sé que no debería fumar, es malo para la salud, al menos eso es lo que dice mi mujer y mi médico.





Era noche cerrada, aquel lugar en ese momento tan solo estaba habitado por un par de clientes y el encargado de la gasolinera. Llené el depósito, cogí el tabaco y me metí enseguida en el coche. La lluvia no amainaba.

-Hace una noche de perros ¿verdad Jules? Si, lo sé, deberíamos haber salido antes, quizás a estas horas ya hubiésemos llegado a nuestro destino. Creo que me demoré demasiado con aquel asunto.

- ¿Sabes Jules? Eres un tipo afortunado. Siempre lo fuiste. Desde niño acaparabas invariablemente la atención de papá, aunque mamá mostraba una ligera, aunque recatada predilección por mí. Si, es cierto, con el tiempo desarrollé una innata capacidad para los negocios y tu preferías vivir al día. Disfrutar de la vida en todo su esplendor, sin preocuparte por las consecuencias. Que le vamos a hacer, cada cual a lo suyo. Lo tuyo ahora es descansar ¿Por qué no duermes un rato mientras llegamos?

Cientos, miles de acuosas agujas se estrellaban contra el cristal del parabrisas aumentando por momentos la escasa visibilidad que ya de por si me regalaba la lluvia. Jules cambio de emisora, en la radio no dejaba de sonar aquella soporífera música clásica que embalsamaba el ambiente desde que abandonamos la gasolinera. 

Mi compañero no parecía tener demasiado sueño, quizás el incómodo traqueteo del viaje le impedía un descanso mínimamente tranquilo o tal vez fuesen los ecos del pasado mas reciente lo que agitasen sin tregua sus pensamientos.

-Dime Jules, ¿Qué tienes pensado hacer con tu nueva vida? Entiendo que debe ser muy complicado comenzar desde cero, pero a veces, no tenemos otra opción ¿verdad? Cuando me separé de Mónica ¿te acuerdas de ella? Si, tienes razón, hace ya demasiado tiempo, el tiempo cura ciertas heridas, es un bálsamo contra la infelicidad. Como te decía, cuando me separe de mi primera mujer fue como… ¿renacer de nuevo? Si, eso fue. Comencé de cero.

Ahora tenemos suficiente dinero como para alimentar toda una eternidad y redimirnos de todos y cada uno de nuestros pecados. Tienes razón Jules, el dinero no lo es todo en esta maldita vida, pero lo que distingue al hombre del resto de los animales son las preocupaciones financieras. Ahora no vengas con remilgos ni con filosofía de mercadillo, lo hecho, hecho está y todo tiene su precio.

Mi acompañante asintió esbozando una cínica sonrisa, quizás en parte recordando el pasado más reciente y en parte también por lo absurdo de la situación en la que nos encontrábamos. De la noche a la mañana nuestras vidas, cada una a su modo, había experimentado un cambio radical, un giro inesperado, un repentino devenir de inusitados acontecimientos, un capricho del destino.

Encendí otro cigarrillo haciendo malabarismos con el mechero evitando separar mis manos del volante y sin dejar de prestar atención en la medida de lo posible a la carretera. Sin tráfico apenas, de vez en cuando la luz de los faros de algún vehículo seccionaba la densa oscuridad que nos separaba en la distancia, recordaba que no circulábamos solos por aquella vía comarcal prácticamente en desuso. 

Mientras conducía, mi mente volaba absorta en mis propios pensamientos intentando distraer el cansancio que ya comenzaba a hacer mella en mi cuerpo y mi cerebro. Recordando nuestra infancia que se proyectaba como una antigua película de cine mudo a velocidad vertiginosa sobre mi retina. Infancia, adolescencia, madurez… No fue fácil durante todos aquellos años asumir ese papel de eterno secundario. Hiciese lo que hiciese siempre caía en saco roto, nunca servía de mucho. Los estudios, el éxito personal y profesional, el amor. No, no lo fue en absoluto. A pesar de una hoja de servicios intachable, los laureles siempre crecían para otro.

Ahora ya no me atormentaba el recuerdo, el pasado, ni tan siquiera esa estúpida sensación de impotencia que me acompaño durante una gran parte de mi vida. Todo estaba olvidado, perdonado. No es posible remontar el vuelo si estamos anclados al suelo presos del resentimiento.

-Duerme Jules, descansa.

El temporal amainaba por momentos, después de casi una hora y cuarto de camino recorrido comenzaba a asomar por el horizonte la inconfundible silueta anaranjada del astro rey. Su altura astronómica se tornaba positiva. Estaba amaneciendo.

Con las primeras luces del alba terminaba nuestro viaje. Ambos estábamos muy cansados y necesitábamos dormir y recuperar fuerzas.

-Es ahí, un poco más adelante, Jules, ya casi hemos llegado.

Aminorando la velocidad y abandonando la carretera principal, el vehículo salió de ésta y se adentró muy despacio por un sinuoso sendero rural sorteando unos cuantos baches en dirección a la pequeña explanada de aquel mirador tan poco frecuentado. 

-Este lugar es perfecto. Final de trayecto.


Angus Martin bajo del automóvil, se dirigió hacia el maletero con paso lento pero decidido, y al abrir lentamente la puerta del mismo, descubrió bajo una manta el lívido y desfigurado cadáver de Jules Martin en posición fetal y esbozando una extraña mueca de pavor cortesía del más allá. 


Jose María Teruel




"Final de Trayecto" es un relato de suspense escrito por JMT para el especial de Halloween del podcast "Territorio Extrañer" del 31 de Octubre de 2022, en el cual se presentaron un conjunto de microrrelatos escritos por los redactores de la web Dentro del Monolito, en el que también han participado de forma desinteresada algunos invitados. Podéis escuchar todas y cada una de estas historias en el siguiente enlace:

 https://www.ivoox.com/especial-halloween-audios-mp3_rf_95186113_1.html



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