sábado, 14 de octubre de 2017

Alias

Entre 2001 y 2004, Brian Michael Bendis y Michael Gaydos firmaron una de las series más rotundas de la pasada década en Marvel, pavimentando la revolución que vivió la editorial durante la administración Bush, de camino a Civil War. Bajo el título Alias, Bendis y Gaydos nos presentaron a Jessica Jones, una cínica ex-superheroína, creada intencionadamente para protagonizar esta serie pero que secretamente llevaba en el universo Marvel casi desde sus inicios. Jones se nos presentaba como una investigadora privada que bucearía en las cloacas del Universo Marvel, revelando el lado más sordido del universo de Spider-man, Los Vengadores y la Patrulla-X. 

Con Alias, Bendis y Gaydos tuvieron la oportunidad de contar historias complejas, más cruentas y maduras, amparándose en el sello MAX, una de las distintas líneas adultas de Marvel. Gracias a ello, trataron temas como la sexualidad, religión, traumas psicológicos y adicciones eran tratadas en una serie con sabor a novela negra y bastante mala baba, metiendo la cabeza en cuestiones que los cómics tradicionales no tocaban más que de pasada o de manera bastante sutil, dando por hecho situaciones incómodas, cotidianas o sencillamente demasiado mundanas como para reflejarse en los tebeos. 

Alias está bien construída hasta en el discurso cínico y profesional de Jessica Jones como detective. Las investigaciones de la ex-superheroína no pasan por pistas imposibles, deducciones traídas por los pelos o quiebros argumentales excesivos. No, la crudeza del trabajo de la protagonista es tan de calle que a veces llega a ser insultantemente mundano. Una genialidad que a muchos les hubiera podido parecer sacrílego e innecesario hace quince años, pero que a tiempo pasado solo nos permite maravillarnos por el acierto que supuso.





No hay comentarios:

Publicar un comentario